La aparición en el tracklist de algunas de sus canciones más conocidas está justificada por presentar versiones originales y diferentes, en general más intimistas y encantadoras a pesar de su grabación «amateur». Se comenta que el resultado definitivo de ‘Tú y yo’ no gustó demasiado a su autora por ser «muy comercial» y que esta versión está más cerca de lo que Cecilia compuso; ‘Andar’ parece mucho más relajada y por tanto melancólica; mientras que ‘Dama, dama’ y ‘Mi querida España’ lo hacen en sus versiones sin censurar, conocidas por sus directos, con sus referencias a la «España vieja» y al «sexto mandamiento» (curioso que ‘Dama, dama’ sí pudiese mantener ese «amante de un vividor»).
Pero lo mejor, claro, es la aparición de cuatro temas nunca escuchados. En ellos encontramos las distintas facetas que han hecho de Cecilia una de las cantantes más influyentes de su generación, independientemente de lo fatal que fuera su destino. Aquella artista capaz de pasar de lo tierno a lo rebelde en un segundo, de entonar una canción infantil dedicada a una muñeca de trapo, y de componer otra tan crítica con la sociedad en general como ‘Día tras día’, dedicada a los trabajadores y de plena actualidad («de sol a sol, de luna a luna devoro mis horas siempre se escapa alguna. Mi tiempo es oro, oro de un quilate y espero paciente a que mi tiempo me mate»); o con la televisión en particular, como ‘Cíclope’ («veo el mundo por tu ojo y me parece que el despojo no es tal despojo, que la riqueza no es tan rica ni la miseria tan mísera»), a la que se ha dado un controvertido fondo de arreglos electrónicos.
‘Donde irán a parar’ completa el grupo de las desconocidas hasta ahora, en este caso en parte, pues sí se conocía la versión de Simone (su novio Luis Gómez Escolar, con el que había trabajado), pero se pensaba que Cecilia no la había grabado. Este corte, que sobrecoge con sus referencias a la muerte como la cara B póstuma aquí recuperada, ‘Lluvia’, presenta como los demás unos discretos pero bonitos arreglos de Julio Seijas, quien tocara en vida con la artista, y que se ha involucrado como Bob Painter, la familia de Cecilia y el sello Rama Lama en la recuperación de este catálogo desde unas cintas antiguas.
Esta vez, las canciones mencionadas y otras de tanta belleza como la atrevida ‘Fauna’, la sobrecogedora ‘Una guerra’ o esa despedida del hogar de tintes feministas llamada ‘Me iré de aquí’ encuentran una edición en vinilo bastante cuidada, con autorretrato de Cecilia en portada, las letras (en rojo las partes censuradas o cambiadas) y textos explicativos del sello y el periodista que tanto la mimó, José María de Juana, logrando situarnos en el Rastro, donde Cecilia vendía sus dibujos; en Jordania, donde había pasado largas temporadas; o en su piso de Madrid. Pero definitivamente en los 70, una década aún con muchas cosas por cambiar en España, y tantos años antes de que nos diéramos cuenta de que la canción melódica de nuestro país era algo tan apasionante y digno de reivindicar como lo que se hacía fuera de nuestras fronteras.
Calificación: 8,6/10
Lo mejor: ‘Mi muñeca’, ‘Andar’, ‘Una guerra’, ‘Fauna’
Te gustará si te gusta: Aute, Corazón, Serrat
Escúchalo: Deezer