Beach House / Thank Your Lucky Stars

Cuando Beach House anunciaron ‘Depression Cherry‘, su quinto álbum de estudio, a finales del pasado mes de mayo, la nota de prensa informaba de que “la banda ha[bía] dejado las canciones en su mínimo esqueleto, volviendo a la simplicidad que predominaba en sus primeros trabajos” y que la grandilocuencia con la que el dúo de Baltimore había abordado sus dos discos previos hasta el momento quedaba en realidad «lejos de sus tendencias naturales”. ‘Depression Cherry’ sería, por tanto, la consecución lógica de su carrera ascendente: un regreso a las raíces.

Menos de dos meses después de la llegada de ‘Depression Cherry’ al mercado, sin embargo, Beach House anunciaban nuevo álbum, ‘Thank Your Lucky Stars’, para la semana siguiente y, asimilado ya todo este material nuevo, parece que aquella nota de prensa hablaba en verdad más de este disco que del anterior, porque si ‘Depression Cherry’ era una vuelta a los orígenes, que lo era en cierta parte, ‘Thank Your Lucky Stars’ va más allá en su regreso a la sencillez instrumental y a la modestia de sus canciones y arreglos. Casi habría tenido más sentido que fuera su primer disco.

El grupo, por eso, desmentía que ‘Thank Your Lucky Stars’ se tratara de una «pieza de acompañamiento» al álbum anterior o de una colección de caras B y aseguraba, en su lugar, que era un álbum compuesto durante las mismas sesiones que ‘Depression Cherry’ pero tan diferente como dotado de identidad propia, por lo que, lógicamente, debían sacarlo. E insistía, también, en que no es un disco sorpresa sino un experimento con su manera habitual de sacar discos al mercado hasta el momento, lo cual incluye promos a la prensa y filtraciones indeseadas con meses de antelación.

Una comparación rápida de las primeras pistas de estos dos discos, ‘Levitation’ y ‘Majorette’, demuestra la claridad del giro: los teclados son ahora menos prominentes a excepción de ocasiones muy estratégicas; el elemento onírico e ingrávido de su música, por lo tanto, queda en un segundo plano y, en su lugar, las guitarras y ritmos programados de Alex Scally y la voz de Victoria Legrand toman el protagonismo, desnudando la melodías instrumentales y vocales a su esencia y haciéndolas, por lo tanto, más accesibles en un primer acercamiento. Ese «imitation / red carnation» introductorio puede incluso sonar ligeramente agresivo en comparación con la vaporosa amabilidad que definía ‘Depression Cherry’ desde el principio.

Lo que pocos esperaban, quizás, era que, de estas dos, ‘Majorette’ fuera la mejor canción. Porque no, esto no es en absoluto un disco de descartes sino una colección de canciones igual de merecedora de nuestra atención que todo lo que ha publicado Beach House hasta el momento. Y esta canción en particular, especialmente su final, con ese «watch it spin like that» repetido hasta el ensueño, es inolvidable, como también lo es el órgano gótico de ‘Somewhere Tonight’, que añade un punto de color a un vals decadente que suena confeccionado para que Audrey Horne lo baile. Es un momento melancólico y de gran belleza.

Ambas canciones son un recordatorio ideal de que la esencia de Beach House reside, como la de varias de sus bandas de referencia, en el pop vocal de los 60: su ángulo ha sido siempre ralentizarlo, hacerlo sonar como un recuerdo lejano y borroso, como la memoria de una «girl group» erosionada por el paso del tiempo. Y, aquí, el resultado da para canciones tan bonitas como ‘She’s So Lovely’, de punteos ascendentes tan simples como efectivos, o ‘Elegy to the Void’, un corte de ritmos lánguidos pero implacables que contiene el solo de guitarra más inspirado de todo el disco.

No exento de momentos más modestos como ‘Common Girl’ o ‘All Your Yeahs’, que también los había en ‘Teen Dream‘ y ‘Bloom‘, por otra parte, el genio de todo lo demás compensa la escucha de este ‘Thank Your Lucky Stars’, como ‘Depression Cherry’, repleto de matices a descubrir con las escuchas. Hablo, por ejemplo, del hermoso solo de órgano de ‘The Traveller’; del sutil clímax de ‘Rough Song’, una pequeña pero preciosa joya de la simplicidad pop imposible de ignorar, o los mencionados punteos de ‘She’s So Lovely’, a cada escucha más bonitos.

Si Beach House es un grupo de «pop onírico», ‘Thank Your Lucky Stars’ es un sueño lúcido, la obra de un grupo operando en la esfera de los sueños pero con la mente bien despierta. El resultado es un trabajo de paisajes despejados y con los pies en la tierra pero igual de inquietantes, surrealistas y hermosos que siempre. La conclusión es clara: este disco era demasiado bueno para quedárselo. «Demasiado de algo bueno», defienden algunos. Pero, de momento, con Beach House y, en particular, gracias a los dos álbumes que han sacado este año, demasiado vuelve a no ser una opción.

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: beach house