Cinco potentes novelas gráficas que tener en cuenta

Niklas Asker / Doble Sentido: ‘Doble sentido’ es la primera publicación del sueco Niklas Asker, que cuenta con pocos antecedentes significativos como ilustrador. A pesar de ello reconocemos sus recursos enseguida en cuanto a inmediatez, entusiasmo directo en vena y mimo en los detalles. Su estrategia es solapar emociones manteniendo un equilibrio en la balanza -sin terminar de inclinarse definitivamente- entre la esperanza y la desconfianza.

Con estas premisas, ‘Doble Sentido’ trata de dos relaciones de pareja, entrecruzadas en un contexto urbano, que pasan por un momento crítico. Con tintes cinematográficos y presión contenida, al final más que con respuestas o un desenlace, te encuentras sin saber con cuál de los cuatro personajes te sientes identificado, con cuál más afectado o simplemente cuál deseas seguir imaginando. 8.

Michael Cho / Ladronzuela: Sin duda lo más llamativo en los dibujos de ‘Ladronzuela’ del coreano Michael Cho, afincado en Canadá, es su apariencia serena en tonos salmón, sin estruendos y como si hablara en voz baja. Un toque íntimo que su autor utiliza para someter al lector a las confesiones que Corrina Park, una escritora que estudió literatura, irá realizando sobre un trabajo no deseado en publicidad.

Sin servir como resumen de nuestras vidas particularmente, en este primer trabajo de Michael Cho encontramos ese punto fortuito que hoy violenta nuestra existencia: ¿qué hacer con la desilusión para que no menoscabe las aspiraciones? 8.

Jaime Hernandez / Chapuzas de amor: Es un hecho indiscutible que Jaime Hernandez está considerado como uno de los historietistas más relevantes del cómic americano. Su trayectoria se inicia hace más de treinta años, apoyado sobre todo en su hermano Beto Hernandez, con la edición de la revista ‘Love & Rockets’, que dio a luz la saga ‘Palomar’, donde sus autores huyeron del rigor de ceñirse narrativamente a un cuadrado ilustrado para discurrir por un lenguaje más amplio.

En ‘Chapuzas de amor’ encontramos la evolución de Maggie Chascarrillo, pero para quien desconozca el personaje, no será necesario saber mucho para quedar atrapado por la capacidad de síntesis de viñetas y diálogos. La naturalidad de la representación del día a día se entrelaza con el melodrama y la fortuna sin marcar ritmos y dejando transcurrir los hechos hacia un clímax impulsivo: el dilema puede estallar con una pintada en la pared, con un beso antes de bajarte del coche o con un mensaje de voz en el buzón del móvil. 8.

Ugo Bienvenu / Sukkwan Island: Ugo Bienvenu consigue con sus ilustraciones plasmar una atmósfera asfixiante a esta escalofriante historia. Basada en la novela de idéntico título de David Vann sobre su vida personal, se ubica en una inaccesible isla de Alaska y trata una complicada relación paternofilial.

No estamos ante una novela gráfica inofensiva, sino que asistimos al derrumbamiento entre un chaval de trece años y su padre recién separado. Ambos deciden pasar el invierno en una cabaña aislada de la civilización, más parecida a un pozo que a un hogar en el que resguardarse. Una pesadilla que pone a prueba la fortaleza mental de un adulto y de un adolescente, de la que es mejor no desvelar ni un solo detalle. 8.

W. Lupano y G. Panaccione / Un océano de amor: Durante un tiempo parecía que el cine mudo iba a asomar con cierta frecuencia en la cartelera, sobre todo tras películas como ‘The Artist‘ o ‘Blancanieves‘, pero finalmente fue un intento tímido y sin mayor trascendencia. Un género que en la novela gráfica no es intermitente: basta recordar ‘La ciudad’ de Frans Maserrel, ‘Arzach’ de Moebius, la saga ‘Frank‘ de Jim Woodring o en nuestro país ‘Aventuras de un oficinista japonés‘ de José Domingo, lo que sirve para preguntarnos por qué no se recurre a evitar diálogos, en beneficio del humor o el dramatismo, con mayor asiduidad.

Un reto, hacer una obra tan muda que ni siquiera tiene onomatopeyas, que abordan Lupano y Panaccione -como guionista e ilustrador respectivamente- en ‘Un océano de amor’, captando la atención del lector a través de un viejo pescador y su esposa cocinera. Aquí el dibujo tiene el objetivo -al igual que los protagonistas de esta historia con el mar de fondo- de no rendirse nunca ante la adversidad ni a la hora de explorar nuevos horizontes. 8.

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Publicado por
Sr. John