¿Cómo te tomas tu concierto en Sonorama? Supongo que para ti será una rareza actuar en un festival.
No, no, rareza, para nada. Lo que no entiendo es cómo no he ido antes. Si hay un artista independiente, que hay muchos, soy de esos. Siempre he hecho lo que he querido hacer. Los habrá igual de independientes pero más no.
Me refiero a que es raro que alguien tan famosísimo toque en un festival independiente.
Me hace acercarme a un público nuevo. Habrá alguno de los que me vea habitualmente, pero también me va a ver gente por primera vez y eso es importante para mí.
¿Estás al tanto del fenómeno festivales en España y de lo importante que son para la música hoy en día?
Sí, yo estoy enterado de todo. Yo debo de estar enterado de todo porque esa es mi profesión.
¿Conoces a artistas del cartel?
Claro. Hay artistas que han grabado cosas mías, como Niños mutantes, Miss Caffeina… hay varios grupos que cantan canciones mías.
Imagino que la cumbre de tu concierto en Sonorama será la interpretación de ‘Mi gran noche’, que es un himno para cualquier persona joven con ganas de pasarlo bien. Nunca ha sido de mis favoritas, en cambio. ¿De las tuyas sí?
Es una de ellas, pero ten en cuenta que afortunadamente tengo un repertorio muy amplio con muchas canciones muy preferidas. Tengo una lista de favoritísimas tremenda y por supuesto entre ellas está ‘Mi gran noche’. Ha resistido el tiempo de una manera heroica junto con ‘Como yo te amo’, ‘Qué sabe nadie’, ‘En carne viva’, ‘Yo soy aquel’, ‘Digan lo que digan’… La gente joven la tiene como un himno, como tú dices.
Yo soy más de las tristonas… ‘Yo soy aquel’, ‘Amor mío’, ‘Como yo te amo’… ¿Estas canciones encajarán igual de bien en un festival o estás preparando un repertorio especial?
Voy a hacer un repertorio que todo el mundo conoce. No es «especial, especial»… Es que hay muchísimas canciones mías que son conocidas. Lo que no quiero es estrenar nada, sino dar al público lo que está esperando, las joyas de la corona como yo digo.
‘Escándalo’ fue un hit en los 90…
He tenido muchos hits, ‘Estuve enamorado’ fue número 1 de Los 40 Principales, ‘La canción del trabajo’… Yo he tenido muchas canciones que han sido grandes éxitos, ¿eh?
¡Lo sé, lo sé! Lo que te quería preguntar es si crees que canciones como ‘Escándalo’ o ‘Mi gran noche’ han dado una imagen de Raphael algo más divertida, superficial…
Yo soy una persona divertida, no soy una persona seria.
… pero no sé si la gente termina de percibir lo bonitas y bien arregladas que están las canciones más tristes.
No puedo estar de acuerdo en que la gente no haya prestado atención a eso.
Me refiero a la gente joven, más que nada.
La gente joven está asimilándolo ahora. Estoy regrabando con orquesta sinfónica y arreglos de ahora mi repertorio. El público va a poder escuchar esas canciones que se han perdido con los años y las van a escuchar como estrenos. Y verás cómo van a gustar…
¿Cómo has escogido las canciones que vas a regrabar?
Están las joyas de la corona, como te decía que yo creo que son unas 60 canciones, y luego hay ciento y pico. Llevo ya regrabado todo el disco ‘Mi gran noche’ que son 15 canciones y el disco que va a salir ‘De amor y desamor’, que son otras 15. Hay canciones impresionantes que la gente se va a quedar encantada de conocer o de recordar, los que ya las conocieran.
Pero lo que sale ahora es el recopilatorio de regrabaciones ‘De amor y desamor’. ¿Luego entonces habrá más regrabaciones?
Cada vez que tengo la oportunidad me meto a grabar, porque son muchísimas canciones y lo estoy haciendo con mucha pasión, con mucha conciencia, sin prisa. Es un repertorio histórico.
¿Y te estás reencontrando con canciones que no te gustaban tanto?
Sí, sí, claro.
¿Por ejemplo?
No te voy a dar títulos porque no las voy a regrabar. Hay canciones que yo pensaba que podrían ser y luego no fueron. Cuando se estrena un LP, se volcaba uno con tres temas. Yo he grabado cada siete y ocho meses al principio. Eran muchos discos. En la radio se ponían tres -como máximo cuatro- canciones de cada disco y por eso no le he dado oportunidades a muchas canciones. Pero hay canciones que me gustan tanto que las voy a volver a grabar porque tienen que ser por derecho propio.
He leído lo que opinas de Eurovisión, de que la música es pregrabada, etc…
Yo no opino mal, ¿eh? (interrumpe)
¿Lo sigues viendo? ¿Qué sientes cuando lo ves?
Sentir nada porque no se parece en nada. Aquello era algo que te jugabas a cara o cruz en una sola noche con un solo ensayo previo. Y esto es un espectáculo muy grandioso, muy elaborado, con partes grabadas que se han repetido y ensayado muchas veces. Es muy diferente. Sí siento cosquilleo cuando sale España a jugársela pero ya se la ha jugado tantas veces que ya se sabe lo que va a pasar más o menos.
En la época en la que fuiste a Eurovisión llegaba a España la canción francesa y la italiana y eso se ha perdido. ¿Por qué crees que es?
Es un error, es un error porque a la gente le gustaba muchísimo. No sé, la música francesa empezó a dejarse de escuchar en los mismos 60, junto a la italiana. Pero bueno, yo la sigo escuchando, ¿eh?
¿Qué cosas concretamente? ¿Has sido más de canción italiana, francesa o americana?
A mí me ha gustado lo bueno de cada una. Me gustan las cosas bien hechas. Y en todas las músicas hay cosas que están bien hechas. En todos los estilos hay cosas bien hechas, que son con las que me quedo. Y aparte me gusta mucho el flamenco.
En tu carrera has aunado muchos estilos, ¿pero cuál crees que te ha influido más?
Se me han ido adaptando a mi forma de hacer. Nunca me he dejado llevar por estilos. Nunca he tratado de clonarme en nadie. Soy particular, soy muy yo. Pero sin embargo, soy como una esponja a la que se le van metiendo cosas que oye buenas. Esas cosas se me meten dentro y las voy soltando poquito a poquito adaptadas.
¿Es cierto que conociste a Scott Walker o es una leyenda urbana?
¿A quién?
A Scott Walker.
No tuve ese placer.
Cuando salgo a cantar, que es casi a diario, salgo con la ilusión de que le guste a la gente, de que sea una gran noche para todo el mundo. Nunca pienso en trascender o ser recordado.
Supongo que sí recordarás tu actuación en la BBC con Tom Jones, al que llamas Tomás en un vídeo de Youtube. ¿En aquel momento creías que podías ser tan famoso en UK como en España?
¿Recuerdas a Petula Clark?
¡¿Cómo no me voy a acordar de ella?!
El año pasado sacó un disco muy bonito. ¿Lo has escuchado?
No me extraña. No lo he escuchado, ¿es de éxitos?
No, recupera alguna canción antigua, pero también hay nuevas.
Ah, pues lo voy a buscar. Es una gran amiga y me ha gustado siempre muchísimo. Su famoso ‘Downtown’…
¿Cómo seleccionas con qué tipo de artistas españoles trabajas? Porque está Mónica Naranjo, Bunbury, Bisbal, Alaska… y no tienen nada en común. ¿En qué te fijas de ellos?
Sus voces, su personalidad, si es compatible con la mía para hacer un dúo… Y afortunadamente ninguno se echó para atrás. Faltó hace poco Julio (Iglesias) pero no por ningún motivo sino porque por cosas de las discográficas no podía trabajar con nadie. De todas formas ya había trabajado con él.
Has ejercido una influencia en muchos artistas.
De los que has dicho, todos lo han reconocido.
¿Hay alguno que te haya sorprendido o hecho especial ilusión?
Tuve mucha ilusión con todos, pero especialmente al reencontrarme con Paul Anka. Hemos estado a punto de coincidir otra vez con Tom Jones, pero no pudo ser por su agenda y por la mía. Son gente que como no te encuentras todos los días… Pero estoy muy contento de haber estado con todos, con Serrat, Sabina, Perales, Alejandro (Sanz), de Bunbury qué te voy a contar…
Tu etapa más yeyé ha sido una influencia en grupos más desconocidos, gente como La Casa Azul que ha regrabado un disco de Nino Bravo. ¿Eres consciente de esta influencia en grupos de pop español más desconocido, más guatequero?
Sí, cómo no… Ya me doy cuenta. Canciones mías que fueron populares, en tono menor, ‘Todas las chicas me gustan’, ‘Casi, casi’, ‘Cada cual’, ‘A pesar de todo’, ‘La canción del trabajo’… han tenido mucho que ver en el nuevo pop español. Más que las canciones serias. Las canciones serias las cogen grupos ya conocidos como Niños Mutantes o Miss Caffeina, ‘Como yo te amo’, ‘Qué sabe nadie’….
Cuando estuviste enfermo, esperando un trasplante, ¿seguiste refugiándote en la música? ¿Siguió siendo algo importante para ti?
Sí, en todo momento.
¿En canciones más tristes o más positivas?
En todas. Yo ponía la banda sonora de toda mi vida, porque es una forma de evadirse, de recordar cuando estaba sano. Me hizo muy bien.
¿Qué canciones concretas? ¿Tuyas o de otros?
De diferentes épocas que he vivido, mías y de otras gentes.
Dime alguna canción concreta…
No sé, depende del momento. Desde hace 11 años no he tenido esa debilidad… Supongo que las que me han llegado. Canciones francesas, españolas, italianas… ‘My Way’, ‘Fever’… Son muchas las canciones que han marcado mi vida aparte de las mías propias.
Muchas de tus canciones hablan del qué dirán, ¿todavía te sigue preocupando o lo has superado gracias a estas canciones?
Le debe de preocupar mucho al autor (se ríe).
Pero son letras que tú interpretas con pasión…
Hombre, son temas muy candentes.
No se pasa de moda…
Toda la gente que va naciendo pasa por esos momentos. Cuando llegas a los 18, a los 20… pasas por él.
En la película sobre Édith Piaf…
¡Maravilla, maravilla, maravillosa! (interrumpe)
… cuando oye ‘Non, je ne regrette rien’, lo digo de memoria, pero ella dice algo así como «esta canción soy yo». ¿A ti cuándo te ha pasado eso al escuchar una composición?
Las canciones mías son muy yo, son canciones casi… Manuel Alejandro no es un autor cualquiera. Es mi biógrafo musical. Ha escrito cosas que no habían pasado y que luego pasaron. Ha tenido la cualidad de acertar mi estado de ánimo, mi forma de ser, me ha escrito canciones como un sastre hace un traje.
Las melodías son espectaculares…
… de las que ya no se oyen.
… pero los arreglos también. ¿Qué ha sido más importante para decidirte por una canción, melodía, arreglos o letra?
Las tres cosas. Tiene que tener las tres cosas. No se puede decir «qué bonita música» con una letra mala. Una canción redonda de éxito tiene que tener letra, melodía y un arreglo de caerse al suelo. Un arreglo bueno o malo levanta una canción o te la tira.
¿Recuerdas algún arreglo que habéis tenido que cambiar porque no te gustaba en alguna canción histórica?
No, no ha habido que cambiar nada. Estoy cambiando cosas ahora cuando estoy regrabando. Por ejemplo el concepto de la canción ‘En carne viva’, que la he hecho con la Orquesta de Radio Televisión Española, y Fernando Velázquez, que es el de ‘Lo imposible’. Ha quedado espectacular no, lo siguiente. Le he dado otro aire mucho más potente.
¿Qué canción es tu favorita de tu último disco con Manuel Alejandro, ‘El reencuentro’?
Mi favorita es ‘Cuatro estrellas’. De nuevo la biografía musical… Tú escucha la letra…
Había canciones electrónicas en ese álbum, como ‘Por ti’ o ‘Cosas de la vida’. ¿Cómo te sentiste en ese registro?
Bien, cómodo. Jamás he hecho una cosa a disgusto. Siempre he sido muy independiente en eso. No he admitido que se me imponga nada. Cuando me equivoco me pego un bofetón a mí mismo y ya está. Que me he equivocado…
«Para ser un buen intérprete tienes que tener mucho bagaje, tienes que tener muchas cosas detrás de las que puedas tirar para que las puedas decir y explicar en el escenario, para ser convincente cuando estás cantando un problema»
¿Crees que se ha perdido la profesión de intérprete? ¿El modo en que un cantante se dedica a la gesticulación, a lo teatral para comunicarse con su público?
Es bastante difícil la posición de intérprete. Para ser un buen intérprete tienes que tener mucho bagaje, tienes que tener muchas cosas detrás de las que puedas tirar para que las puedas decir y explicar en el escenario, para ser convincente cuando estás cantando un problema. Tienes que haberlo vivido porque si no, no lo explicas bien. Se te pone cara de nada, cara de póker. Es algo especial, no eres sólo un cantante. Es un actor que como tiene voz canta.
¿Cómo recuerdas tu preparación como artista?
No recuerdo ninguna preparación especial.
Me refiero a tu evolución hasta ser capaz de comerte un escenario.
Yo me conocí ya así. Desde los cuatro años iba encaminado… Bien es verdad que no pensaba ser artista. Cantaba todos los días porque era solista de un coro, aunque cosas muy diferentes a las que canto. Me di cuenta de que mi camino era el escenario viendo una compañía dramática haciendo ‘La vida es sueño’. Pero hasta entonces no lo había pensado.
He leído en una vieja crítica en El País que tu posición como intérprete tiene tanta importancia en los conciertos que perjudica las canciones porque las ahoga, y mira que las canciones son grandes. ¿Crees que esto es así?
No. No. Si yo no tuviera el material que tengo, tan impresionante, maravilloso, sería imposible que yo pudiera sacarle partido. Los compositores han hecho por mí una labor maravillosa. Perales, Manuel Alejandro… todos.