Previamente, David Bowie también había ganado el premio a Mejor Solista Masculino. Michael C. Hall, protagonista del musical ‘Lazarus’, ha recogido el premio en su nombre bromeando sobre el hecho de que Bowie tampoco habría ido a esta ceremonia de estar vivo. También le ha agradecido haber contribuido a hacerle una persona mejor con su «entusiasmo».
La gran sorpresa de la gala ha sido el homenaje realizado a George Michael. Tanto su compañero en Wham! Andrew Ridgeley como sus coristas Shirlie Holliman y Pepsi DeMacque han dedicado un largo discurso a recordar su legado, cómo compartieron su ilusión por la música y se convirtieron en casi hermanos y cómo canciones como ‘You Have Been Loved’ fueron incluso importantes para Lady Di. A continuación Chris Martin ha realizado una actuación homenaje que no estaba anunciada. Si en los Grammy Adele escogía ‘Fastlove’, en este caso se ha interpretado la más desconocida (en España) ‘A Different Corner’. Junto a una orquesta y con la ayuda de proyecciones de un directo de George Michael de la última época en plan dúo, el líder de Coldplay ha realizado un bonito y solemne tributo. A duras penas ha sobrado el featuring de Prince mencionando a George Michael.
La segunda mayor sorpresa de la noche ha sido la interpretación del single de Coldplay con The Chainsmokers que hace solo unas horas no sabíamos que existía y que ya está en Spotify. Coloridísima presentación llena de explosión y confeti con Chris Martin tirándose al público y muerto de la risa. ¿De los millones que se va a llevar por esta tontería?
La ceremonia se abría con una espectacular actuación de Little Mix interpretando ‘Shout Out to My Ex’ -a la postre ganadora del premio a mejor canción- en la que han podido percibirse ecos de Michael Jackson circa ‘Scream’ en cuanto a proyecciones, Beyoncé en vestuario y el ‘Dark Horse’ de Katy Perry en la Super Bowl en cuanto a escenografía. La segunda actuación ha sido la de Bruno Mars, tras un paseo junto a sus coristas, más centrado en su lucimiento vocal que en una puesta en escena concreta. Ha interpretado el mismo tema de los Grammys, ‘That’s What I Like’.
Emeli Sandé ha sido la ganadora en la categoría de mejor artista femenina, derrotando a ANOHNI, entre otras. Poco después ha realizado una emocionada versión de ‘Hurts’ acompañada de batucada, palmas y bailarines.
Siguiendo con su espíritu de crítica social, Katy Perry ha dado vida a las casas del vídeo de ‘Chained to the Rhythm’, en su presentación en los Brits coreografiadas, así como a dos marionetas cadavéricas gigantes, aparentemente inspiradas en Tim Burton.
Sobre un fondo de luces rojas, Skepta ha interpretado ‘Shutdown’ ayudado por coros pre-grabados. Un pequeño chute de energía, aunque más comedido de lo que le hemos visto en lugares como el Sónar o el FIB. Como curiosidad, Simon Cowell aplaudiendo. ¿Será fan?
Por su parte, Ed Sheeran ha interpretado un fragmento de ‘Castle on the Hill’ y una versión de ‘Shape of You’ con Stormzy rapeando sobre ella. No ha sido la actuación más impresionante vista a Sheeran, que suele bastarse él solo, literalmente.
Los ganadores internacionales, con menos protagonismo en los Brits (ninguno ha ido) han sido Beyoncé, Drake y A Tribe Called Quest. La gala ha sido cerrada por un colorido popurrí coreografiado con los 3 singles del último disco de Robbie Williams. ¿Quizá no ha terminado de brillar ninguno? Puede haber posibilidades para ‘Mixed Signals’, pero a estas alturas ‘The Heavy Entertainment Show’ era un poco innecesaria.