Craig David visitó ayer Madrid para ofrecer una actuación mitad DJ mitad live en un evento organizado por Sound of Ballantine’s. Aprovechamos la ocasión para hablar con el artista sobre la evolución del R&B desde sus inicios a finales de los 90 y principios de los 2000 hasta su espectacular «comeback» en Reino Unido con ‘Following My Intuition’ (2016), que le dio su primer número 1 y disco de oro en una década gracias a singles como el primero ‘When the Bassline Drops’ o el cuarto, llamado precisamente ‘Ain’t Giving Up’.
Ahora Craig David publica un álbum más, un ‘The Time Is Now’ que llegará en enero y del que ya conocemos un par de singles, ‘Heartline’ y ‘I Know You’, este último junto a Bastille. El artista, totalmente relajado, muy cercano y sobre todo ultra agradecido por el buen momento de popularidad que ha vivido en los 2 últimos años, insiste en que no ha precipitado la salida de este álbum para aprovechar el tirón del anterior. Simplemente se siente especialmente creativo, probablemente confiado tras haber renovado público y conquistado a una generación nueva.
«Para mí es importante que el nuevo disco tuviera el sonido del R&B de ahora, pero con la sensibilidad del primer disco»
Estás a punto de sacar un disco, ¿qué significa este nuevo álbum para ti?
Mi último disco, ‘Following My Intuition’, del año pasado, fue número 1 en Reino Unido. Eso asentó el camino para que este nuevo álbum fuera un disco de R&B como el primero, ‘Born to Do It’. Quería trabajar con artistas que la gente no sepa necesariamente quiénes son, pero quizá en 12 o 18 meses sean conocidos, que la gente diga entonces: «¡pero si trabajaste con GoldLink!». También están Kaytranada, AJ Tracey, JP Cooper y Bastille que están por supuesto asentados, pero también quería a una nueva ola, gente como Ella Mai. Para mí es importante que tuviera el sonido del R&B de ahora, pero con la sensibilidad del primer disco.
Escribiste y produjiste el primer álbum con una persona sola, ¿no echas de menos los tiempos en que las cosas se hacían así, en lugar de con docenas de personas por disco?
Sí, al 100%. Pero la belleza de este álbum es que Fraser T Smith, que viene de trabajar con Dave, Kano o incluso Adele, es un guitarrista con el que llevo colaborando años. Ha hecho 5 canciones en este disco e hizo la más nueva, que es ‘I Know You’. El otro productor principal, que es Tre Jean-Marie, también tiene 5 canciones y lo bueno es que su padre fue corista durante mi primera gira. Conocí a Tre cuando él tenía 6 o 7 años, y me decía «encantado de conocerte» (NdE: pone voz de niño). Y después resulta que co-escribe y co-produce canciones conmigo. Es una de las mayores locuras que me han pasado. Luego están Blonde, Kaytranada, Diztortion… pero para mí hay 2 productores principales y luego están los demás en canciones adicionales, pero integradas en el disco como un todo.
«Conocí a uno de mis productores actuales cuando él tenía 6 o 7 años (…) Su padre fue corista durante mi primera gira. Es una de las mayores locuras que me han pasado»
¿Cómo has vivido la evolución del R&B a lo largo de estos 15 años?
Es como una carrera de coches, ¿no? El R&B tuvo su momento, de repente (la moda) se fue más a las guitarras, luego el rock quiso ser como Norah Jones, luego salieron muchos cantautores, luego el underground… y ahora parece que estamos en un plano bastante R&B. Se hacen muchos samples de los viejos tiempos. Cosas que suenan muy nuevas, pero inspirándose en antiguas tipo Robin S y ‘Show Me Love’. A mí ahora me va muy bien que vuelva el R&B. Estoy muy agradecido de que el R&B en 2018 vuelva a ser relevante. No me refiero necesariamente al R&B tipo trap como Bryson Tiller y todos esos chicos, sino más bien al sonido de ‘No Scrubs’ de TLC, ‘You Make Me Wanna…’ de Usher, ‘Pony’ de Ginuwine. Eso suena a 2018, fresco otra vez.
¿Mientras grababas el disco anterior, esperabas que supusiera tu gran regreso?
No, definitivamente no.
Estabas «siguiendo tu intuición»…
Pues bastante. Viví un periodo de transición. Estuve 3 o 4 años en Miami, de donde decidí volver porque me sentía lejos de mi familia y mis amigos. Había hecho las fiestas TS5 en mi casa, que luego he terminado llevando más a lo grande a Ibiza, y a Glastonbury para miles de personas. Llegué a ese disco como una evolución, pero la clave fue que empecé a trabajar con autores y productores muy jóvenes, artistas emergentes. No quiero sonar desagradecido, pero lo tenía claro: había vendido 13 millones de discos, pero para un chico de 15 o 16 años no era nadie. Estos productores jóvenes venían al estudio y me decían «lo que hacías está muy bien, ‘Re-Rewind’ y demás», pero hablaban de mí en pasado, y yo me quedaba en plan «pues vale». Les ponía a esos artistas de 17 años lo que había grabado porque quería saber lo que pensaban y me decían: «¡todavía molas! ¡todavía tienes ese algo!». Y me di cuenta de que algo estaba pasando: con el disco anterior volví a ser relevante otra vez. Chavales de 14 o 15 años se pensaban que era un artista nuevo, se lo decían a sus padres y estos contestaban: «¿que ha vuelto Craig David? ¡Te voy a hablar a ti de Craig David!», y entonces sacaban sus viejos CD’s con ‘7 Days’. Ver unirse a dos generaciones fue muy bonito. Estoy muy agradecido por ese momento.
«No quiero sonar desagradecido, pero lo tenía claro: había vendido 13 millones de discos, pero para un chico de 15 o 16 años no era nadie. Los jóvenes productores hablaban de mí en pasado»
Obviamente eres bastante joven aún, pero por lo que veo, el «ageism» es algo para lo que te estás preparando.
A decir verdad no, pienso que la edad no es nada más que un número, y no siento haber crecido mucho desde probablemente los 20. Por supuesto he madurado y no soy el mismo, pero lo que he aprendido es que es fundamental conservar al niño que tienes dentro. Cuando eres mayor y sigues teniendo la necesidad de escribir canciones es porque estás perdido, intentando ser responsable y hacer lo que la sociedad espera que haga un adulto, una persona de tu edad. No hay diferencia entre la manera de amar unos acordes cuando eres joven o mayor. Hay que hacer que la vida sea simple y no caer en las trampas. Empecé muy joven en esto y a veces siento como un déja-vu. Me siento como un chico de 17 años por dentro, aunque haya madurado y tenga el beneficio de la experiencia.
Te preocupas de hacer canciones modernas, ¿pero cómo te ves a los 50 o los 60 años? ¿Tirando más a lo clásico o aún buscando sonidos nuevos?
Me lo tendrás que preguntar cuando tenga esa edad. Si me hubieran preguntado a los 17 y me hubieran dicho: «triunfarás con tu primer disco, la gente te abandonará y pasará a otras cosas, pero seguirás escribiendo, volverás a tener tu momento, y conquistarás a una nueva generación»… no me habría creído ese sinsentido cuando estaba en casa con mi madre escribiendo ‘Walking Away’. Hay que lidiar con el momento presente, de hecho hay una canción en este álbum nuevo que se llama ‘Live In The Moment’. Además, el disco se llama ‘The Time Is Now’ por este motivo, porque he dejado de hacer proyecciones sobre el futuro. Es muy liberador dejar de pensar en lo que vas a hacer. Estar en Madrid, volver aquí con un disco nuevo, hacer una entrevista y tener un público para mí es toda una aventura.
«No me habría creído el sinsentido de lo que me iba a pasar cuando estaba en casa con mi madre escribiendo ‘Walking Away'»
Te lo preguntaba también porque sacas tus últimos singles en versión bailable, con producciones trabajadas como las de las voces tratadas de ‘I Know You’, pero en ambos casos has sacado también una versión acústica. Es como si quisieras decir «toda esta modernidad de la producción está muy bien, pero lo importante es la melodía clásica».
Es más sencillo que todo eso. La música ha cambiado tanto… O el modo de consumirla. Siempre he hecho muchos acústicos, desde el principio iba a la tele y hacía uno con ‘Fill Me In’, no es muy diferente de lo que hago ahora. Pero es que además ahora, para salir en una playlist de Spotify y llegar a más gente, tienes que hacer un acústico o un remix. Es más una cosa como de compañía discográfica, pero para mí está claro que si tengo una canción, con unas voces increíbles, podemos hacerla en acústico, y además entrar con ella en más playlists para maximizar posibilidades. Mira a Ed Sheeran, ha añadido a Beyoncé en una canción, ahora va a meter a Andrea Bocelli. Es una jugada muy inteligente y va a ser el número 1 en Navidad en todo el mundo. Si no te adaptas a los nuevos tiempos, te quedas perdido en algún lugar.
«Hemos grabado una canción en esa línea (latina), pero después de ‘Despacito’, y un par de hits más de reggaeton, parece que ya ha tenido su momento y la hemos dejado fuera. Tienes que ser el primero en hacerlo»
Has trabajado con los ritmos latinos muchas veces, hasta tuviste un single llamado ‘Spanish’. ¿Podemos esperar algo de eso en tu disco ahora que está tan de moda?
¿Sabes qué? Hemos grabado una canción en esa línea, pero después de ‘Despacito’, y un par de hits más de reggaeton, parece que ya ha tenido su momento y la hemos dejado fuera. Tienes que ser el primero en hacerlo. Hasta Little Mix han hecho una canción así. Obviamente si eres J Balvin, puedes seguir haciéndolo porque es lo que has hecho toda la vida, pero para mí ahora mismo parecería que voy detrás. Es divertido, porque hablé con J Balvin no hace mucho, con el éxito de ‘Mi gente’, que marcó una línea. Para mí ha tenido su momento para los artistas que no somos hispanos o estamos vinculados a lo hispano, de nuevo a menos que seas J Balvin y siempre lo hayas hecho. Para mí, un regreso al R&B es lo que necesita este disco. Como una especie de R&B del futuro, la gente sampleando canciones de los viejos tiempos, que esto parezca los 90 o los 2000 con la recuperación de cosas como ‘This Is How We Do It’… Yo he estado en eso desde el principio y es de lo que va este álbum.
He leído que te gustan los discos de Mura Masa y Calvin Harris. ¿Son los discos del año para ti?
Creo que Calvin Harris ha dado en el clavo, es increíble, también GoldLink, el último de Kaytranada. Pero para Calvin volver con ‘Slide’ fue muy inteligente. Eres el DJ más importante del mundo, puedes seguir haciendo lo mismo y en cambio das ese paso con Frank Ocean. Me encanta. Está a la última.
¿Cómo ves tu relación con Estados Unidos? Después de tu regreso al número 1 en Reino Unido, ¿te planteaste intentar conquistarlo a lo grande?
¿Sabes qué? A decir verdad, estoy agradecido con todo lo que me ha pasado. He cambiado de opinión al respecto. Al principio era más en plan «estoy tan influido por el R&B americano que quiero ir a América como sea». Pero ahora paro y pienso que también tengo España, Francia, Alemania, Europa… Estados Unidos no es la única conexión. A la división americana de Sony le interesa este disco porque están Bastille y le ven una posibilidad. Estoy emocionado, claro, pero no pienso «¡¡Oh, América!!». Recuerdo cosas como cuando llegas a la gente, vas a ese país y te enteras de que alguien se ha casado con una de tus canciones, y para mí de eso va la música. Estoy muy agradecido simplemente por esa persona.