España rockea (cuando se trata de macroconciertos)

Recientemente se puso sobre la mesa un interesante debate acerca de la viabilidad de la nueva tarifa plana que la SGAE planea imponer en los espectáculos con aforos de menos 1.000 asistentes. En España más del 80% de los conciertos que pueden verse responden precisamente a este aforo reducido, pero también existe una realidad paralela que, a pesar de la crisis, mantiene el tipo más que bien: los macroconciertos.

Este mes U2 han actuado durante cuatro días en el Palau Sant Jordi de Barcelona con todo el papel agotado con meses de antelación. Pero si echamos la vista un poco más atrás también habría que destacar cómo AC/DC en apenas unas horas consiguieron vender todos los tickets de sus conciertos de mayo en el Estadio Olímpic Lluís Companys y el doblete que hicieron en el Vicente Calderón de Madrid; la exitosa parada del ’14 on Tour’ de The Rolling Stones en el Bernabéu; cómo Muse colapsaron la red cuando se pusieron a la venta los dos conciertos que tienen programados para el próximo año en el Barclaycard Center de la capital, o el frenético ritmo de compra del único show que Foo Fighters realizará también en el Palau Sant Jordi el próximo mes de noviembre (sólo quedan entradas de visibilidad reducida). A duras penas se llenan los locales pequeños, pero otro gallo canta cuando hablamos de arenas o grandes estadios en estos casos. Y ya no digamos cuando el artista o la banda en cuestión pertenecen al género del rock.

Curiosamente, aun siendo en arenas, los más recientes conciertos pop de artistas internacionales como Kylie Minogue (que a duras penas pudo llenar la mitad del aforo), Ariana Grande (con llenazo relativo porque no se vendieron entradas del tercer graderío del Sant Jordi) o Katy Perry (sold out aparente, aunque en el último minuto) no arrastraron a las masas de una forma equiparable a la de los artistas mencionados en el párrafo anterior. E incluso alguien como Madonna, que entre 2008 y 2009 hasta recaló en cinco ocasiones en grandes recintos de nuestro país con la excusa de su ‘Sticky & Sweet Tour’, ahora está sufriendo algo más de la cuenta para llenar las dos fechas que tiene programadas en Barcelona el 24 y el 25 de noviembre.

Puestos a hallar una teoría habría que detenerse en la fidelidad que los fans depositan sobre tótems eléctricos de los espectáculos en vivo como U2, Bruce Springsteen, The Rolling Stones o AC/DC (quienes jamás tienen problemas en vender entradas como churros) y lo volátil que es el consumidor de música pop en cuanto a gustos se refiere. Los «dinosaurios del rock», y que nadie se ofenda por el término, siguen siendo una apuesta segura para las promotoras por mucho que el importe de sus boletos no difiera en exceso del de aquellos de índole más pop.

Aunque también este hecho viene influenciado por el calado de sus respectivos álbumes de estudio. Ahí está el claro ejemplo de AC/DC, quienes a pesar de haber editado un ‘Rock or Bust’ que ni de lejos puede hacer sombra a sus pretéritos éxitos previos, ha conseguido despachar casi tres millones de copias en todo el mundo con total facilidad mientras que Madonna, por su parte, se ha quedado estancada en las 800.000 copias de su ‘Rebel Heart’. Cuantos más discos se venden mayor es la garantía de llenar un gran recinto, pero no hay que obviar que la fidelidad que predican los fans de estas bandas rockeras (independientemente de si el material que lanzan es bueno o no) es mucho más sólida e incondicional que la de los consumidores de música pop.

A nivel internacional, en cuanto a giras más exitosas se refiere, también se repite el mismo patrón. A la espera de que se detallen aquellas que más han recaudado mundialmente en 2015 (Fleetwood Mac, U2, Taylor Swift, Katy Perry, los Stones y la propia Madonna muy probablemente estarán en la tabla alta de la lista), el top 5 histórico de los últimos años también viene dominado por la misma dinámica. En el primer lugar hallamos el ‘360º Tour’ de Bono y compañía con 736 millones de dólares; en el segundo el ‘A Bigger Bang’ de The Rolling Stones con 558 millones; en el bronce la última representación del ‘The Wall’ de Roger Waters con 458 millones; en cuarto puesto el ‘Black Ice World Tour’ de AC/DC con 441 millones y, por quinto y último lugar, el anteriormente mencionado ‘Sticky & Sweet Tour’ de Madonna con 408 millones recaudados en total.

A falta de que en los próximos meses conozcamos cuáles serán los principales reclamos en directo de la próxima temporada (se oyen fuertes rumores de una vuelta de U2 a nuestro país y una posible gira mundial del «Boss»), indiscutiblemente España y el mundo entero prefiere gastarse sus ahorros rockeando.

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Publicado por
Sergio del Amo