Llegado el ya habitual momento de la cocina, que tanto ha dado que hablar por ser donde Bertín despliega su lado más neandertal y retrógrado, el programa invita a participar al cantaor catalán Miguel Poveda como amigo personal de Rivera (al parecer, este es gran aficionado al flamenco -aunque en sus playlists suenan sobre todo Loquillo, Alejandro Sanz, Vanessa Martín y Manolo García–) y se conocieron hace un tiempo en un concierto). Según relata La Vanguardia, tras compararle físicamente con el diputado de ERC Gabriel Rufián, en el momento de comenzar a cocinar Bertín le ofrece a Poveda un delantal diciendo “para que no te manches y después te lo puedes llevar de recuerdo para que se lo regales a tu madre, tu novia o tu hermana o a quien sea”.
Es decir, no solo da por hecho, con su habitual machismo, que un delantal es un utensilio exclusivo de las mujeres, sino que además le atribuye a Poveda una “novia” cuando es de dominio público que el cantaor es gay. Él lo solventa con un benévolo “novia va a ser difícil, habría que inventar la novia primero”. Una cagada que, la verdad, resulta difícil de creer: por más que el programa se base en su teórica espontaneidad y campechanismo, cuesta creer que ninguno de los guionistas del programa, asumiendo que él desconociera su condición sexual, se lo haya recordado. Poveda es uno de los cantaores flamencos más populares y vendedores en estos momentos dentro y fuera de nuestro país. A finales del pasado año lanzó la película documental y álbum ‘13’, un repaso a sus 25 años de carrera sobre los escenarios y su vida personal.