Personalmente, creo que la cuestión que más influye para que me guste o no me guste un disco de Madge, más allá de producciones añejas -o no- o sus evoluciones musicales, es "¿cuántos años tenía cuando salió tal disco?". Yo, claro, no ella. Antes de Erotica es que mi madre todavía me elegía la ropa. Y todo lo de después de Confessions, oirlo es como que me pone morcillón pero no acabo de empalmar... Entre medio, her golden years... O los míos. Igual es eso.
De todas maneras, @Corraluna, la producción SÍ importa, aunque si la música es güena, pues como el potaje de garbanzos o los flamenquines: que están igual de ricos calientes que fríos...