Para los raros-rarísimos que tenemos severos problemas para soportar la voz de Natalie Prass, este nuevo disco de Bentley grabado con sus músicos (Pinson Chanselle, Trey Pollard y Cameron Ralston aparecen en los créditos de ‘Natalie Prass’) es todo un consuelo: muestra un interés parecido por la balada y la canción de los 70 con cierto poso soul, ya más que intuido en álbumes pasados, pero con un timbre mucho menos polémico. Aunque si tuviera que quedarme con algo positivo de este álbum sería su amplitud de miras. Sí, ‘Remedy’ parece reivindicar a los Carpenters y ‘Effort and Joy’ a Bacharach, pero el final de la primera es machacón e hipnótico como un hit psicodélico underground y la segunda no prescinde de una percusión latina entre cuerdas majestuosas tamaño salón de baile. En la misma línea, la costumbrista ‘When I Get Back Home’, que en verdad termina aproximándose un poquito a un musical tipo ‘Grease’.
Tras la prescindible introducción de ‘Pegasus’, ‘What Will You Dream‘ suena más todavía a megahit, con una conjugación sobresaliente entre ese pre-estribillo que parece el estribillo y el estribillo real, sonando además cercano al dream pop de gente tipo Desert, y muy adecuadamente porque su mismo título es onírico y su ambientación por tanto idónea para esa letra tipo «vidas cruzadas» llena de interrogantes y fantasía. A su lado, el resto de canciones palidecen algo, resultando más curiosas que brillantes: ‘Sweet Susie’ es la rara, la que alterna belleza y terror distorsionado… quizá sólo para que ‘Our Word’ parezca más pop de lo que es. Sin embargo, el puntito Stereolab de ‘Mid September’ sin abandonar la pizca de americana de ‘Water’ confirman que la dirección artística tomada por Alondra Bentley ha sido la mejor posible: fiel a sí misma pero introduciendo novedades.
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘What Will You Dream’, ‘When I Get Back Home’, ‘Remedy’
Te gustará si te gusta: Matthew E. White, Carpenters, Desert, Boat Beam
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