Hinds: «La prensa española nos está creando un trauma muy serio»

Pocas horas antes de un evento en el que actuaban en Barcelona el pasado mes de noviembre, las cuatro miembros de Hinds llegaban al céntrico local directamente desde el AVE procedente de Madrid, sin poder comer y «sin fumar». Antes de la prueba de sonido e ingiriendo refrescos y aperitivos a modo de avituallamiento, charlábamos ampliamente con ellas sobre el lanzamiento de su debut largo, el reciente y notable ‘Leave Me Alone‘, además de sus larguísimas e internacionales giras, la supuesta animadversión que generan en buena parte de la crítica nacional y el machismo reinante en la escena musical. Ana Perrote y Carlotta Cosials, las fundadoras del grupo, capitalizan la conversación esta vez, y parecen más comedidas (quizá cansadas) que en nuestro último encuentro. Hinds actúan el 30 de enero en Madrid y la venta de entradas va a mejor ritmo que la de sus discos en España. Tickets, en entradas.com.

Anoche tocasteis en El Sol (el 18 de noviembre). ¿Qué tal fue?
Carlotta: «De maravilla, moló muchísimo. Tocar en casa es algo raro, porque en contra de lo habitual te encuentras con caras conocidas, pero hubo mucha compenetración con el público, todos sabíamos por qué estábamos allí y fue muy guay».

«Esa cosa de la expectación es, con perdón, una cosa como muy de la prensa. Un fan no viene a ver si eres bueno o no, a ver si has merecido llenar una sala de 600 personas en Nueva York o lo que sea, vienen simplemente a pasarlo bien, porque les gusta nuestra música».

Y después de tocar por todo el planeta, literalmente, ¿qué diferencias veis entre tocar en Madrid y en otros lados?
Ana: «Seguro que es uno de los sitios más top del mundo, claramente, y no porque seamos de allí. Desde el tema dos, ‘Trippy Gum’, la gente ya se volvió loca».
C: «Tengo la sensación de que esa cosa de la expectación es, con perdón, una cosa como muy de la prensa. Un fan no viene a ver si eres bueno o no, a ver si has merecido llenar una sala de 600 personas en Nueva York o lo que sea, vienen simplemente a pasarlo bien, porque les gusta nuestra música».

Porque claro, habéis girado por todo el mundo. Algo que pocos artistas de aquí, de esta o cualquier otra generación pueden contar. ¿Cómo ha sido la última gira por USA, por ejemplo? ¿Cómo os sentís después de un año tan loco, cuando percibís a tanta gente pendiente de vosotras?
A: «Es como una bola de nieve que no frena, un engranaje que no para y que no queremos que pare. Pensando en girar más, hacer más cosas, más canciones…»
C: «Nosotras no vemos la salida del disco como una meta. En absoluto. Es como una más de las vallitas, de los hitos que vamos superando. Seguimos nuestro circuito de vallitas. Ya sabemos (en noviembre) lo que vamos a hacer hasta el mes de mayo. Me hace mucha ilusión la salida del disco, porque creo que cambiará un poco las cosas, pero nos sigue apeteciendo tocar, viajar… No tenemos días, físicamente, para hacer todo lo que queremos hacer».

¿Os quedáis con un momento concreto, un instante de este tiempo que no vayáis a olvidar jamás?
C: «América ha sido muy guay, ha sido de las giras más largas y te da tiempo a disfrutar más de todo. Además, todo ha ido exactamente como en la película que tienes en la cabeza, con un clima increíble, los viajes en coche. Y la gente es tan generosa… Aprecian la figura del músico, sienten que aportas algo bueno al mundo y te lo agradecen, sobre todo yendo desde aquí, de tan lejos».

Respecto al disco, en marzo nos quedamos en que ibais a grabar con Paco Loco como ingeniero de sonido en abril y producidas por Diego García de The Parrots. ¿Cuál es la sensación ahora que escucháis el disco terminado? ¿Estáis satisfechas? ¿Ha habido sorpresas?
A: «Al principio creíamos que íbamos 12 días a grabar, que al final por agendas se quedaron en 10 incluyendo la mezcla. Total, nos encontramos con 6 días para grabar, nos faltaba componer una y terminar otra… Fue un agobio. Salimos del estudio locas, para mal. Pero hubo suerte y pudimos volver unos días al estudio en junio, que fue genial porque tuvimos dos meses para escuchar las mezclas y pensar más las cosas, así que al final quedamos muy contentas».

«Me gusta que mi hermano, al que no le va nada todo este rollo, me diga que le motivamos para trabajar, porque así él cree que también puede hacer algo grande»

¿Qué es lo que os hace sentiros más orgullosas, en lo que os gustaría que se fijara la gente cuando lo escuche?
C: [Duda mucho] «Me gusta mucho, pero es un disco que… [vuelve a dudar] Nah, ¡no lo quiero decir! [risas] Me encantaría que dijeran que es un gran disco, para qué nos vamos a engañar. Me gusta que mi hermano, al que no le va nada todo este rollo, me diga que le motiva para trabajar, porque así él cree que también puede hacer algo grande. Ese tipo de comentarios [Risas]».
A: «Con que la gente no se quede en las canciones más conocidas y lo escuche entero ya me produce orgullo».

Escuchando el disco, es evidente que habéis hecho de la superposición de vuestras voces vuestra bandera. ¿Recordáis en qué momento os disteis cuenta de que eso os hacía especiales, que debíais tirar por ahí?
C: «En el minuto 1. Cuando surgió la semilla de hacer un grupo, lo primero que hicimos fue una cover de Bob Dylan y ya desde entonces lo teníamos claro, ya era Hinds».
A: «Como ninguna tocaba ni cantaba antes de eso, las dos estábamos al mismo nivel, no había roles, y las dos queríamos tocar y cantar, y así se quedó».

Por alguna razón el rollo twang instrumental a lo The Shadows de ‘Solar Gap’ nos parece que da mucho empaque al disco, justo a la mitad. ¿Es de vuestras favoritas o simplemente buscasteis algo atípico como cierre de la cara A del vinilo?
A: «A mí me encanta. No estaba pensada en ningún momento como una transición. Al principio, la veíamos más al final, pero cuando estábamos escogiendo el tracklist, nos encantó que fuera como una especie de cortinilla en medio del CD».
Ade (que interviene por primera vez): «Mola que aunque lo escuches en CD es como si fuera un vinilo».

¿Y la tocáis en directo?
A: «Sí, sí, seguro que sí».
C: «¿Sabes cuándo la tocamos? Cuando alguna está afinando o paramos por alguna cosa, nos arrancamos con ella».

Mencionasteis la otra vez que queríais alguna balada en el disco y ahí está ‘I’ll Be Your Man’, ¿es de las canciones más nuevas? ¿Estáis contentas con el resultado?
Todas: «Sí, sí».
C: «¿Sabes cómo la grabamos? Todas juntas, sentadas en el suelo alrededor de un micrófono, para mantener el espíritu relajado del tema. No sé si alguien se habrá dado ya cuenta [Nde: nuestro colaborador Jaime Cristóbal, en la crítica de ‘Leave Me Alone’, lo ha apreciado sin conocer el contenido de esta entrevista], pero esa canción nace de ‘Chili Town’, son los mismos acordes pero dados la vuelta. Nos flipaba hacer dos temas tan opuestos partiendo de una misma progresión de acordes, es un juego».

«Nos gusta un montón el rollo «arte y moda», pero no es que nos represente especialmente»

El punto lo-fi del tema contrasta con la estética a lo Godard de vuestro último vídeo, ‘Garden‘, en verdad bastante popero y pulcro estéticamente, de muy buena factura. ¿Os sentís cómodas en ese registro estético en contraste con lo que hacéis, o lo dejáis en manos de los expertos y expertas en videoclips, etc, y que hagan lo que quieran?
C: «Esto es todo cosa de Pedro [Nde: Martín-Calero, director del clip], pero nos cuesta mucho el momento zapato y el momento vestidito, se nos iba viendo el culo todo el rato, no estamos acostumbradas» [Risas].
A: «Nos gusta un montón el rollo «arte y moda», pero no es que nos represente especialmente».

¿Os identificáis más con el rollo del clip de ‘Chili Town‘, por ejemplo?
A: «Sí, claro. Probablemente en ese vídeo llevaba la misma ropa que me ponga esta noche para tocar [Risas]. Presupuesto 0, sin estilistas…»
C: «Pero, volviendo a ‘Garden’, nos moló meternos en otro mundo, cambiar de registro, disfrazarnos…»

En las entrevistas citáis a Black Lips, Strokes, The Libertines… vuestras influencias nos han quedado claras, pero encontramos cierto punto de conexión con el primer indie español, quizá por el rollo lo-fi, en algún punteo, algún riff… Hay algo en ‘Warts’ o en alguna guitarra suelta que conecta con el Donosti Sound o el Xixón Sound. ¿Estáis familiarizadas con él o para nada?
C: «Nos encantaría decirte que sí, pero no tengo ni idea de lo que has dicho» [Risas].

¿Dónde estabais en el 93?
Ade: «Yo ni había nacido» [Risas].
C: «Pero claro, si nos preguntan si escuchamos mucho garaje de los 60, también te diría que no y es cierto. Nosotras estamos más por apoyar la música que existe aquí y ahora, que está viva. Pero, obviamente, este garaje ha mamado de aquel garaje de los 60. Y, yo qué sé, si esta gente que dices escuchaba a la Velvet y a Jonathan Richman, pues ahí está».

Precisamente, hace poco, en el libro de Nando Cruz, se contaba que Nosoträsh estuvieron un año ensayando para ser ellas mismas y no otras personas, músicos de sesión, las que tocaran en su primer disco. ¿Teníais esa inquietud feminista o simplemente de orgullo propio? ¿Ser vosotras quienes tocarais todo? ¿Habéis sentido esa misma responsabilidad (vosotras mismas comentabais lo que habíais mejorado en la entrevista anterior) o no os ha importado que os echen un cable en el estudio con algún tipo de instrumento?


C: «Tío, ¡es obvio que hemos tocado todo nosotras!».
A: «¡Ni opción!».
Ade: «De hecho, el título va un poco por ahí, porque no queríamos que nadie se metiese por medio».
A [Nde: aún algo alucinada por la pregunta]: «En mi vida me había planteado algo así».

A ver, no es nada extraordinario que haya músicos de sesión en una grabación. Ocurre en discos de tíos también, ¿eh?. Y no hablo de un caso Milli Vanilli.
A: «Es que para mí eso no valdría nada, al menos en nuestras canciones. Me suenan bien porque las hacemos nosotras y las hacemos así».
C: «Es súper obvio que está tocado por nosotras, sin claqueta, y además es que tenía que ser así. Nunca nos planteamos otra cosa».

Esta pregunta viene un poco encaminada para hablar de los llamados micromachismos habituales en la escena…
C: «¿Eran todo chicas?»

«Aquí también lo petamos en shows como los de DCode, con la gente enloquecida, y leer las crónicas hace que eso se me olvide y me quede la mala sensación que me transmite lo que dicen tres personas»

Para situaros, entonces en la escena nacional era una rareza que hubiera un grupo solo de chicas, y Nosoträsh estaban muy juzgadas. Recuerdo en el primer o segundo FIB, que había una buen montón de tipos juzgando si tocaban mejor o peor.
A: «¡No jodas!».
C: «Estás describiendo a Hinds, nuestro día a día».
A: «Pero esto es algo sobre todo de la gente de prensa. Los fans no nos juzgan. Es más, son conscientes de que todo en este mundillo es más difícil para una chica, y aprecian lo que estamos haciendo. Las críticas de nuestros conciertos se resumen en «sonríen, luego son divertidas. La música es lo de menos». Y no están entendiendo nada. Parece que sólo se fijan en la música y no en la actitud si sales con cara de cabreo o de sosa. Y da mucha rabia, porque, con perdón, aquí también lo petamos en shows como los de DCode, con la gente enloquecida, y leer las crónicas hace que eso se me olvide y me quede la mala sensación que me transmite lo que dicen tres personas».
C: «La prensa española nos está creando un trauma muy serio».
A: «Es que además se retroalimenta. Al principio, no sabíamos apenas tocar y nunca lo escondimos. Y eso se ha quedado ya como un estigma, ya da igual que ahora seamos mejores músicas, que nos equivoquemos muy poco y que lo hagamos genial. Cuesta un montón convencer, parece que debes estar demostrando cosas continuamente y cansa».
C: «Entiendo que no es lo habitual ver a cuatro chicas ahí subidas, pero hay gente que se queda en eso y ya está, sin escuchar. Y lo que de verdad me revienta… Lo que nos revienta de veras…»

A ver si resulta que lo he escrito yo…
[Risas]
C: «¡No soporto cuando dicen que las letras son simplistas! ¿Has estado en el concierto? ¡Si a veces casi rapeamos!».

Precisamente os iba a preguntar por eso, porque entiendo que cuando tenéis que cantar ante un público anglosajón, la responsabilidad de lo que decís será mayor…
A: «Mira, si somos fans de gente tan diferente como Bob Dylan o Alex Turner es por sus letras, y es algo que hemos apreciado mucho desde siempre, nacimos de ahí. Las cuidamos mucho, mucho. Para mí es una de las cosas más bonitas de componer, es súper satisfactorio cuando te sale una buena letra. Es algo que nunca caduca».
C: «Si una letra te toca, puede ser para siempre».

Vuelvo a los micromachismos. Creo que era Christina Rosenvinge, de sobrada experiencia, la que hablaba en una entrevista sobre cómo aún se enfrentaba a técnicos de sonido, responsables de escena en festivales y así, que empleaban un tono paternalista con ella a la hora de trabajar, tratando de darle consejos o rayando el menosprecio como instrumentista o intérprete por ser mujer. ¿Os habéis tenido que enfrentar a ese tipo de cosas? En la primera entrevista que os hicimos, decíais que España estaba especialmente atrasada en esto, no sé si os reafirmáis aún más, seis meses después…
A: «Lo cierto es que hemos tocado menos en España que fuera, así que tampoco podemos juzgar de verdad».
C: «Cuando empezamos, se nos grabó a fuego un consejo: «un técnico de sonido puede joderte un concierto». Así que nos cuidamos mucho de llevarnos bien».
A: «Es verdad que aquí los técnicos es gente como ya con una edad y que te echan en cara los años que llevan dedicados a eso. Pero lo cierto es que nunca nos ha pasado nada así».
C: «Lo cierto es que, ni aquí ni fuera, nunca hemos percibido discriminación por la gente de la industria, booking agents, sellos, managers… Nadie nos hace menos por ser chicas, más bien al contrario. De hecho, hay muchas bandas de chicos, muy reputadas y con gran experiencia, que nos admiran como músicos, y es un orgullo. Es algo de la gente de a pie, del público y de la prensa».

Teniendo en cuenta lo desagradable que os resultó salir en el Hot Hot de Chicas de JNSP, supongo que la canción ‘CHITO‘ de C. Tangana tampoco os habrá hecho mucha gracia, ¿verdad?
Todas: «¡UUUUUUUUUH!» [Risas]
A: «Sí, hombre, nos hizo gracia, fue un canteo«.
C: «Nos pilló en América, pero lo vivimos muy intensamente. Nos pareció divertido, pero parece que aquí se vivió más drama».
A: «Al fin y al cabo no dice nada malo, dice «Carlotta Cosials, quiero casarme contigo», no «quiero follarte por detrás». [Risas] Nos pareció bien que se declarara, genial».
C: «Es bonito. ¿Sabes que en el concierto de ayer se quedó sin entrada?»

¿Ah, sí? ¿Y eso te hizo sentirte algo mejor?
[Risas]
C: «No le conozco de nada, la verdad».

Aunque sabes que se quedó sin entrada…
C: «Me escribió por Instagram».

Más polemiquitas, que nos gustan mucho. Hay un grupo que se llama Los Crâpulas, que por cierto no están nada mal…
C: «¡Coño! ¿Unos que ponen en Youtube vídeos con «Hinds» en el título? Nos tuitean todo el rato…»

Sí, también os han citado por el Twitter y, sobre todo, aparecéis en su vídeo involuntariamente.
A: «¡Ay Dios! ¡Vamos a verlo!».

[Nde: Vemos el vídeo de ‘Navajas por el río‘, y es un espectáculo verlas, alucinan y se parten de risa.]

A: «¡Qué cabrones! [Risas] Suenan muy guay. ¡Pero eso es un vídeo nuestro! ¡Nos lo han robao
Amber (que casi no había piado hasta el momento): «¡Pero si estos estaban ayer en el concierto! ¡Me parece súper fuerte! ¡Si hablé con ese y todo!».
A: «Pues haberle dicho «dame mi dinero». «My followers!»». [Risas]
C: «Oye, que la canción me gusta mucho. ¡Pero nuestra aparición es súper random!».

La pregunta es…
A: «¿Queremos casarnos con ellos?» [Risas]

A ver, la cosa es que parece que producís animadversión por encima de la media, cierta envidia insana…
C: «Sí, sí. Bueno, ¡es que en España somos los más envidiosos del mundo! ¡Y quejicas!».
A: «Pero esto mola, no nos sienta mal».

Ya habéis logrado cosas impensables para el 95% de grupos nacionales, el 99,99% si nos ceñimos al ámbito underground…
Todas [Me cortan y gritan al unísono]: «¡VIVA!».

«Nos gusta tanto esto y somos conscientes de que es tan raro que se nos haya dado esta oportunidad, que no queremos perdernos nada, o que no sea por falta de esfuerzo»

¿Tenéis una teoría sobre qué tenéis que no tengan los demás?
C: «Tío, que trabajamos muchísimo, desde el día 1».
A: «Hacemos música muy distintiva. Lo de las voces, nuestro sonido, que no está súper producido, es inconfundible. Y las estructuras de las canciones, son mucho más complejas de lo que pueda parecer».
C: «Y nos dejamos la piel en el escenario, cada noche, da igual dónde estemos. Porque nos encanta tocar. Y hacemos todo, absolutamente todo nosotras, DIY. No solo la música: diseñamos las portadas, el merchandising, los vídeos, el booking, respondemos los mails, las redes sociales, encargar y recoger los vinilos…»
A: «Nos gusta tanto esto y somos conscientes de que es tan raro que se nos haya dado esta oportunidad, que no queremos perdernos nada, o que no sea por falta de esfuerzo. Por ejemplo, en febrero teníamos 10 días de descanso entre la gira europea y la americana, pero nos ofrecen más salas y nos da pena no hacerlo, así que acabamos sin parar, a punto de enfermar y muy cansadas. Lo llevamos hasta el límite, la verdad».
C: «Insisto, que trabajamos muchísimo. Todo, todo, todo lo que ves de Hinds lo hacemos nosotras».

Después de un año como 2015, ¿qué metas os marcáis para 2016? ¿Teméis que, dado lo alto que os habéis puesto el listón, sea una bajona?
C: «¡Qué va! ¡Para nada!».
A: «¡Marcha! ¡Marcha! ¡Marcha!».
[Risas]
C: «No tenemos miedo a nada, no pensamos en que salga mal el lanzamiento del disco. Y aunque salga mal, da igual, estamos a fuego, seguiremos tocando».

Foto: Chad Kamenshine

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Publicado por
Raúl Guillén
Tags: hinds