Algo pasa (o pasaba) con… La Oreja de Van Gogh

La Oreja de Van Gogh han anunciado esta semana a través de Twitter que se van a Francia a grabar su nuevo disco. Ya era hora, porque la incertidumbre después de su disco ‘Cometas por el cielo’ empezaba a convertirles en los Portishead del pop español. El álbum se editaba hace 5 añazos. ¿Qué ha pasado desde entonces? Algunas canciones inéditas para un directo por allí, alguna banda sonora de Leire por allá (nada menos que para el taquillazo ‘Ocho apellidos vascos‘), pero nada serio.

No podemos enlazar críticas que indiquen que ‘Cometas por el cielo’ es una cumbre de la historia de nuestro país, pero sí puedo decir que es un álbum muy difícil de superar en muchos sentidos. Agradecidísimo de reseñar -pocas veces he tomado tal cantidad de notas criticando un disco-, divertido, rocambolesco en sus textos, generoso en ganchos muy locos repartidos entre puentes, estrofas, letras y efectos, incluía joyas como ‘La niña que llora en tus fiestas’, la canción de «tu carita es una rosa sin abrir» -con efectos vocales justo en esta frase- que culminaba con un sonoro campanazo; ‘Cometas por el cielo’, la de «quédate hasta que la luz del alba muestre mi corazón enredado en la alambrada de tu voz que me ha rozado el alma» o «quédate conmigo y mi suspiro será el único testigo que se vestirá de fiesta»; o también ‘Las noches que no mueren’, la de «me tuve que marchar, me tuve que marchar, me tuve que marchar, me tuve que marchar, me tuve que marchar, me tuve que marchar, me tuve que marchar, me tuve que marchar, me tuve que marchar, yo me tuve que marchar, me tuve que marchar» y «el invierno en tu nariz» y «querías poner la primavera en mí». ¿Cómo superar esto? No hay duda de que La Oreja de Van Gogh han estado en una encrucijada todos estos años.

El álbum fue un éxito comercial, logrando el disco de platino, y consolidaba la formación con Leire tras la buena acogida que había tenido ‘A las cinco en el Astoria’. Teniendo en cuenta lo complicado que es ubicar a una nueva cantante cuando el público estaba acostumbrado a Amaia Montero, es bastante extraño que el grupo donostiarra no aprovechara para seguir exprimiendo la nueva gallina de los huevos de oro, y en cierta medida lo hacía con una generosa gira y los discos en directo ‘Cometas por el Cielo – En directo desde América’ y ‘Primera fila’, pero no con material realmente inédito grabado en el estudio. ¿No se arriesgan al olvido del público casual?

«Una caca pinchada en un palo»

El grupo ha estado, después de actuar durante un par de años, dedicado a sus vidas personales. Sabemos que Leire se ha casado y ha sido madre y que el pasado verano fallecía el político Txiki Benegas, padre del compositor y miembro de La Oreja Pablo Benegas (Amaia Montero acudió al entierro

), pero los retrasos han tenido no sólo que ver con lo personal, sino también con lo musical. En enero de 2015 se anunciaba que el disco saldría a finales del año pasado o principios de este. En enero de 2016 se anunciaba que el grupo comenzaría a grabar en abril. De nuevo, no se cumplía el plazo.

La Oreja de Van Gogh dejaba el pasado mes de agosto un mensaje en su club de fans realmente ilustrativo: «Queridos amigos, como imaginaréis, nuestra desaparición es más bien una hibernación mientras seguimos y seguimos escribiendo un nuevo disco. Cada día, no importa qué día de la semana sea, lo comenzamos juntos con un café en la mano y legañas en los ojos repasando lo que avanzamos el día anterior. Muchas veces, lo que ayer nos pareció maravilloso, es al día siguiente una caca pinchada en un palo, pero, cuando no, la sensación es fabulosa. Y así, poquito a poco, estamos preparando un disco que estamos convencidos de que os gustará al menos a los fans del electro latino y el death metal. Circunstancias personales que la mayoría conoceréis, algunas buenas y otras malas, hacen que vayamos despacio, pero, eso sí, con paso firme. Sabemos que seguís allí, al pie del cañón, como siempre. Os notamos cerca y con ganas y eso nos encanta y nos contagia. Dentro de poco volveremos a tomar las riendas de Twitter y Facebook con propiedad y os contaremos de todo, pero, mientras tanto, acordaos de nosotros y mandadnos energía creativa para que el disco quede guay».

Casi un año después, parece que al fin el grupo tiene las canciones maquetadas, después de 5 años de esfuerzos, y se encuentra en Francia grabando el álbum, en el mismo estudio donde han grabado varios de sus discos. El 5 de junio anunciaban: «Hoy nos vamos pronto a la cama, que mañana es el gran día: ¡nos vamos a Francia a grabar nuestro séptimo disco! No hemos parado ni un segundo, pero para vosotros ha sido una larga espera. A partir de ahora os iremos contando nuestro día a día». El día 6 posaban ya de viaje y durante esta semana han hablado de la grabación de las baterías, de noches de insomnio, citado a Camela o bromeado sobre los costes del álbum: «Haciendo el idiota a varios miles de euros cada día de estudio ahora que Sony no nos ve».

Huele a Q4, que dirían en Popjustice. Ahora sí, parece que antes de Navidades tendremos nuevo disco de La Oreja de Van Gogh. Después de tanto tiempo, no puede haber decepción, ¿verdad? Porque habrá álbum este año, ¿no?

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Publicado por
Sebas E. Alonso