Uno de los dos guionistas de ‘Frank’, Jon Ronson (célebre por su novela ‘Los hombres que miraban fijamente a las cabras’), conoció a Sievey a finales de la década de los ochenta. Fruto de su amistad y trabajo juntos nació este guión: una mezcla de homenaje reivindicativo, autobiografía oblicua (no por casualidad el joven protagonista se llama Jon) e invocación del espíritu de otros músicos singulares y geniales como Daniel Johnston o Captain Beefheart.
Frank y Jon. La música o la fama. El director Lenny Abrahamson (‘Adam & Paul’, ‘Garaje’) construye su película muy eficazmente sobre esta vieja dicotomía, acerca de la tensión entre la creatividad y la comercialidad que representan los dos protagonistas: la pasión por la música o por los focos, la pose excéntrica o la genuina excentricidad, tocar música exigente en un bar de carretera o hacerla más accesible para el público del South By Southwest.
‘Frank’ es una comedia genuinamente excéntrica, un ‘Amadeus’ indie donde el ambicioso y mediocre Salieri/Jon intenta explotar para su propio beneficio el talento del genial y vulnerable Mozart/Frank. Michael Fassbender pone su voz y su rotunda presencia física –su expresión corporal- a un personaje oculto tras una inquietante máscara, una enorme cabeza de cartón con cara de dibujo animado que le sirve como refugio y lugar desde donde interpretar, a lo Ian Curtis, canciones como esa brillante ‘I Love You All’ con la que concluye la película. La música como medio de expresión y escondite para seres frustrados (Jon) o quebradizos (Frank) . 8,2.