‘Metals’ fue grabado la pasada primavera en el Big Sur californiano junto a sus productores habituales Gonzales y Mocky en una casa aislada en las montañas, lo cual influye decisivamente en una ambientación que apuesta por la pureza y naturalidad del sonido. De modo que los ecos y la reverberación propios de grandes salas acabadas en maderas son casi tan protagonistas de estas canciones como lo son también las cuidadas intervenciones de vientos y cuerdas, de arreglos clásicos y discretos, que evitan la invasión total de la canción para aportar, a cambio, un aire soul y blues eminentemente clásico. Sentir en el pecho la cercanía de la increíble voz de Leslie, que pasa de lo dulce a lo amargo en solo un giro, percibir la pulsión de las cuerdas de las guitarras o el retumbar de las percusiones es algo usual en la discografía de Feist. Pero en ‘Metals’, lejos de ser puntual se convierte en su misma esencia.
Así, el single de adelanto ‘How Come You Never Go There‘ se convierte en una perfecta representación del contenido de ‘Metals’: una canción rica en arreglos de piano (a cargo de Brian LeBarton, colaborador de Beck), coros y saxos, de inspiración soul pero sin caer en lo manido, con unas percusiones especialmente orgánicas, que abundan en palmadas y otros golpeos corporales. Con esa exquisita y confortable fórmula, Feist nos mece y balancea una y otra vez, como si fuéramos de vacaciones a esa cabaña en la montaña y ella quisiera ser la mejor anfitriona: ‘The Circle Married The Line’, ‘Bittersweet Melodies’, ‘The Bad In Each Other’, ‘Get It Wrong, Get It Right’ (glorioso final del álbum) e incluso ‘Graveyard’, con ese puente de vientos y cuerdas que conduce a una emotiva coda a capella, son un puro deleite por más que no nos muestren nada que no supiéramos ya.
Infiltrados en ese apacible marco también hay momentos abruptos e inesperados, aunque en ningún momento desentonen de la dulzura y delicadeza general. El más claro es ‘A Commotion’, marcada por la violenta irrupción de un grave coro masculino que grita el título de la canción, un recurso similar al usado en ‘Comfort Me’, esta vez con un coro femenino rompiendo la calma. Pero igualmente destacable es la profunda tristeza que transmite ‘Caught A Long Wind’ con su expresividad instrumental, semejante a la que alberga ‘Anti-pioneer’ y su ritmo marcial, con esa guitarra eléctrica capaz de dejarte helado. También hay espacio para el blues más puro y feroz, aunque contenido, en ‘Undiscovered First’, mientras que ‘Cicadas And Gulls’ es un sencillo y eficaz corte acústico.
En cuanto al mensaje lanzado, Feist recurre a figuras y elementos tan naturales como lo es su sonido, mencionando continuamente animales, vientos del este, tormentas, montañas y horizontes. Pero no esconde más (ni menos) que las reflexiones que la han devuelto a la actividad tras su retiro, explicando que añorar el pasado puede hundirte y que solo podrás esquivar ese abismo pensando en el futuro. Los más perfectos ejemplos son ‘The Circle Marries The Line’ («Living in the past begins the ending first, all I want is a horizon line, get some clarity following signs») y ‘Anti-pioneer’, una premonitoria canción que solía tocar ya en 2007 pero nunca grabó («And for a year she was an anti-pioneer, singing sappy songs about what went wrong, two years before»).
Puede que haya quien elija obviar este álbum por esa falta de ambición de Feist (o como se llame esa ausencia de algo parecido a un single radiable), o considerarlo una anomalía en su discografía. Precisamente, son canciones como ‘So Sorry’, ‘Lonely Lonely’ o ‘The Water‘ de sus antiguos discos las que mejor han resistido el paso del tiempo y hoy conservan un mayor valor sentimental, por encima de ‘Mushaboom’, ‘My Moon My Man’ o ‘1234’. Por tanto, este nuevo álbum es una clara apuesta de Feist por la atemporalidad, y está creado para ser consumido con el cuidado y la atención que requieren las obras que perduran.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘The Bad In Each Other’, ‘Caught A Long Wind’, ‘How Come You Never Go There’, ‘Comfort Me’.
Te gustará si te gustan: la Cat Power de ‘The Greatest’, Fleet Foxes, Joni Mitchell.
Escúchalo: web oficial.