Con ‘Lights‘, producido por el insigne Gary Louris (The Jayhawks) y grabado con músicos norteamericanos en Carolina del Norte, la madrileña Nat Simons ha dado un salto de gigante como representante del rock de filiación country-folk de nuestro país. Hablamos con ella sobre la gestación de este, su segundo álbum, y del papel de las mujeres en el rock, un pelín antes de que inicie una extensa gira de presentación por todo el país. Será mañana, 6 de abril, en The Secret Social Club (Tirso de Molina, Madrid).
¿Cómo se interesa una joven madrileña por la música de raíces norteamericanas?
Yo creo que la música es un lenguaje universal en el cual no hay fronteras y en mi caso, en casa desde bien pequeña lo que más sonaban eran los discos de Neil Young, Crosby Still and Nash o The Creedence, además de The Beatles o Cat Stevens, entre otros muchos. Me hubiera dado igual vivir en Nashville o California porque creo que no hubiera sido muy diferente, al menos dentro de mi ambiente familiar y eso se lo debo a mis padres.
Podría pensarse que es un estilo algo ajeno a nuestra cultura, pero no puede ser casual que haya tantas mujeres jóvenes en nuestro país, como Joana Serrat, Chlöe’s Clue o tú misma que se hayan adentrado a componer en él. ¿Cuál crees que es la clave?
Pues supongo que les habrá pasado algo parecido a mí, entre otras muchas cosas, somos hijas de una generación que escuchaba ese tipo de música y aunque no llegaba mucho en aquella época a nuestro país, creo que a alguno le caló bastante y eran verdaderos melómanos. Y repito, la música es un lenguaje universal, y además vivimos en una época donde la globalización hace posible que te conectes a internet y puedas escuchar lo que se está haciendo a miles de kilómetros, conocer otras escenas, no sólo lo que hace el vecino de al lado… yo no veo raro que haya varios artistas sintiéndose identificados con sonidos de fuera, eso es algo que llevas dentro, que no va tanto con lo que pone en tu pasaporte, es algo que va en tu interior.
«[En Estados Unidos] les parecía curioso cómo mezclo todos los sonidos americanos en uno. Les sorprendía mucho que viviera en Madrid»
Curiosamente, tanto en el caso de Joana como en el tuyo, habéis logrado captar la atención de músicos y sellos norteamericanos. ¿Cómo dirías que se ve allí vuestra música?
A mí me gustó mucho la reacción de la gente de allí, les gustaba mucho y pensaban que tenía mucha personalidad, ya que yo veía su música bajo el prisma de alguien que vive en otro país lejano, y les parecía curioso cómo mezclo todos los sonidos americanos en uno. Les sorprendía mucho que viviera en Madrid, les parecía exótico y aun así conectaban con mi música de una manera increíble.
¿Cómo te sentiste cuando alguien de la talla de Gary Louris aceptó grabar ‘Lights’ en Carolina del Norte?
Pues sinceramente no me lo creía, parecía todo un sueño. Por una parte estaba muy entusiasmada, pero también estaba bastante nerviosa, porque soy muy fan y eso me hizo currármelo más para estar a la altura de las circunstancias. Aún me parece maravilloso.
Cuéntanos un poco lo que ha supuesto esa experiencia para ti.
Para mí esta experiencia ha sido buena en todos los sentidos, me ha abierto mucho la mente y he aprendido muchísimo. Trabajar con gente de ese nivel hace que te pongas las pilas bastante y que estés muy despierta y la verdad que me dio la sensación de que allí estaba dándolo todo, como si fuera una versión de mí misma mejorada. Ahora lo pienso y me parece curioso cómo he afrontado todas las dificultades o cosas complejas que he hecho en el estudio con tanta naturalidad, como por ejemplo grabar en directo con músicos que no conozco o improvisar mientras toco. Y esta es una de entre tantas cosas que ha supuesto la experiencia, claro.
«Me gustaría que la gente con este disco se quite absolutamente todas las ideas, etiquetas o prejuicios que tenga en la cabeza sobre mi música, más que nada para que mañana no se asusten si saco un disco muy diferente»
Aunque blues, soul y honky tonk alimentan tus canciones, temas como ‘Happiness’, en su tramo final, muestran tu interés por sonidos menos tradicionales, más expansivos. ¿El country se queda pequeño como etiqueta para definir tu música?
Precisamente creo que yo no hago un estilo, y si digo que hago country estaría mintiendo. Por eso, para que la gente pueda identificar mi música digo «Americana», ya que engloba mucho más, pero no me gusta pensar en etiquetas porque me gusta componer canciones libremente y no me cierro a nada. Me gustaría que la gente con este disco se quite absolutamente todas las ideas, etiquetas o prejuicios que tenga en la cabeza sobre mi música y que pensara que simplemente hago canciones, más que nada para que mañana no se asusten si saco un disco muy diferente.
Esta canción, precisamente, supera el medio millón de escuchas en Spotify, una cifra casi mareante para una artista independiente como tú. ¿Qué dirías que tiene de especial?
Yo creo que es igual de especial que cualquier otra, la gracia es que según he ido hablando con gente me decían temas diferentes como su favorito y eso es bueno porque no hay uno más especial que otro, cada uno conecta con una canción u otra. ‘Happiness’ fue el primer single que saqué, en ese entonces llamó mucho la atención y la metieron en unas listas de Spotify muy importantes en verano y por eso ha despuntado más que las demás. ¡Ojalá pasara con todas!
«Si digo que hago country estaría mintiendo»
Asimismo, temas como ‘You Just Can’t Imagine’ o ‘No One Compares’ se abren hacia un rock más genérico, en incluso el pop. ¿Te encuentras cómoda en ese sonido adecuado para grandes audiencias o aún prefieres un perfil más intimista?
Bueno, ¡eso es algo que ni me planteo, si una canción es más para audiencias grandes o pequeñas cuando compongo! Pero con esas dos canciones me siento muy a gusto y con el pop rock en general, me encanta coger la eléctrica y volar con las canciones, sé que voy a hacer muchas más canciones de ese estilo porque es un rollo donde me gustaría indagar más en sonido y experimentar, los finales atmosféricos instrumentales me vuelven loca. Lo hago en más canciones en directo.
‘People’ es una canción a la que, aún estando en sintonía con el rollo country-rock, le veo un claro potencial comercial. Explícame, si es posible, cómo surge este tema, si siempre tuvo ese aire tan rockero…
Desde el día que la compuse la tuve en la cabeza de esa manera, rockera, salvaje y así se lo transmití a los músicos y Gary Louris, y creo que dieron en el clavo con lo que quería. Para darle ritmo al componerla me ponía a ver vídeos de carreras de todo tipo, de coches, de galgos, de caballos… y así salió de frenética. Fue un ejercicio creativo muy divertido.
«Yo por naturaleza soy una persona errante, nunca vivo en el mismo lugar y el mensaje de la música americana, del rock, es de carretera, de paisajes, de viajes. Va en mi naturaleza, es mucho más que hacer un estilo, esto es un modo de vida, va en el espíritu y conectas o no conectas con él»
Tus letras hablan de viajes en carretera, parajes naturales e incluso se inspiran, como ‘Golden Feather’, en la cultura de los nativos americanos. ¿Es un poco inevitable caer en esos aparentes tópicos cuando escribes este tipo de canciones?
Aunque ya había escrito con anterioridad sobre Indios americanos, ‘Golden Feather’ fue un encargo por parte del Museo Thyssen para una exposición, ‘La ilusión del Lejano Oeste’. Fue un trabajo increíblemente inspirador porque me empapé de muchas historias de su cultura y vi objetos reales y pinturas sobre la temática, es muy fácil inspirarse en esa temática sobre todo cuando conectas tan bien con ella. Yo comparto la filosofía de los nativos americanos sobre el respeto a la naturaleza, y sus creencias basadas en sueños y señales, en general su historia me inspira. Yo por naturaleza soy una persona errante, nunca vivo en el mismo lugar y el mensaje de la música americana, del rock, es de carretera, de paisajes, de viajes. Va en mi naturaleza, es mucho más que hacer un estilo, esto es un modo de vida, va en el espíritu y conectas o no conectas con él.
Es palpable el salto de calidad en el sonido de ‘Lights’ con respecto a tu debut, ‘Home On High’. ¿Te has planteado regrabar alguna de aquellas canciones y darles otro tratamiento?
Sí me lo planteo cada vez que lo escucho, sería algo bastante interesante, aunque sé que no es el momento, que aún quiero seguir sacando temas nuevos en siguientes discos, pero, ¿quién sabe? Tal vez algún día lo haga.
¿Cómo ves ahora ese disco? ¿El hecho de que hayan pasado 5 años desde que lo publicaste es un reflejo de lo difícil que está hoy ser un músico independiente?
Bueno, aunque no se le haga mucho caso al Ep ‘Trouble Man’ porque no hice una presentación o promo, fue un trabajo muy importante en mi carrera que vino en el 2015 y que hizo que experimentara con lo que iba a ser mi sonido, me enseñó un poco el camino hacia dónde quería ir. Hasta que grabé este último trabajo, ahora por suerte ya no, todo me lo he financiado yo, desde mi primer disco, y como no tenía dinero he hecho verdaderas locuras para ahorrar y después gastarme todo en la música y ahora lo pienso y digo: «qué bien hice». Mi primer disco ahora lo veo como una etapa que ya pasó, como una fotografía de mi vida de entonces y me parece muy interesante escucharlo porque me encuentro muy cambiada.
«Tom Petty me enseñó el rock americano, sin necesidad de dar gritos o tener voz desgarrada, mezclaba el pop con el rock de una manera maravillosa con melodías preciosas. Su disco ‘Wildflowers’ para mí fue un antes y un después»
Hace unos meses participaste en un homenaje a Tom Petty. ¿Qué supuso este artista para ti como músico? ¿Crees que se le ha rendido poco homenaje en nuestro país en comparación con, por ejemplo, David Bowie?
Sí y yo creo que su música no llegó a entrar igual en nuestro país, además tampoco vino nunca así que era más difícil que la gente le conociera aquí. Para mí Tom Petty ha sido una referencia importante porque me enseñó el rock americano, y como lo hacía de esa manera tan particular, sin necesidad de dar gritos o tener voz desgarrada, mezclaba el pop con el rock de una manera maravillosa con melodías preciosas. Su disco ‘Wildflowers’ para mí fue un antes y un después.
Pensando en ese homenaje, he caído en que Azkena Rock Festival le rinde un homenaje este año, con Urge Overkill cantando sus canciones. Y de ahí he hilado hasta la polémica del año pasado por la escasa presencia de mujeres en su cartel. Recuperando una de mis primeras preguntas, ¿cómo es posible que en un festival como ese, dedicado a sonidos rock más tradicionales, no haya espacio para ti, para Joana Serrat, Nina de Juan y sus Morgan, Aurora & The Betrayers…? ¿Sigue habiendo mucho que hacer para que se valore a las mujeres en el plano artístico?
Pues no sabía que no habían incluido a ninguna de estas mujeres (a las cuales admiro mucho) en el cartel del Azkena, y la verdad me pone triste. Yo creo que sigue habiendo mucho que hacer en este aspecto, y ya si hablamos en el rock ni te cuento… Además, ahora mismo que hay una calidad tremenda en la música que están haciendo mujeres o grupos liderados por ellas, sólo hay pararse a escuchar, hay que quitarse ya de una vez los prejuicios de la cabeza y mirar un poco más allá de nuestras narices, porque a veces parece que no avanzamos y que nos hemos quedado desfasados en muchos aspectos. Me gusta que las mujeres estén viniendo con tanta fuerza en nuestro país y puedan ser referencias para muchas otras, tal vez haya más calidad por lo difícil que se nos pone en este mundo, porque siempre se nos exige mucho más que a nuestros compañeros y al principio no te tomen tan en serio, así que ojalá esto no pare de crecer y empiece a cambiar de una vez por todas.