Tengo la sensación de que "Painted Ruins" pasará injustamente desapercibido: no es un disco fácil ni está bien cerrado, pero hay algo en sus imperfecciones y en sus repeticiones que le dan un aire claustrofóbico. En su repetición de estructuras ya utilizadas en este y discos anteriores, leo algo así como la autoimposición de buscar vías de escape a lo ya conocido, es decir, cierta necesidad de escapar a las dificultades del presente que no son sino fruto, producto, del propio pasado (estético, personal y político). La banda parece algo desorientada, a medio camino entre lo que fueron y un futuro incierto, sin saber cómo interpretar su pasado (una herencia que es una carga, más que un punto de partida) ni cómo leer lo que ocurre a su alrededor (tiempos difíciles).
"Wasted acres" me parece un inicio de álbum magistral, que apunta directamente a sus discos anteriores sin dejar de ser intrigante y melancólica. "Mourning sound" a mi parecer no termina de arrancar, me suena a los Grizzly intentando sonar a otras bandas, con esos sintetizadores y esa batería, y el resultado final es un poco gris, aunque algunos detalles de la producción acaban salvándola (un poco). Después de ese pequeño tropezón, "Four Cypresses" suena a Grizzly bear total, y ofrece los cambios de ritmo, los coros y el sentido de la maravilla marca de la casa. "Three rings" resume perfectamente todo lo que es "Painted ruins", ese mirar hacia atrás (el corpus grizzly) y hacia adelante (otros sonidos, otras producciones) acompañado de una producción super atmosférica y llena de sorpresas y subidones. Una de las canciones del año y de las mejores del disco, se te queda grabada en la cabeza al instante. El estribillo de "Losing all sense" también es una maravilla. "Aquarian" repite una estructura muy parecida a las canciones anteriores, pero por suerte a partir del minuto tres aporta una de las mejores codas del conjunto, con esa nostalgia agridulce tan propia del álbum, esa que en otras épocas quizás lograba hacernos llorar, y que aquí se presenta con cierta distancia, no irónica, pero sí madura. "Cut-out" ofrece quizás el subidón más potente del disco, aunque no el más emocionante. "Glass hillside" me parece que vagabundea un poco preñada de desconcierto, sobre todo acompañada, acto seguido, de "Neighbors", que tiene uno de los inicios de canción más bellos del disco, aunque no tarda en ser desmontado porque no son tiempos para hacer cosas bonitas; entiendo que el juego con las melodías bonitas y las melodías abstractas forma parte del ADN de la banda, pero es que aquí parece que necesiten autoconvencerse tanto de quiénes son como de que no pueden seguir así. Lo mejor de "Neighbors" es su producción y la falta de sentido de maravilla que viene a eclipsar la belleza dulzona (¿de la juventud?). "Systole" experimenta con la producción, haciendo algo ligeramente diferente al resto del disco, pero a mi parecer no acaba de casar con el conjunto ni tampoco aporta mucho más que el resto. Le pasa un poco como a "Glass hillside", sale perdiendo al lado de la canción posterior, en este caso "Sky took hold", de nuevo con un inicio melancólico y bonito, seguido de un subidón marca de la casa, y que no funciona como clausura del disco: en vez de ofrecer respuestas acaba aportando más complejidades (esa coda electrónica), siempre acompañadas de sus bellezas, claro, pero que no acaban de ser lo bastante fuertes, o lo bastante potentes, como para compensar el resto. Al mismo tiempo, el tono tampoco es lo bastante oscuro como para resultar depresivo o nihilista, es más bien un signo de interrogación, un mostrarse dubitativo ante el futuro y ante el pasado. El álbum termina in media res, tal y como empezó. Quizás es uno de los discos menos fáciles de Grizzly bear, pero es quizás uno de sus álbumes más maduros en cuanto luchan por aceptar sus límites y así buscarles soluciones.
PD: No les veo, por ejemplo, tan abiertos a la experimentación como Opeth, quizás porque no quieren, o no saben cómo, incorporar nuevos sonidos y nuevos referentes a su estilo. Están en esa disyuntiva en la que o se renuevan o mueren, y no saben hacia dónde tirar.
Grizzly Bear parece estar definitivamente muerto (o al menos puesto en criogenia) tras la salida de Ed Droste, pero al menos Daniel Rossen continúa haciendo música en la misma vena y con la misma calidad de lo que hacía la banda.
El disco sale en abril y en la nota indica que le acompañó Chris Bear en baterías en una canción.
Sí es un pesar muy grande. También la ponía en mi top de bandas favorita. Veckatimest marcó una época para mí y varias de sus canciones serían parte del soundtrack de mi biografía
Comentarios
@Mahou Neighbors
Tengo la sensación de que "Painted Ruins" pasará injustamente desapercibido: no es un disco fácil ni está bien cerrado, pero hay algo en sus imperfecciones y en sus repeticiones que le dan un aire claustrofóbico. En su repetición de estructuras ya utilizadas en este y discos anteriores, leo algo así como la autoimposición de buscar vías de escape a lo ya conocido, es decir, cierta necesidad de escapar a las dificultades del presente que no son sino fruto, producto, del propio pasado (estético, personal y político). La banda parece algo desorientada, a medio camino entre lo que fueron y un futuro incierto, sin saber cómo interpretar su pasado (una herencia que es una carga, más que un punto de partida) ni cómo leer lo que ocurre a su alrededor (tiempos difíciles).
"Wasted acres" me parece un inicio de álbum magistral, que apunta directamente a sus discos anteriores sin dejar de ser intrigante y melancólica. "Mourning sound" a mi parecer no termina de arrancar, me suena a los Grizzly intentando sonar a otras bandas, con esos sintetizadores y esa batería, y el resultado final es un poco gris, aunque algunos detalles de la producción acaban salvándola (un poco). Después de ese pequeño tropezón, "Four Cypresses" suena a Grizzly bear total, y ofrece los cambios de ritmo, los coros y el sentido de la maravilla marca de la casa. "Three rings" resume perfectamente todo lo que es "Painted ruins", ese mirar hacia atrás (el corpus grizzly) y hacia adelante (otros sonidos, otras producciones) acompañado de una producción super atmosférica y llena de sorpresas y subidones. Una de las canciones del año y de las mejores del disco, se te queda grabada en la cabeza al instante. El estribillo de "Losing all sense" también es una maravilla. "Aquarian" repite una estructura muy parecida a las canciones anteriores, pero por suerte a partir del minuto tres aporta una de las mejores codas del conjunto, con esa nostalgia agridulce tan propia del álbum, esa que en otras épocas quizás lograba hacernos llorar, y que aquí se presenta con cierta distancia, no irónica, pero sí madura. "Cut-out" ofrece quizás el subidón más potente del disco, aunque no el más emocionante. "Glass hillside" me parece que vagabundea un poco preñada de desconcierto, sobre todo acompañada, acto seguido, de "Neighbors", que tiene uno de los inicios de canción más bellos del disco, aunque no tarda en ser desmontado porque no son tiempos para hacer cosas bonitas; entiendo que el juego con las melodías bonitas y las melodías abstractas forma parte del ADN de la banda, pero es que aquí parece que necesiten autoconvencerse tanto de quiénes son como de que no pueden seguir así. Lo mejor de "Neighbors" es su producción y la falta de sentido de maravilla que viene a eclipsar la belleza dulzona (¿de la juventud?). "Systole" experimenta con la producción, haciendo algo ligeramente diferente al resto del disco, pero a mi parecer no acaba de casar con el conjunto ni tampoco aporta mucho más que el resto. Le pasa un poco como a "Glass hillside", sale perdiendo al lado de la canción posterior, en este caso "Sky took hold", de nuevo con un inicio melancólico y bonito, seguido de un subidón marca de la casa, y que no funciona como clausura del disco: en vez de ofrecer respuestas acaba aportando más complejidades (esa coda electrónica), siempre acompañadas de sus bellezas, claro, pero que no acaban de ser lo bastante fuertes, o lo bastante potentes, como para compensar el resto. Al mismo tiempo, el tono tampoco es lo bastante oscuro como para resultar depresivo o nihilista, es más bien un signo de interrogación, un mostrarse dubitativo ante el futuro y ante el pasado. El álbum termina in media res, tal y como empezó. Quizás es uno de los discos menos fáciles de Grizzly bear, pero es quizás uno de sus álbumes más maduros en cuanto luchan por aceptar sus límites y así buscarles soluciones.
PD: No les veo, por ejemplo, tan abiertos a la experimentación como Opeth, quizás porque no quieren, o no saben cómo, incorporar nuevos sonidos y nuevos referentes a su estilo. Están en esa disyuntiva en la que o se renuevan o mueren, y no saben hacia dónde tirar.
Grizzly Bear parece estar definitivamente muerto (o al menos puesto en criogenia) tras la salida de Ed Droste, pero al menos Daniel Rossen continúa haciendo música en la misma vena y con la misma calidad de lo que hacía la banda.
El disco sale en abril y en la nota indica que le acompañó Chris Bear en baterías en una canción.
Le echaré un ojo sin duda, gracias wastedkiss
Pfff... me acabo de enterar que Ed Droste dejó la música, que putada con lo que me gustaban Grizzly Bear
Vamos a ver que tal el proyecto de Daniel Rossen, aún hay esperanzas! x)
Sí es un pesar muy grande. También la ponía en mi top de bandas favorita. Veckatimest marcó una época para mí y varias de sus canciones serían parte del soundtrack de mi biografía