The Strokes / Comedown Machine

Esperar a estas alturas un nuevo ‘Is This It?‘ es no haber estado en el planeta Tierra durante los últimos cuatro años, desde que Julian Casablancas publicara su primer disco en solitario, en el que viraba hacia un cóctel de estilos de mejores y peores resultados, pero a menudo rozando lo inclasificable. Es verdad que los Strokes han intentado en contadas ocasiones recrear su sonido primigenio, incluso presentando de vez en cuando algún hit decente que habría podido caber en aquel debut (sigo defendiendo a ultranza ‘Under Cover of Darkness‘), pero que la banda no se va a conformar ya con eso es algo que volvía a dejar claro el primer avance de este ‘Comedown Machine’, el polémico ‘One Way Trigger’, que recibía comparaciones con A-ha… y Maná.

No hay nada tan extremo como esta canción en este disco y por ello precisamente a veces da la sensación de que el grupo no se toma a sí mismo demasiado en serio. Es inevitable preguntarse si era realmente necesario espantar a las masas con este revulsivo para el público rockero, y condenar a la banda a parecer un «guilty pleasure», habiendo en el álbum otros temas por un lado más fieles a lo que se seguirá considerando siempre «su sonido» y también otros «experimentales» menos arriesgados. También es inevitable imaginar a Julian Casablancas tan ausente y aparentemente ido como en su último FIB, cuando grababa todos los falsetes de ‘Chances’ o cuando cerraba el disco dando sólo el 60% de sí mismo en la interesante ‘Call It Fate, Call It Karma’, lo-fi de más.

Estamos, pues, ante un álbum imperfecto, con varios momentos por pulir (la subida del bajo de los últimos segundos de ‘One Way Trigger’ es extrañísima), pero sorprendentemente también bastante centrado, con un norte algo mejor definido que ‘Angles‘ y sobre todo con un mejor equilibrio entre pasado y futuro. El «single verdadero» ‘All The Time’ gana ahora puntos, como casi todos los sencillos, gracias a su acertado lugar en el tracklist, e incluso tiene un posible sucesor en el guitarrero ’50/50′, perfecto para los fans de la vieja escuela con todo lo que estos querían: antes de que te des cuenta de que Julian Casablancas ha gritado su estribillo varias veces ya se ha acabado.

Sin embargo el disco está claramente marcado por nuevos aires. ‘Tap Out’ -adecuado nombre- abre con un punto funky muy chulo, próximo a los antiguos Phoenix, e irresistible historia lujuriosa («aunque me gusta tu casa, no tenemos por qué decirnos el nombre»). ‘Chances’, a pesar de los defectos ya mencionados, presenta una ambientación dream pop bastante conseguida. La balada ’80’s Comedown Machine’ crea un fondo sintético completamente hipnótico, pasando en su desarrollo por los sonidos de Yann Tiersen. Y un par de canciones sirven de puente perfecto entre los nuevos y los viejos Strokes, como ‘Welcome to Japan’, con un préstamo melódico de Technotronic pero en el que no desaparece Lou Reed como influencia; o ‘Partners in Crime’, donde tanto brillan los estupendos riffs de Albert Hammond Jr como su estribillo ultra juguetón.

Da un poco de pena que, como en los últimos discos de R.E.M., David Bowie o Madonna, nadie haya querido o podido dar una pequeña vuelta final al álbum para que podamos decir alto y claro que este es el mejor disco de los Strokes en muchísimo tiempo (10 años, en este caso). ‘Comedown Machine’ tiene los suficientes defectos como para que los críticos con ganas de un poco de sangre lo fulminen, pero también con ciertas virtudes que logran que otros afirmemos sin pestañear que los derroteros arriesgados que está siguiendo su carrera -‘Angles’ está envejeciendo bien- la hacen mucho más interesante que la de, en su momento, Oasis o Suede.

Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Welcome to Japan’, ‘All The Time’, ‘Tap Out’, ’80’s Comedown Machine’ y sí, ‘One Way Trigger’
Te gustará si te gustaban: los Strokes previamente, pero estás abierto a algo que no sea repetir ‘Is This It?’ ad nauseam
Escúchalo: en Soundcloud.

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: the strokes