A pesar de lo irregular de su discografía, cada vez más artistas y medios especializados reconocen la valía de Beyoncé. Lo mismo actúa en Glastonbury que se deja caer por conciertos de Grizzly Bear junto a su marido. Lo mismo trabaja con autores de la música comercial norteamericana como Tricky Stewart que con Major Lazer. El que ha de ser su clásico definitivo tenía que salir ya. La base de ‘Pon de Floor’ que ha tomado para el pepinazo ‘Run The World (Girls)’, uno de sus mejores singles, era un buen camino, pero no tiene tanta continuidad en este disco como cabía esperar. ‘4 ‘ no es el álbum alternativo de Beyoncé. De hecho, choca que esta canción ocupe el último lugar en el tracklist y el disco se encuentre en realidad plagado de baladas.
Pero ojo, qué baladas las que abren el álbum, especialmente ‘1 + 1 ‘, un tema tan bonito como sexy que tiene como referencia al mejor Prince y que también es fácil imaginar versionar en la intimidad de su cuarto a Romy de The xx. Ese «make love to me» y el punteo de guitarra, obra de Stewart, The-Dream y la propia Beyoncé, ya ocupan un lugar en la historia. Sigue ‘I Care’, co-escrito junto a Jeff Bhasker, autor conocido por su asistencia en los últimos discos de Kanye West, y Chad Hugo de The Neptunes, que cuenta, antes de explotar, con el espíritu a los teclados de ‘Streets of Philadelphia’. Una tercera balada del artista revelación Frank Ocean, ‘I Miss You’, nos hace pensar que Beyoncé ha querido hacer un disco próximo al nuevo R&B moderno de The Weeknd, apenas unos meses después de que este revolucionara el género desde la autoedición. ¿Cuántos puntos podría haber sumado a su carrera popularizando esta reinvención de su propio estilo?
Por desgracia, la tesis desaparece en la siguiente pista, cuando ‘Best Thing I Never Had’ de Babyface (¡¡Babyface!!) muestra a una Beyoncé mucho más convencional, que vuelve a aparecer en la insignificante ‘Rather Die Young’. Sin embargo, tras esas decepciones hacia la mitad, las últimas pistas remontan, quizá con la excepción de ‘I Was There’, de Diane Warren, mejor amante de los loros que compositora.
Si bien ‘Party’, por mucho Kanye West y André 3000 que contenga, no tiene asegurada la categoría de hit, ‘Love On Top’ es un buen número de disco-funky optimista, ‘End Of Time’ todo lo bueno que esperábamos de Diplo y Switch trabajando con Knowles y ‘Countdown’ otra de las grandes sorpresas: sample de Boyz II Men, vientos y restos de M.I.A., Kanye y hasta Wim Mertens al servicio de la mejor Beyoncé.
Cuando ‘4 ‘ acaba por todo lo alto con ‘Run The World (Girls)’, uno se da cuenta de lo extrañísima que es la secuencia del disco. Cuesta pensar que sea inadecuada con el subidón que supone terminar de esta manera, pero parece claro que se podría haber sacado más partido a estas canciones ordenándolas de otra forma, dando una vuelta a un par de ellas y rebuscando entre esas sesenta que han sido descartadas (lo que incluye colaboraciones de Sleigh Bells). Así, Beyoncé se habría convertido de una vez en ese gran puente para artistas de diferentes géneros que se rumorea que es.
Calificación: 7,2/10
Temas destacados: ‘Run The World (Girls)’, ‘1 + 1 ‘, ‘I Care’, ‘Countdown’
Te gustará si te gustan: Prince, The Weeknd, Major Lazer, Babyface
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