Madonna y la sexualización del pop pasados los 50: revelación o timo

Filtraciones como churros, lamentos instagrameros, una caída delante de millones de espectadores que gracias a Dios no fue a más y ya se puede ver como una mera anécdota y ahora una sexualizada y explosiva performance televisiva. Madonna ha copado muchos titulares (voluntaria e involuntariamente) durante los últimos meses en torno a la salida de ‘Rebel Heart‘. Leyendo algunas de las críticas, en gran parte de ellas se repite un leitmotiv digno de debate: la utilización del sexo como reclamo y arma publicitaria para una artista de 56 años como ella. NME y el prestigioso The Guardian, por ejemplo, comenzaban sus críticas musicales del disco hablando de su edad.

Indiscutiblemente, desde los inicios de su carrera, Madonna ha sido una pionera a la hora de vender el sexo y copar noticias lascivas. Pero ahora, lejos de relajarse en ese sentido y mutar en una señorona, ha vuelto a valerse explícitamente de esos estímulos para demostrar al mundo que la edad no es un impedimento para sentirse sexy y, ya de paso, proyectar un novedoso mensaje muy necesario en la industria del pop. Ni Cher ni Tina Turner, por mucha pierna que enseñara, explotaron su faceta más sexual cuando tenían la edad de nuestra protagonista, por lo que Madonna vuelve a sentar cátedra en el asunto y está allanando el terreno para que las artistas más veteranas no se empequeñezcan ante esas rivales mucho más jóvenes que están repitiendo exactamente los patrones cimentados décadas atrás. ¿Veremos a Beyoncé, Lady Gaga, Katy Perry o Rihanna vender su sexualidad también a los 50 o lo evitarán tras las críticas que recibe Madonna?

Acerca de esta revolución pop MILF (por denominarla de algún modo) que ella misma está abanderando en solitario, Madonna se pronunció durante una entrevista con la edición estadounidense de Rolling Stone. “Cuando hice mi libro ‘Sex’, no era lo corriente. Cuando interpreté ‘Like A Virgin’ en los MTV Awards y mi vestido se subió y enseñé el culo, se consideró un total escándalo. No era lo corriente entonces y ahora sí que lo es. Cuando hice ‘En la Cama con Madonna’ y las cámaras me seguían allá donde iba, tampoco era lo corriente. Así que si tengo que ser la persona que abra las puertas para que las mujeres crean, entiendan y se abracen a la idea de que ellas pueden ser sexuales, verse bien y sentirse relevantes a los 50, a los 60 o lo que sea como si tuvieran 20 años, entonces que así sea”, decía al respecto, negándose a convertirse en una víctima de la discriminación por edad

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Temas como ‘Holy Water’ (una canción sobre una comida de coño, tal cual) o ‘S.E.X.’ de su nuevo disco afianzan esta idea. La performance de ‘Bitch I’m Madonna’ en el programa de Jimmy Fallon, tan divertida como soez, sigue la misma línea. Del mismo modo que la portada de la edición Super Deluxe del disco, en la que parece que rescata aquel álter ego llamado Dita que tanta controversia generó a principios de los noventa con el lanzamiento de ‘Erotica’ y el aún cotizadísimo ‘Sex’, donde simuló sus mayores fantasías sexuales ante la atenta mirada del fotógrafo Steven Meisel. La sesión de fotos para la revista Interview (donde no ha dudado en mostrar otra vez más sus dos mayores atributos) o el calvo que espontáneamente realizó en la alfombra roja de los últimos premios Grammys, asimismo, también pueden enmarcarse en esta nueva dinámica, que en la era ‘MDNA’ únicamente explotó cuando mostraba el culo y algún tímido pezón mientras interpretaba ‘Like A Virgin’ en directo.

Pero aun con esas, el actual reciclaje de la estratagema sexual corre un peligro: la indiferencia más absoluta por parte de un público curado ya de espantos. ¿Es tan revolucionario todo esto a estas alturas? Cuando Madonna visitó el plató de Le Grand Journal en Francia, en la sección ‘The Question Box’ le pidieron que mostrara por qué era la reina de la provocación. Para ello, no dudó en tocarse sus partes bajas emulando aquella masturbación ficticia que tantas ampollas levantó durante el ‘Blond Ambition Tour’. Los foros de internet y las redes sociales se dividieron al ver esa estampa entre los que consideraban del todo innecesario, vulgar y carente de cualquier tipo de reivindicación o provocación aquella escena, y aquellos que aplaudían la valentía de Madonna de ponerse el mundo por montera y hacer lo que le sale del arco de triunfo sin importarle lo más mínimo el qué dirán. Madonna, para bien o para mal, siempre ha sido así. Y lo mismo ha sucedido tras la actuación de Jimmy Fallon. «Antes me reía CON Madonna», opinaba ayer un usuario en Popjustice, refiriéndose a lo soez que le resultaba, sin más.

Como es obvio, en estos tiempos en los que Nicki Minaj puede hipnotizar a cualquiera moviendo sus robustas nalgas y Miley Cyrus ha tomado las riendas de la princesa pop hipersexualizada, Madonna ya no puede escandalizar a nadie en su sano juicio porque ha hecho cosas muchísimo más transgresoras años ha. Avanzándonos a las lenguas viperinas que vendrán, seguro que leeremos cosas tipo “¿y no le da vergüenza a su edad mostrarse así?”. Pues no. Quizá debería ir pensando en otra forma de revolucionar o provocar para los próximos años, pero si alguien ejemplifica esa manida afirmación de que para bien o para mal lo importante es que hablen de uno, esa es Madonna. Y ahora, por muchas maliciosas críticas que le puedan caer, es totalmente consciente del papel que ocupa y el interesante a la par que inédito capítulo que está escribiendo en la actual historia del pop.

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Publicado por
Sergio del Amo
Tags: madonna