El productor barcelonés llega a Aranda de Duero tras haber editado su primer largo, ‘Amma‘, un trabajo que, por dilatado en su preparación, suena tan maduro como vibrante. Su propuesta de «landscape electronica», con toques de cultura africana, merece ser correspondida en directo.
Este grupo de Cádiz tiene muchas papeletas para convertirse en el nuevo favorito de mucha gente que se encuentra huérfano del indie-pop de Klaus & Kinski. Como ellos, son capaces de hacer noise rock melódico o country-folk melódico o… bueno, cualquier cosa que implique una buena melodía. Así lo demostraron en su primer disco oficial, ‘Ponte en lo peor. Llámame el lunes’, y, esperamos, vuelvan a hacerlo en el segundo largo que, como nos decían, debería estar al caer.
Esta banda radicada en Madrid, una especie de ramificación de Ornamento y Delito, nos dejaba inmediatamente helados con ‘Parquesol’, una canción infecciosa que, a nuestro juicio, debería haber arrasado entre el público estatal. Formaba parte del EP homónimo de debut del grupo en el sello Limbo Starr, antesala de un primer largo que debería estar al caer y que seguro interesará a cualquiera interesado en el rock menos acomodaticio.
Qué duro es cargar con un nombre en francés, ¿verdad, amigos? Esta banda de Madrid, aunque no te suene de mucho o no tengas claro cómo pronunciar su nombre («me.lɑ̃ʒ», para aclararnos), está compuesta por miembros escindidos de Luger y RIP KC. Lo suyo es un rock eminentemente instrumental en el que confluyen elementos de rock sinfónico, jazz, psicodelia, western y hasta flamenco. Una interesante mezcla que ha quedado plasmada en un álbum homónimo que merece toda la atención.
En un panorama independiente nacional tan encasillado en estilos alrededor del rock, resulta enormemente refrescante que un grupo como Mirémonos abrace tan abrietamente el pop, sin más etiquetas. Así ha sido en ‘Alter ego’, una canción en la que vemos ecos de La Unión y que supone una fuerte apuesta como anticipo de su segundo álbum, que sucederá a un ‘Triángulo de las Bermudas‘ muy influido por el africanismo y por el dance-rock de Two Door Cinema Club, por ejemplo.
Morgan son el típico grupo que, si lo escuchas sin conocer nada sobre su origen, bien podría proceder de las llanuras de Iowa. Pero no. De Madrid es de donde proviene su cantante, Carolina de Juan, en torno a cuya aterciopelada y espectacular voz (a la altura de vocalistas como Jesse Sykes o Jolie Holland, por ejemplo) y sus canciones, enraízadas en el country, el soul, el gospel y el blues, se ha construido esta sólida banda. Este año han lanzado ‘North
‘, su primer disco, de una calidad pasmosa, que ha encandilado, por ejemplo, a Zahara.Este año Sonorama Ribera cuenta con el Escenario Charco, comisariado por el colectivo que tiende puentes entre nuestro país y Latinoamérica. Junto a proyectos como Chancha Via Circuito (del que hablábamos hace poco) o estrellas como Javiera Mena, también encontramos a los mexicanos Quiero Club, una banda a la que valoramos especialmente por su capacidad para hacer pop llenapistas, toda una rareza. Tras el recopilatorio ‘Somos‘,ya tienen listo su cuarto largo, del que acaban de presentar el single ‘Teorías’.
Aunque lo parezca, no todo es pop rock nacional o latinoamericano en Sonorama Ribera. Y no me refiero solo a The Hives, Mando Diao o Kula Shaker. Hay una pequeña pero interesante representación de rock francés, encabezada por Exsonvaldes y consolidada por Talisco. Es el proyecto del nómada Jérôme Amandi, que ha vivido en Canadá y España, aunque ahora reside en París, donde formó esta banda que debutaba en largo el pasado año con ‘Run’. Singles tan incontestables como ‘The Keys’ o ‘Your Wish’ seguro encantarán a fans de Crystal Fighters o Foals.
Igual hay quien aún no se ha enterado de que esta banda establecida en Madrid, tras la publicación de dos álbumes notables como ‘Mucho Spirito‘ y ‘La catastrofía‘, es una de las más sólidas propuestas del rock estatal, de la vertiente que se rebela contra la uniformidad del indie-mainstream (ya sabéis). Aunque con ‘Marte‘ y su descacharrante clip se asomaran hasta la portada de El País. Y no paran: la urgente ‘El sur’, recién publicada, es otro feliz bofetón de surrealismo, esta vez más punk.
Los barceloneses tienen al alcance de la mano dar con mayores audiencias a poco que en un próximo tercer largo afinen la pluma certera que ya ha demostrado en ‘Intervención’ y, especialmente, ‘Pudo ser Miss Mundo‘. Su pop post-Phoenix, o post-Mendetz, tiene la frescura necesaria y solo necesita nuevos ‘Laberinto’s (para nosotros, una de las mejores canciones de 2014) y nuevos ‘Miss Mundo’s para que terminen de romper la baraja.
