Cada nuevo disco trae de vuelta aspectos con los que se ha familiarizado el oyente y alguna novedad. En este caso, las cosas han cambiado con respecto al anterior disco, y si eso no se nota en el comienzo con ‘Meridian’; a continuación en ‘Black Eyes’ y más hacia la mitad, también en cortes como ‘Hidden Lakes’, ‘Corridors’ y ‘Castaways’, se ve que no solo ha variado la música, sino también la voz de Meiburg. ¿Y cuál es la variación, cuál la nueva influencia? Bien, si su poderosa pero delicada voz normalmente recuerda a las de Scott Walker, Mark Hollis o Antony Hegarty, ahora también nos transporta al universo de Peter Gabriel. Otros temas como ‘God Made Me’ nos llevan de vuelta al camino conocido, con ecos del malogrado Drake.
Un manto de arreglos de cuerda envuelve el disco, añadiéndole un toque extra de majestuosidad, pero sin sobrecargarlo de elementos. Casi sin darse uno cuenta, los 38 minutos de duración se pasan enseguida, con tres preciosos temas para cerrarlo: ‘An Insular Life’, ‘Uniforms’, y ‘Missing Islands’, de entre los cuales destaca claramente la penúltima, evocando momentos épicos muy de película hollywoodiense, como imaginándonos el retorno del héroe a los brazos de su amada. Algo que también se puede ver reflejado en la portada, con el sol en el horizonte. Dejemos, pues, que esos destellos nos sigan iluminando por muchos discos más.
Shearwater actúan el 7 de marzo en Barcelona y el 8 de marzo en Madrid.
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Hidden Lakes’, ‘God Made Me’, ‘Castaways’, ‘Uniforms’
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