El concepto del disco es bastante sencillo. Suponemos que, cansado del barroquismo y la instrumentación excesiva a la que sometía la mayor parte de sus temas (fórmula que ya había explotado ampliamente en trabajos como ‘Want’), ‘All Nights Are Days: Songs For Lulu’ despoja a Rufus de todo artificio para entregarse a lo mejor que sabe hacer: cantar y tocar el piano. A nadie se le escapa que era un movimiento obvio, especialmente si tenemos en cuenta que, de un tiempo a esta parte, sus conciertos seguían precisamente este patrón.
No obstante, el punto fuerte de Rufus siempre han sido las letras y su capacidad vocal, así que esta fórmula encaja perfectamente con sus pretensiones. Por otra parte, el disco además está fuertemente condicionado por la enfermedad y posterior muerte de Kate McGarrigle, su madre. Esta situación ha ejercido una poderosísima influencia en el cantante, y así lo muestra en los versos de muchos de sus temas. ‘Zebulon’ es un claro ejemplo («My mother’s in the hospital, my sister’s at the opera»), e incluso ha dedicado una canción a su hermana (‘Martha’) en la que le pide que olvide el pasado y se reúna con su familia.
Otro de los referentes claros del disco es Shakespeare, incluso en el título, que corresponde a un verso del poeta inglés. Pero Rufus también ha musicado tres de sus sonetos en las pistas 6, 7 y 8, haciéndolos aún más evocadores. Wainwright siempre ha tenido un cierto gusto por Europa, incluso atreviéndose a cantar en francés (‘Les feux d’artifice t’appellent’) y vuelve a mostrar su animadversión por Norteamérica (‘Who Are You New York’), como ya hiciese en ‘Release The Stars’ entre ‘Tiergarten’ y ‘Going To A Town’.
El problema está en que al final del LP no se puede evitar la sensación de que está rematado de forma un poco pobre. Se echa de menos algún que otro acompañamiento instrumental que ayude a digerir mejor el disco, como ‘Release The Stars’, donde es cierto que las canciones estaban más desnudas, aunque acompañadas por instrumentos de cuerda que evitaban la excesiva linealidad de este último trabajo. Otras veces, su simple forma de cantar es capaz de eclipsar cualquier melodía subyacente, como pasa en ‘The Dream’. Por desgracia, esas son las menos.
Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘Zebulon’, ‘Les feux d’artifice t’appellent’, ‘Martha’.
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Escúchalo: en su web oficial. Lamentablemente sólo previews.