‘Shake It Off’: ¿funciona el disfraz a Taylor Swift?

«Descubrir a estas alturas que Taylor Swift es una máquina de crear temas perfectos es poco menos que ridículo. A pesar de su imagen, tan bien construida, de niña buena del pop, hay que dejar de lado al hipster snob insobornable cuando uno se enfrenta a joyas como este ‘Shake It Off’, que la rubia acaba de estrenar, y rendirse a su encanto, que lo tiene y mucho. Si abandonase de una vez por todas el lado country y ñoño de su carrera y se centrase en pepinazos como este, no despertaría ninguna duda, pero como dice la letra de la canción, “haters gonna hate”, así que…». ACM.

«Lejos, muy lejos del soplo de aire fresco que supuso ‘We Are Never Ever Getting Back Together’, el nuevo single de Taylor Swift no solo no sorprende sino que resulta decepcionante. Que sí, que el estribillo será todo lo pegajoso que quiera, pero del laboratorio de hits de Max Martin y Shellback han salido cosas mucho más excitantes aun reuniendo en una sola canción todos los clichés del mundo. Esto, a medio camino entre la fuerza adolescente de ‘Girlfriend’ de Avril Lavigne y el sabor a Motown de ‘Problem’ de Ariana Grande, se queda en un single conformista de esos a los que se les ven demasiado las costuras para resultar interesante. Por lo menos ‘Bang Bang‘ de Jessie J, en su acercamiento a los mismos sonidos, tenía cierta gracia». JB.

«‘Shake It Off’ será un hit, se pegará, funcionará como guilty pleasure o la radiarán todas las emisoras del mundo, pero no nos la podremos tomar en serio como su predecesora: podría ser una canción de cualquier cantante random y no se percibe la personalidad de su autora por ningún sitio. Y es que la en principio aburridísima Taylor Swift sorprendía y mucho con la frescura de ‘We Are Never Ever Getting Back Together‘ y un par de temas más del inesperadamente potable ‘Red‘. Ahora se entrega a los beneficios del neo-soul dando casi todo el protagonismo de ‘Shake It Off’ a una sección de vientos que paradójicamente suena apagada, muy lejos de la garra aportada por Mark Ronson a la discografía de Amy Winehouse o por Dave Sitek a la de Kelis

. A esa producción que paradójicamente suena más desesperada por lograr el éxito y recargada que natural o viva, hay que sumar el flaco favor que hace a la canción un vídeo estrenado a conciencia a la par que el tema para lograr el top 1 del Billboard Hot 100, y por tanto indisociable de él. No puede ser más ridículo ni dar más vergüenza ajena: una sucesión de looks sin ton ni son que hacen parecer las yuxtaposiciones de ‘Applause‘ de Lady Gaga una verdadera bomba de diversión (probablemente lo fue). La única gracia de esta supuesta mina de gif’s es el guiño a Daft Punk, recordando la cara que se le quedó a Taylor cuando ‘Red’ perdió el Grammy a disco del año contra ‘Random Access Memories’. Aunque hasta lo trapero que le ha quedado el vestuario robótico se corresponde con la calidad de todo esto». Sebas.

«Ojo con las mosquitas muertas, que se las traen. Esa frase tan de madre es perfectamente aplicable a Taylor Swift, que no es que ahora se vaya a volver como Miley, pero es cierto que cada día parece estar más cómoda en el pop y menos en el country que la hizo triunfar. Swift vuelve a contar con Max Martin y Shellback (que fabricaron el hit ‘We Are Never Ever Getting Back Together’) demostrando que de tonta no tiene un pelo.

‘Shake It Off’ es un tema pegadizo que disfrutarán los fans de la P!nk de los primeros 2000 y aunque sus trompetas suenen muy St. Vincent no quiero escucharla por iniciativa propia más veces. No hay quien soporte la voz aniñada de Taylor». María Clara Montoya.

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Publicado por
JNSP
Tags: taylor swift