‘Los millones’: tragicomedia en los madriles

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‘Los millones’: tragicomedia en los madriles

millones-fullDespués del éxito de ‘Los huerfanitos’, Blackie Books rescata (“en tapa dura y dorada”, como dicen ellos; y con original faja como complemento, añado yo) la primera novela de Santiago Lorenzo, ‘Los millones’ (publicada por primera vez en 2010 por Mondo Brutto).

Lo voy a decir ya: ¡qué gozada de novela! Qué divertida, qué triste, qué tierna y qué lúcida. La premisa argumental es irresistible: a uno del GRAPO le toca la primitiva pero no puede cobrar… porque no tiene DNI. A partir de ahí la novela se expande en varias direcciones.

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Primero. Como retrato costumbrista del Madrid, de los madriles, de los años 80. Pero no el de la Movida, sino el del extrarradio, el de los barrios populares donde hay bares “de viejo” como el CoyFer (Concha y Fermín) que sirven “trifásicos” (ginebra con gaseosa y chinchón), y personajes que visten abrigos de “termoforro”, escuchan Radio 80 Serie Oro, habitan casas inclinadas, consumen marcas baratas como Tulicrem, Blizz Cola o la colonia Nenito, y para quienes la Moraleja es antes el nombre de una cárcel palentina que el de un barrio pijo de la capital.

Segundo. Como manual de supervivencia para tiempos de crisis. Un tratado de economía doméstica ofrecido por un Thoreau de clase obrera en su particular (y forzado) Walden ubicado en el barrio de la Ventilla.

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Tercero. Como afilada sátira del terrorismo (el GRAPO), el periodismo (la “chapuza prensaria” del Actual Noticias) y el capitalismo (sus tiranías y miserias).

Cuarto. Como nostálgica guía de viajes del pasado (incluye índice de lugares) y sentido homenaje al callejeo flâneur y al “bar español”, ese sitio que, de forma natural y sin alharacas, aglutinaba “energías y ambientes positivos” mucho antes de la llegada del feng shui y demás “orientaladas”.

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Quinto. Como celebración del vocabulario obsoleto y gozosamente anacrónico, y como burla de la palabrería impostada (el maravilloso personaje de Toharia).

Sexto. Como generador de impagables aforismos, “no hay que quedar en rectas”, e hilarantes metáforas, “el inmueble entero le quedaba transformado en cinta honorífica”.

Y séptimo. Como tierna, romántica y maravillosa historia de amor entre dos seres heridos y solitarios que han tenido la fortuna de encontrarse.

Como ya dijimos también de los ‘Los huerfanitos’: ¿para cuándo la adaptación al cine de esta sensacional novela que nació como guión de una película? 9.

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