Lo segundo es más complicado. Sería mosqueante que la producción del disco pudiera verse mejorada. Así, este nuevo lanzamiento de Elefant es algunas veces el típico disco de remezclas en el que se encuentran reinterpretaciones que no son más que una anécdota. Es el caso de las aportaciones de Joe Crepúsculo a ‘Disimulando’, en la que ya había añadido programaciones en la versión original, Nacho Canut a ‘Alta tensión’, Los Pilotos a ‘Geometría existencial’, Tulsa y Betacam a ‘Carretera secundaria’ o Le Parody a ‘El origen del mundo’. Sin embargo, sí encontramos algunas mezclas que, aunque no sean mejores que las originales, sí las complementan bastante bien.
Es el caso especialmente del tema aportado por Alejandro Martínez-Kinski (sic). Si ‘Música contemporánea’ era un declarado homenaje a Franco Battiato ahora se ha transformado en una suerte de rumba que efectivamente nos traslada al imaginario más folclórico de los añorados Klaus & Kinski. Lourdes Hernández de Russian Red va todavía más allá poniéndose al micro para interpretar ‘Crepúsculo’. No era una de las composiciones más llamativas del disco, casi parecía inacabada, y ahora eso suena como una virtud. Qué bien le sienta a su voz aquello de «búscate otra gata que te dé calor». También ha cantado algunas cosas Yvng Beef de Pxxr Gvng, cuya aportación en ‘Ojalá estuvieras muerto’ la aproxima al trap más violento después de que La Bien Querida hubiera tonteado con el witch-house. Finalmente, no es casualidad que abra la remezcla de Svper: un disco de remixes también debería ser una cosa que te pudieras llevar a correr o al gimnasio y ‘Muero de amor’ ahora lo cumple.
Que este lanzamiento va más allá de la curiosidad queda patente cuando el disco se cierra con dos versiones del single ‘Poderes extraños’. Lo que han hecho con él Triángulo de amor bizarro y Álex Casanova es tan distinto que ni choca que salgan seguidas, pues parecen dos canciones completamente diferentes, una de ellas completamente tremebunda, de nuevo un tanto witch-house, y la otra casi en clave tropical house.
Aunque si por alguna razón merece la pena hacerse con el CD+DVD es por los vídeos. Los DVD’s eran una cosa redonda que se vendía antes en abundancia en los grandes almacenes, los introducías en un reproductor y salía una película, un documental o una colección de videoclips. Los hay realmente imprescindibles con la obra videográfica de Madonna, New Order, Depeche Mode, Michel Gondry o Spike Jonze, pero lamentablemente no es que ya casi nadie los compre sino que casi nadie cuenta con un reproductor de este tipo salvo en casa de sus padres. Aun así, es loable que La Bien Querida apueste por este formato. Es una manera de recordarnos cuánto ha cuidado el aspecto estético de su obra. Juanma Carrillo ha dotado de nuevos significados las letras del último álbum, circulando entre la obsesión, la familia, la dependencia, la muerte y el sectarismo; y otras obras antiguas, muy adecuadamente ordenadas de «más moderno» a «más viejo» recuerdan, por ejemplo, lo influyente que ha sido Canada en los últimos años (‘Luna nueva’) o lo importante que ha sido el cine en muchos de los vídeos de La Bien Querida (‘A veces ni eso’ y sus decenas de guiños, sobre todo a ‘Holy Motors‘).
Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘Música contemporánea’ y ‘Crepúsculo’ seguidas (es difícil salir del bucle)
Te gustará si te gusta: mucho el disco original
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