‘Scream Queens’: ¿es Ryan Murphy el emperador desnudo?

Hubo un tiempo en el que creía a pies juntillas que Ryan Murphy era lo más parecido a un genio televisivo que teníamos en el panorama internacional. Apuntó maneras con ‘Nip/Tuck’, y se demostró capaz de retratar a una determinada capa de la sociedad con un punto ácido, sarcástico y cómico, pero manteniéndose fiel a lo que estaba retratando. Tanto es así que después me enganché a ‘Glee’ (y me pareció una genialidad durante muchas temporadas) y posteriormente aplaudí ferozmente ‘American Horror Story’, la serie que nos trajo a Jessica Lange de vuelta a la pequeña pantalla.

Pero como en todos los romances, ay, Murphy, se nos rompió el amor de tanto usarlo. La descarada copia de ‘Modern Family’ (o el ejercicio de autocomplacencia, porque no me quedó muy claro qué era aquello) que perpetró en ‘The New Normal’ me hizo ver que el emperador iba algo más desnudo de lo que yo creía. Algo que me quedó claro en la desastrosa cuarta temporada de ‘American Horror Story’. Aun así, que Ryan y yo hayamos partido peras hace tiempo no significa que no siga interesándome su trabajo: cuando me enteré de que presentaba una nueva serie, ‘Scream Queens’, no pude evitar interesarme por ella y por una trama que, a priori, me parecía interesante. Una serie que recupera el terror adolescente (¡con lo que a mí me gustaron aquellas moñadas de ‘Scream’ y ‘Sé lo que hicisteis el último verano!) y sacaba a relucir su vis más cómica.

A quien ya le huela la cosa a chamusquina, está en lo cierto. Murphy ha pasado dos de sus series más exitosas por la batidora y ha creado un Frankenstein que no hay por dónde cogerlo. ‘Glee’ y ‘American Horror Story’ toman forma aquí en lo que muchos ven «una sutil crítica a la jerarquía existente en el sistema universitario estadounidense», pero lo que yo veo aquí no es más que una sarta de situaciones mil y una veces repetidas, un ensañamiento sin igual con ciertos personajes femeninos y un abuso del cliché que, lejos de resultar cómico, resulta francamente repetitivo e innecesario.

Una cosa sí está clara: aunque muchas de sus bromas no sean graciosas (la escena cumbre de Ariana Grande es un bluff en toda regla), Murphy es un productor estupendo. Otro no conseguiría convertir a Jamie Lee Curtis en la Decana más déspota y despiadada del mundo, ni escribir un papel gay para Nick Jonas y conseguir que este se pasee constantemente sin camiseta o marcando cacha. Definitivamente, Murphy, tienes a tu público bien identificado. Eso sí, cuando el capítulo se acaba y ves que no has esbozado más que un par de sonrisillas en todo el episodio, la sensación que te queda es un tanto amarga.

Calificación: 5/10
Destacamos: lo pesado que es Murphy usando siempre a los mismos actores. ¿Qué tal hacer un casting de cuando en cuando?
Te gustará si: ‘Glee’ y ‘American Horror Story’ son tus series de cabecera. O si tienes todos los DVDs de ‘Scream’.
Predictor: en lo que va de serie, la audiencia ha caído a aproximadamente la mitad.

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Publicado por
Lolo Rodríguez