Pocos pensaron que Little Joy fuese un producto tan jugoso para un festival de música exquisito. Cuando Fabrizio montó el grupo junto a Rodrigo, cantante y guitarrista de Los Hermanos, y decidieron sumar a una amiga que les habían presentado amigos comunes, Binki Shapiro, como por casualidad, la cosa parecía más un divertimento que otra cosa. Suele pasar que lo que se hace sin grandes pretensiones se termine por convertir en algo grande. Las melodías del grupo, inspiradas en los 50, en la música brasileña y grabadas en plan lo-fi, han gustado por lo que tienen de simple y genuino, entre otros al mismísimo Nick Hornby que nombró ‘Little Joy’ mejor disco de 2008.
De la misma falta de pretensiones y el mundo del arte parecen burlarse en una de las canciones, ‘How To Hang A Warhol’, en la que ironizan sobre el mérito de aparecer en una galería de arte. Sus canciones de corte retro, sonido Banhart y guiños a los Moldy Peaches, no han creado escuela ni serán estudiadas en ningún sitio, pero da igual mientras la voz de Binki Shapiro suene tan mona como en ‘Unattainable’, el estribillo de ‘Shoulder To Shoulder’ se vea tan enriquecido por unos coros tan bonitos o el final de ‘Don’t Watch Me Dancing’ busque un clímax navideño tan apropiado para la Navidad pasada, como para la de este año o la del que viene.
Puede que Nick no tenga razón en tanto que ‘Little Joy’ pierde algo de fuerza y capacidad de sorpresa a medida que avanza su minutaje, pero lo mejor es que todos sabemos que les da igual porque el grupo ha expresado muy bien de qué va la cosa a través de su propio nombre.
Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘The Next Time Around’, ‘Brand New Start’, ‘Don’t Watch Me Dancing’
Te gustará si te gustan: Devendra Banhart, The Moldy Peaches
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