Os hacéis llamar Matrimonio y lo cierto es que sois pareja. ¿Qué surgió primero, el amor o el proyecto artístico que os une?
Juan Carlos: «Matrimonio es el nombre por el que se conoce la tapa de anchoa y boquerón en la zona del Levante español. Cuando lo vimos en un bar se nos ocurrió que sería divertido usarlo como nombre artístico, por la doble connotación».
Gloria: «Primero surgió el amor, luego el canturreo casero como si nada y de repente resulta que teníamos un grupo (por cierto, que la anchoa es salada y el boquerón es en vinagre. No digo más)».
«Ya volvemos a tener canciones para otro LP, que grabaremos este año, espero»
Sacasteis vuestro primer EP a finales de 2013 y un año después ha llegado vuestro disco. ¿Habéis dedicado todo este tiempo a pulir canciones que teníais ya escritas, a componer o a ambas cosas?
JC: «De todo un poco, aunque las canciones del LP ya las grabamos durante el verano de 2013. Cuando salió el EP [estas] ya estaban listas. Ahora ya volvemos a tener canciones para otro LP, que grabaremos este año, espero».
G: «Retrasó un poco la salida del LP un motivo extra-musical, la concepción de la portada, que corría de mi cuenta. Me costó bastante dar al fin con una idea visual que me gustara y que sintonizara con lo que para mí transmitían las canciones».
‘Matrimonio’ tiene un sonido muy concreto, el de canciones pequeñas, acústicas, donde priman guitarra y melodía vocal y los adornos instrumentales permanecen en un segundo plano. Conseguís que suenen fáciles. ¿Es el proceso de composición más difícil de lo que parece?
JC: «No, en absoluto. Es muy rápido. Todo surge espontáneamente y tal como vienen las canciones, así se quedan. No me gusta darles muchas vueltas».
G: «Doy fe».
¿Qué aporta cada cual a Matrimonio? ¿Cuál es la ecuación que resulta en vuestro sonido?
JC: «Yo aporto las canciones y Gloria las suaviza un poco con su voz y les da un pequeño impulso rítmico».
G: «A veces Juan Carlos califica mi aportación vocal de mero “colchón”. ¡Lo que tiene una que aguantar! Él manda en lo musical, que es lo esencial, y ahí yo generalmente me amoldo, aunque siempre puedo aportar mis pequeños arreglos de melódica o xilofón, segundas voces… Donde yo llevo la voz cantante es en la parte visual: portadas, videoclips…»
La producción de ‘Matrimonio’ suena humilde, casera, de «baja fidelidad», como vosotros mismos apuntáis en vuestra página de Bandcamp. ¿Hasta qué punto estáis interesados en las posibilidades de la producción en estudio? ¿O es el encanto de la producción casera mucho más poderoso y eficaz para lo que queréis expresar?
JC: «Creo que lo que hacemos perdería sentido en un gran estudio. Esto no deja de ser algo muy de andar por casa, de naturaleza amateur. Una extensión de nuestra vida en común».
G: «En el primer disco de Dos Gajos se escuchaba el zumbido de las moscas; en el segundo, pájaros, y en el de Matrimonio, los pasos de Cacahuete, la perra que sale en la portada del disco. No sé qué más se puede pedir».
¿Han sido Moldy Peaches realmente una influencia para vosotros o estáis un poco hartos de la comparación porque hay muchos otros artistas en la línea?
JC: «Nunca había escuchado a ese grupo hasta que empezaron las comparaciones con Dos Gajos. Personalmente, veo más diferencias que similitudes, la verdad. Tengo la impresión de que los críticos se aferran con demasiada celeridad a los aspectos más anecdóticos o superficiales, como el hecho de que seamos chico y chica, en vez de centrarse en la sustancia, en la “chicha” del grupo, si la tiene, en la manera de tocar y cantar, en las letras, en el sonido… Además, esto de comparar grupos me parece algo tan subjetivo que no sé si tiene mucho sentido hacerlo tan a la ligera».
¿Creéis que la inclusión de algún tema vuestro podría pegar si tuviera difusión, como a ellos les pasó con ‘Juno‘?
JC: «Ni idea».
Juan Carlos, este es tu segundo proyecto junto a una voz femenina. Dos Gajos contaba con la voz de Esperanza Collado y en Matrimonio interpreta contigo Gloria. ¿Necesitan tus canciones una voz femenina o es algo que sucede de manera natural?
JC: «No necesariamente. Es una debilidad personal. Siempre me ha atraído la combinación de voz masculina y femenina. De hecho, en otro disco que he publicado este año, con el nombre de Baladista, no tenía pensado usar voz femenina y al final no pude resistirme a incluir la voz de Gloria. Soy débil».
Gloria, eres artista visual, pero imagino que, al formar parte de un grupo musical, la música ha debido de ser más o menos importante en tu vida. ¿Es así? ¿Qué artistas o grupos te han inspirado o fascinado?
G: «¡No soy artista visual! Esporádicamente realizo «collages» y películas domésticas en super8 que en ocasiones convierto en videoclips (esencialmente para los grupos de Juan Carlos, estos son, Dos Gajos, Baladista y Matrimonio), pero esto es más una afición que otra cosa. Trabajo en el ámbito del cine experimental y de artistas, pero desde el lado de la gestión, que no es tan vistoso. Eso de “artista visual” me parece que salió inicialmente en la web a raíz de una pequeña colaboración que hice en un videoclip de «collage» animado, y a partir de ese momento –es lo que tiene Internet– siempre se me pone esa etiqueta, supongo que precisamente por carecer de pasado musical.
Es verdad que hasta Matrimonio nunca había estado en un grupo, pero la música siempre ha sido central para mí, seguramente por influencia familiar: a mi padre le gustaba el folk y los cantautores latinoamericanos como Violeta Parra y a mi madre la bossa-nova y la chanson francesa. Supongo que gran parte de lo que yo escucho habitualmente, como Nick Drake, Bridget St. John, Jonathan Richman, la Velvet Underground, Nico, Serge Gainsburg o Lorena Álvarez, deriva esencialmente de esa música de mi infancia. Curiosamente, la crítica nos suele asociar con dos de mis grupos de cabecera, Vainica Doble y Le Mans, cuando para Juan Carlos, que es quien hace las canciones, estos dos grupos no son referencia en absoluto».
¿Cuál es vuestra relación con plataformas como Spotify o Bandcamp? ¿Creéis que este tipo de plataformas ayudan a grupos noveles como Matrimonio del mismo modo que perjudican a artistas más veteranos o a estrellas multimillonarias como Taylor Swift?
JC: «Pues es una relación forzada. Si no estás en esas plataformas, no te escuchará casi nadie, por desgracia. Yo no uso ninguna de las dos, pero soy consciente de que la gran mayoría de la gente que escucha música hoy, lo hace de esa manera».
G: «Nosotros preferimos escuchar los discos en vinilo, si puede ser. Spotify, Bandcamp u otras plataformas similares me sirven como mucho para tantear si un grupo que me han recomendado realmente me gusta, y si es así voy a la tienda y me compro el disco».
«Esta vez habrá más instrumentos y ya no sonaremos tan, tan parcos»
¿Cuáles son vuestros planes para el futuro?
JC: «Espero poder grabar más canciones este año. Esta vez habrá más instrumentos y ya no sonaremos tan, tan parcos».
G: «Me encantaría seguir tocando en directo por ahí con el gozoso acompañamiento de Jordi, Marc y Francina de Doble Pletina, y también, si surge, colaborar puntualmente con otros grupos y músicos locales que me gustan mucho, como Lorena Álvarez (a quien ya he tenido el honor de acompañar en varias actuaciones como miembro numerario de su Coral Bistuer), Imperio, Arponera…