A ver, a ver. Los pendientes de coco me ponen, esos ni tocarlos, los del agaporni, ascazo. Y son patrimonio tb de moderna septum, que eso sí me gusta. Oinks, qué lío.
Jamás entendí el concepto calzoncillo + bañador para ir a la playa. De hecho, me da ascurri valenzuela tb.
Nada con plumas a la vista (de vestimenta, digo). Los flecos, ahí ahí.
Nunca lo diré suficientemente alto: Los chalecos vaqueros y los de montañero de 100 bolsillos vivieron su efímero momento de seudogloria hace siglos. Que dejen esos cadáveres en paz.
Sí rotundo a los veranos temáticos: que si palmeras, que si loros, que si rollo náutico... este año apuesto por los delfines.
Cejas depiladas, o el hombre travestido por su novia. Por bien que me lo expliquen, jamás lo entenderé.