A estas horas, hace 3 meses, me estaba despertando de la operación, que se suponía, iba a cambiarme la vida. Recuerdo que me desperté con dolores por todos lados, incómodo y un poco cagao y después de pensar "ay no me he muerto, menos mal!", el siguiente pensamiento fue, "dónde me he metido?" lo pase mal las semanas siguientes, pero ahora 31 kilos después, ha merecido la pena.
Estoy mucho más ágil, me vale ropa que antes no me valía, he ganado en comodidad, salud y nunca fui infeliz, pero ahora soy más feliz que antes y lo que me queda! Así que me congratula eso, ver lo que he conseguido, lo que conseguiré y ver la de gente buena que tengo a mi alrededor y que me está apoyando, soy afortunado y quería soltar este tocho.