The xx contaron con los locales Extraperlo para calentar al difícil público barcelonés, tarea poco sencilla a juzgar por los hechos: a pesar de que gran parte de la gente no paraba de bailar, no eran pocos los que encontraban la puesta en escena de ‘Desayuno Continental‘ un tanto monótona; ni siquiera su éxito ‘Bañadores’ (tocado quizás de forma prematura) logró emocionar a toda la sala. Para hacer un poco de justicia, cabe recalcar que el sonido de la sala 2 de Razzmatazz no era precisamente el mejor en ese instante (las voces apenas se escuchaban, siendo eclipsadas por las bases de percusión), y que quizás la propuesta indie-tropical del cuarteto catalán no sea la más indicada para preceder a un grupo con un concepto más bien shoegaze.
Cuando The xx salieron al escenario (en formato trío y sin su guitarrista, Baria Quereshi
, eso sí), quedó bien claro a quiénes esperaba el público, que no dejó de aplaudirles hasta que empezaron a tocar ‘Intro’, la primera canción de su repertorio. Le siguieron temas como ‘VCR’, ‘Heart Skipped a Beat’, ‘Islands’, o ‘Crystalised’, con la que el respetable enloqueció.The xx tocó ayer todo su álbum de debut, y las canciones sonaron tan impecables como en el disco. Si no fuese porque la voz de Romy Croft se resintió un poco cuando iba a comenzar a cantar ‘Teardrops’, y que improvisaron un poco en ‘Basic Space’, se podría haber sospechado incluso que el trío hacía playback. El obstáculo de la voz de Romy quedó sorteado después de un trago de una bebida caliente, retomando la canción fallida como si nada. Y sonó muy bien.
De la puesta en escena de The xx, sobria, un tanto oscura y minimalista, al igual que de su vestuario, podemos sacar una conclusión: no necesitan demasiado para enamorar al público; son profesionales, sinceros y cercanos. Y de su música, otra: tienen mucho talento, y han llegado para quedarse. 9.