Como ya sabréis, entre otros motivos porque aproximadamente el 90% de las noticias que aparecen en los «feed» de Facebook y Twitter ahora mismo es sobre el disco de Beyoncé, la cantante ha hecho un álbum conceptual sobre la infidelidad de su marido, el rapero Jay Z, con una mujer cuyo nombre la artista nunca revela en el disco pero que no pocas y pocos han identificado como la diseñadora Rachel Roy (que no la cocinera Rachael Ray, aunque hay quien dice es Rita Ora, pero vamos, que da lo mismo). La historia de ‘Lemonade’, muy bien contada en la película homónima para HBO, empieza con la angustia de ‘Pray You Catch Me’, termina con la esperanza de ‘All Night’ (‘Formation’ no pinta mucho cerrando) y, entre medias, hila ira (‘Don’t Hurt Yourself’), incertidumbre (‘Daddy Lessons’), perdón (‘Love Drought’) y empoderamiento (‘Freedom’). El álbum es un vaivén de emociones y sus canciones lo expresan excelentemente.
Así que no, ‘Lemonade’ no es el disco político de Beyoncé que prometía la gran ‘Formation’; en su lugar, por concepto es simplemente un disco de amor, desamor y, finalmente, de misericordia, aunque aúne en sus letras otros temas como feminismo (‘6 Inch’) o racismo (‘Freedom’, con Kendrick Lamar), pero el tema aquí no es lo que cuenta Beyoncé sino cómo y ‘Lemonade’ es un disco de una calidad musical notable, por momentos excelente incluso; vocalmente impecable, variado y dotado de un sonido vigoroso, oscuro y lleno de matices, que por nada del mundo un fan de la música comercial debería ignorar. Quizás no encuentres por aquí una canción histórica tamaño ‘Crazy In Love’, ‘Irreplaceable’, ‘Halo’ o ‘Drunk In Love’, pero sí una obra sólida de principio a fin que vuelve a demostrarnos que la evolución artística de Beyoncé desde ‘4
’ es exactamente como queríamos.A muchas y a muchos han sorprendido los créditos de ‘Lemonade’, pues juntan a gente como The-Dream, Mike Dean y Mike-Will Made It con figuras del underground como Yeah Yeah Yeahs, Animal Collective, James Blake y Father John Misty. La inclusión de estos nombres no es siempre una colaboración directa; por ejemplo, los autores de ‘Merriweather Post Pavilion’ aparecen aquí no por haber compartido estudio con Knowles sino por una frase y melodía en ‘6 Inch’ junto a The Weeknd que son prestadas de ‘My Girls’, y si ‘Hold Up’ está tan llena de estrellas es porque incluye samples y prestaciones, no solo aportaciones in situ. Pero esto son los discos de pop y a nadie debería importarle ya cuánta gente involucrada hay en un proyecto común si la artista principal es capaz de defenderlo sola tan bien como hace Beyoncé.
Por suerte, la colaboración de James Blake en ‘Lemonade’ va más allá de una simple acreditación. El autor de ‘Overgrown’ no solo co-escribe aquí una de las mejores canciones del disco, la preciosa balada ‘Pray You Catch Me’, de espléndida melodía, junto a la misma Beyoncé y el joven compositor Kevin Garrett, sino que interpreta una de sus pistas él solito, el interludio ‘Forward’, que sirve de puente entre la emoción desnuda de ‘Sandcastles’, en mi opinión en la línea de la Beyoncé más pastelosa y, por tanto, de la peor; y la épica góspel de ‘Freedom’, que no me parece la obra maestra que estoy leyendo que es, pero está muy bien. No soy especialmente admirador de la voz de Blake, pero sí de su talento para la composición y nadie puede discutir que su contribución a este disco es merecida.
El disco contiene momentos muy urban, como ‘Sorry’, un número descarado de melodía acertadísima; o la siniestra ‘6 Inch’, cuyo puente es una de las cumbres del disco, pero el secreto de su éxito como obra musical es su variedad. No es muy habitual encontrar en discos de pop comercial canciones tan aptas para la radio moderna como un reggae, ‘Hold Up’, que extrae su base de una canción de los primeros años 60, y mucho menos que esta sea un éxito de Andy Williams, concretamente ‘Can’t Get Used to Losing You’, compuesta por Doc Pomus. Tampoco es habitual que Beyoncé haga country y ‘Daddy Lessons’, aunque es inferior a cualquier éxito de KT Tunstall, por mencionar a alguien, es una buena canción y algo nuevo por su parte. ¿Y la estampida blues-rock que es ‘Don’t Hurt Yourself’ junto a Jack White? El disco trae de todo y nada está ni medio mal.
Curiosamente, la mejor balada del disco y, en mi opinión, su mejor canción, no es la que mejor está funcionando en iTunes, ‘Love Drought’. Estamos ante una balada discreta pero hermosísima, de melodía sobrecogedora en las estrofas, que parece resumir en su letra el concepto entero de ‘Lemonade’. «10 de 9 veces te pillo mintiendo», canta Knowles, «pero 9 de 10 veces sé que intentas [que te perdone] / de modo que intento ser justa / y sé que intentas estar ahí y te preocupas». Es el punto de inflexión del álbum, justo el momento en que la esperanza para la relación de Beyoncé y Jay-Z se vislumbra como una posibilidad. Es, también, una de las canciones más puras en un disco tan abiertamente personal que su éxito comercial debe de estar aterrorizando a Beyoncé. Pero como ella misma dice en el mismísimo final del disco, en ‘Formation’, «la mejor venganza es la pasta». Desde luego.
Calificación: 8,3/10
Lo mejor: ‘Pray You Catch Me’, ‘Sorry’, ‘6 Inch’, ‘Love Drought’, ‘Formation’
Te gustará si te gusta: Janet Jackson, The Weeknd, Rihanna, Kanye West
Escúchalo: Tidal
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