Entre los pros, alguna novedad tipo el single de Rihanna, que no aparece en su competencia, alguna exclusiva en forma de documental, y las playlists editoriales que muestran temas influyentes en Coldplay, temas producidos por Ariel Rechtshaid, etcétera. De manera significativa, sólo en la APP de móvil aparecen en «track info» los créditos de las canciones, una carencia imperdonable hasta ahora en otros servicios. Aparecen autores y letristas, faltan productores, pero nos estamos aproximando a algo.
Calidad aparte, no muy apreciable si no puedes enchufar el servicio a un equipo de alta fidelidad (el mío, por ejemplo, no lo permite a pesar del manual de instrucciones enviado mediante mailing) o con unos cascos de alta gama, se echa bastante de menos una buena aplicación para ordenador (sólo funciona a través de navegador web). Pero también hay unas llamativas ausencias en el catálogo:
Los Beatles se rindieron a Apple y hace un par de temporadas aparecieron en iTunes después de años de negativa. Pero nunca han llegado al streaming. Habría sido un tanto enorme para Tidal presentarse online con todo el catálogo de la banda más pirateada del mundo. Únicamente podemos encontrar canciones sueltas de algún directo, alguna rareza, alguna entrevista… Lo de siempre en estos casos. De su discografía oficial, ni rastro.
Taylor Swift se ha convertido recientemente en la enemiga pública número 1 de Spotify y otras plataformas de streaming, retirando no sólo su último disco, el millonario ‘1989‘, sino absolutamente todo su catálogo. No le apetece compartir su música gratis. Tidal no es gratis en ninguna de sus formas salvo durante el primer mes de prueba, así que no se entiende muy bien por qué no aparece entre los 16 elegidos. Taylor Swift es la persona que más discos vende en todo el mundo en este momento y últimamente es amiga de Madonna, así que no se han podido olvidar de ella. No cabe otra opción: no han podido convencerla… salvo de recuperar su catálogo. Sus discos anteriores, como se había anunciado, sí están en Tidal.
Aunque hay gente más rica y menos rica entre los 16 iluminados, de Madonna, supuestamente la más rica, a J. Cole o Arcade Fire, los menos ricos; se habría agradecido un guiño a algún artista underground en la rueda de prensa. No necesariamente tan desconocido como Flying Lotus, ¿pero qué tal Björk, que acaba de decir que preferiría que Spotify funcionara como Netflix
, siendo de pago para los estrenos, y sólo gratis para discos antiguos? No sabemos si imaginamos a Björk entre toda esta gente, pero habría estado bien ver ‘Vulnicura‘ en el catálogo: tampoco se han apuntado ese tanto. De hecho, hay artistas bastante famosos, como Garbage, preguntándose en qué les beneficia todo esto: antes los intermediarios no eran músicos y ahora sí. Pues vale.El catálogo de Tidal no es mayor que el de Spotify (25 millones de pistas frente a 30 millones). A falta de que se complete en los próximos meses, de momento se echan de menos bastantes discos, hasta el punto de que la selección de los artistas españoles parece bastante aleatoria. De La Casa Azul y La Bien Querida, que nunca se han movido del mismo sello, aparecen unos discos sí y otros no. Sí encontramos ‘El sonido efervescente de La Casa Azul’ pero no ‘La revolución sexual’. De La Bien Querida sólo aparece ‘Ceremonia’. Ni rastro de Single. Del sello El Genio Equivocado aparecen Cosmen Adelaida, pero no Odio París. No busquéis a Papaya, Sagrado corazón de Jesús, Ataque de caspa, ni a la chilena Javiera Mena, que sólo aparece mediante featurings.
Aparte de que Adele no está entre los 16 elegidos después de haber vendido 30 millones de discos de ’21’, no habría estado mal que el lanzamiento de Tidal hubiera coincidido con el lanzamiento sorpresa y en exclusiva a través de esta plataforma de ella o -es lo mínimo- de alguno de los artistas implicados. ¿Por qué no esperar a qué estén listos los discos de Rihanna o Kanye West, a punto de caramelo? ¿Tanto miedo les da el alcance que puedan perder? ¿Acaso quieren asegurar mejor sus ventas con iTunes? A menos que se reserven este golpe de efecto para las próximas semanas, ¡así no vais a convencer a nadie!
Desde hace un tiempo, es habitual que las novedades se estrenen antes de tiempo en webs como NPR, The Guardian o blogs de moda. Habría sido una idea estupenda para su propio negocio que Tidal se presentara como una plataforma que, ya que es de pago, anticipara los streamings de los discos, generando de hecho ingresos para los artistas, ofreciendo un verdadero aliciente a los consumidores, desmarcándose de la competencia y evitando reproductores tan desagradables como Pitchfork Advance. No encontramos en Tidal los discos inminentes de East India Youth o Say Lou Lou.