Con frecuencia hablas de #newpunk. Explícanos por favor qué significa este concepto, cuál es el paralelismo entre la escena trap y el punk.
El #newpunk es la forma que tengo de definir mi forma de ver la música en este momento, pero desde un punto de vista casi ideológico. El #newpunk representa todos los paralelismos que existen en mi música, como ser socialmente activo y a la vez un nihilista de mierda, que no es capaz de ver un futuro a medio plazo al mundo, tal y como hoy lo conocemos; el #newpunk es una especie de grito contra todo lo establecido, contra lo que nos han impuesto: cómo nos debemos comportar, lo que debemos hacer para ser felices, lo que hay que hacer para llevar una vida completa, etc. En definitiva, es la capacidad de decir NO a muchas cosas que se entienden como inalterables a lo que tu capacidad crítica pueda suscitar. Dentro del #newpunk también existe un apartado emocional y espiritual, y tiene que ver con la intención de hacer que nada, en un mundo tan sumergido en la tecnología como el nuestro, nos quite la capacidad de sentir, de emocionarnos, de enfadarnos, de gritar y de odiar, o de amar y llorar de alegría.
«El trap se asemeja muchísimo a la forma en la que nació y se desarrolló el punk»
Le llamé #newpunk exactamente por lo que me planteas, porque el trap, y toda la nueva hornada de música urbana que sale desde abajo, se me asemeja muchísimo a la forma en la que nació y se desarrolló el punk. El Punk tuvo un momento social asqueroso (padre del que «disfrutamos» ahora, que no es mejor), con la implantación del sistema que padecemos en tiempos de Thatchet y Reagan. La gente se vio sometida a una mentira social y económica que destrozó la clase media. El Punk surgió como un grito de libertad a toda esa mierda, con toda su autodestrucción y la clara visión de que no quedaría nada en el futuro. También su formato es muy parecido al trap: barato, rápido y hacia adelante, al igual que como se está desarrollando en España, en salas pequeñas, todo “self-made”, cobrando a entrada, sin intermediarios, etc. Creo aún así que ahora está cambiando, porque también se está normalizando: quizá el trap ahora se parezca mas al nuevo pop, o el nuevo rock ‘n roll. Cosa que no me parece mal, pero yo siempre tendré mi visión sobre el mundo, y tiene más que ver con la desesperanza y el no creer en que vaya existir un futuro mucho mas alentador. ¡OJO! Hay días que me siento Drake, me voy a la playa con mi camisa hawaiana y me gasto todo el dinero en mojitos, vivo en el mundo de los mortales, no en el de internet ni en el de las ideas…
Lo primero que me llamó la atención cuando escuché tus canciones, además de la fuerza de las producciones y de tus versos, fueron las referencias culturales, no muy habituales en las letras del actual trap estatal: Gaspar Noé, Kurt Cobain, ‘Run, Lola, Run’… ¿Ves ese background un punto de diferenciación con respecto a otros artistas del género? ¿No te miran raro en el mundillo? Quiero decir, que lo que haces no es de lo más comercial dentro de la escena…
Desde luego creo que sí, que es un punto de diferencia con el resto, pero siempre he sido un “tío raro” en lo que hago, porque lo hago de forma muy personal y sin poner límites a nada, crear sin mirar hacia ninguna parte, solo flotar en la inspiración de lo que haces. Creo firmemente que es la única forma de crear una obra de cualquier índole, y me da igual que la velocidad de subida o aceptación sea mas lenta, creo en mi método y veo que los artistas me respetan por lo que soy y lo que hago sin mirarme raro (haha). Los que me miran raro aún son la gente que conforma el público mayoritario, pero España es muy adolescente en todo: en el mundo de la música, en la aceptación de la moda como un arte, en la política… en todo. Quiero hacer un apunte aparte sobre las referencias: todo lo que digo la gente lo está viendo en vídeos, escenas y memes, desde Facebook, Instagram, etc. Aunque puede que aun no sepan lo que de verdad representan esas figuras. Me declaro totalmente iconoclasta.
Personalmente recuerdo el impacto que tuvo en su estreno ‘Natural Born Killers’ pero desconozco si es una película que las nuevas generaciones valoren o admiren. Tú usas la figura de Mallory Knox tanto para titular tu nueva mixtape como en su portada. ¿Por qué ella?
Si te digo la verdad yo también desconozco si la gente valora la película, pero para mí es una referencia total, es muy “nuestro tiempo”. Mallory para mí representa ese sentimiento de libertad interior reprimida y la capacidad de entender la violencia como algo casi inocente. Me dejo muy loco su personalidad, su coraje, su vitalidad, me encanta como mujer luchadora que hace y dice lo que quiere. La mixtape la titulo así porque es un poco como ella, hago y digo lo que quiero, poniendo en contraposición comportamientos tan bipolares como ella hace con la inocencia y la violencia. Yo tiendo a lo mismo, con mi germen luchador de no rendirme ante nada, pero a la vez me siento nihilista muchas veces y no creo en nada y me drogo hasta olvidar donde estoy –supongo que es de lo mas humano–, sin que exista el miedo a mostrarse como uno de verdad es, sin caretas ni egos desmedidos.
«Soy un admirador de siempre de la literatura y el cine distópico, en los que la tecnología es un arma de sometimiento del poder, y así creo que es como va a acabar todo»
Otra cosa que me impacta es el trasfondo de reflexión filosófica y social que se adivina en letras como las de ‘Vampira’s Stripclub’ o ‘Ni money ni cribs’, y en cambio en ‘Molly Face Down’ o ‘Fuck Kurt Cobain’ pones voz al nihilismo de una generación tan bloqueada por el sistema como la vuestra. ¿Realmente hay alguna esperanza de revertir la situación?
Creo que la esperanza es muy poca, soy un admirador de siempre de la literatura y el cine distópico, en los que la tecnología es un arma de sometimiento del poder, y así creo que es como va a acabar todo. Desde mi punto de vista, hay que destruir para crear de cero, porque no veo un cambio generacional hacia ningún lugar seguro. Todo está bañado por la incerteza, el solo ver hacia uno mismo y el control excesivo del poder sobre nuestras mentes, a través de la tecnología. Aun así, admiro a gente como mi madre, que lucha porque su hijo enfermo salga adelante y las instituciones le hagan caso.
Lo pregunto porque en ‘Uh!’ llamas a luchar, a no conformarse… Desde la primera vez que la escuché me pareció un himno muy poderoso, que podría alcanzar también a un público más cultivado. ¿Cuál es la recepción que ha tenido este tema?
Sí, por supuesto, así lo creo yo también, ‘Uh!’ o ‘I Don ́t Care’ tienen esa misión. También pienso que es un himno muy poderoso, veo que aún está interaccionando con la gente, veremos qué pasa en los conciertos y si acaba siendo algo que de verdad la gente acoja hoy o mañana como una bandera. Siempre será bien recibido ese gesto. De todos modos, sí que veo que el público lo ha interpretado como tal y me mandan mensajes casi todos los días a mis redes, gente que se siente poderoso e invencible al escucharlo (haha). ¡O eso me parece!
Otro tema recurrente en tus barras es un amplio de espectro de drogas y adicciones. Me llama la atención que ofreces una perspectiva diferente, es decir, hablas de consumo incluso un poco extremo, pero sin perder de vista las consecuencias de la falta de control. Igual hace un poco de falta esto, teniendo en cuenta que muchos de los fans del trap son apenas adolescentes, ¿no? ¿O pasas de moralinas?
Generalmente tus bases son de tus colegas de Banana Bahia Music, KNGLCST y Rolo… ¿Cómo eliges las bases? ¿Crees que pocos pueden entenderte como ellos?
Bueno ellos saben muy bien qué es lo que me gusta a mí y es fácil que sepan qué voy a querer. Solemos ver qué está escuchando cada uno (sin premeditar nada, simplemente escuchamos música) y ellos ven cómo me siento o cómo reacciono a ciertos sonidos. Así saben qué voy a querer y sólo tienen que pensar en su cabeza “esta al Kaixo le va a flipar”. Aunque bueno, en su favor diré que a mí me gustan casi todas las instrumentales si están bien hechas. Pocos géneros no me excitan, creo que podría estar grabando todas las semanas mixtapes. De hecho, ahora que puedo hacerlo, desde mayo de este año solo voy a dedicarme a hacer música, en todos sus campos.
Yo la elección de las instrumentales la hago de forma muy emocional, depende de cómo me sienta. A veces necesito dejar reposar alguna instrumental para interiorizarla y al día siguiente me parece increíble, otras veces me puedo llevar una instrumental del estudio pensando que voy a hacer un superhit, y al final no me acaba diciendo nada. Es muy relativo.
Al margen de tu flow particular, tu uso del Autotune es a veces un poco extremo. Por momentos ni se te pilla lo que rapeas. ¿Es un poco tu sello?
Es un poco sello y es también porque me gusta conocer los límites, y a veces los arraso. Me mola grabar muchos apoyos gritando y haciendo melodías con la voz, me gusta hacer un poco de punk. Es posible también que si tuviera unas tomas de voz con un micro o un equipo mejor sonaría todo mucho mas claro, pero bueno, tiempo al tiempo.
«Quizá el público en España sigue pensando que aquí [en Galicia] sólo hay marisco y farlopa»
Gracias a ‘Mallory’ descubro a TKillaz y Abelo Valis. Sus barras en ‘Witches’, ’Rolo Wins’ y ‘Molly Face Down’ son brutales… Es alucinante el talentazo que sigue apareciendo por doquier, ¿no?
Por doquier no sé, diría más por Galicia, pese a lo soterrada que está. Es un escándalo, no sé exactamente por qué es. Quizá las formas, o que el público en España sigue pensando que aquí sólo hay marisco y farlopa. Tkillaz, es un auténtico animal y Abelo es un showman de los buenos, para mí son oro. Es cierto que hay lugares como Canarias, Valencia, Madrid o Barcelona en los que están saliendo muchos artistas y muy buenos, pero bueno, tenía que barrer un poco para casa (haha). Creo que ahora mismo es mucho más fácil hacer música y no verse en el espejo de nadie ni tener miedo a cómo hacerlo. La gente ahora es más echada para adelante. Cuando hace 6 o 7 años empezamos a hacer cosas nosotros, eras un rarito si no hacías rap al uso.
A los que observamos desde fuera, parece que el trap estatal está muy polarizado en escenas distintas, que se entrecruzan pero con cierta prudencia. La gallega, en cambio, parece próxima casi a todas las demás. Al menos vosotros habéis hecho cosas con Agorazein, Pedro LaDroga, Recycled J, Bejo…
En Galicia yo creo que tanto nosotros [Bahia Banana Music] como Norweside, Arufe y con anterioridad y presente Arkestra, le hemos dado un punto de homogeneidad a todas las tendencias nuevas que han ido llegando. Y creo que ese es el secreto, la capacidad de ser ecléctico, no estar cerrado en banda con nada ni nadie por su condición musical, si lo que hace es bueno.
Esto que digo es un poco el espíritu de Overdose, el club que organizas en distintas ciudades, ¿verdad?
Overdose es el pasarlo bien sin tener miedo a la música que venga. Evidentemente nació con un espíritu punk y con vistas al trap, y será así mientras viva. Pero cabe cualquier estilo musical o nueva tendencia de la electrónica o el hip-hop que se asemeje a ese espíritu.
Por cierto, ya que la descripción del club en Facebook dice que se basa “en la doctrina de Future”, ¿has tenido tiempo de escuchar ya los dos discos que ha publicado este hace un par de semanas? ¿Impresiones?
Bufffff, me parecen obras maestras los dos. No es necesario llamarse Drake, puedes hacer 7 mixtapes por año y de repente sacar dos discos a la vez y que ninguno decepcione, poniéndose al nivel de todo lo que ha sacado. Future es un auténtico master piece, siempre regular, nunca falla.
«Hay que lograr que 8 de Los 40 Principales sean temas de las nuevas hornadas de música urbana con base en el trap»
Vives en Oporto desde hace cuatro años. ¿Cómo es la escena musical allí? Personalmente, he escuchado cosas de escenas similares a la vuestra en Italia o Francia, pero no de Portugal. ¿Crees que hay espacio allí para el trap español o crees que la exportación tiene que ir hacia Latinoamérica?
En Portugal juegan muchos aspectos diferenciadores. Para empezar, entienden el inglés casi como segunda lengua. Musicalmente están cienmil veces mas cultivados que el público español. Aquí tocan figuras de la segunda división yankee de artistas como OG Macco o Denzel Curry en su momento, y los conciertos se llenan. Tienden siempre a hacer fiestas en las que priorizan la mezcla de estilos, pasan de temas de trap a kuduro y de ahí al future bass o al juke, o a un clásico de R&B. Creo que es mucho más divertido eso, pero sí que es cierto que a pesar de estar bastante por delante a nivel musical, no existe una fiesta que sea exclusivamente de trap, o que el género principal sea el trap más Atlanta. También hay mucha emigración africana, de antiguas colonias, y se genera mucho trap de Angola que se exporta a Portugal, que mayoritariamente es escuchado por gente con descendencia africana o de barrios muy humildes (como el futbolista Renato Santos, por poner un ejemplo).
Se ríen de muchos artistas españoles de trap, porque les parecen youtubers. Les parece todo bastante cutre, aunque a veces también muy atrevido y original. La música hecha en España sin ninguna duda tiene su futuro en Latinoamérica, es allí hacia donde yo voy a mirar y hacia donde todo el mundo un poco avispado está yendo.
¿Cuál es tu visión sobre la efervescencia de la escena trap, que funciona como un mercado aparte incluso del independiente? ¿Tienes una opinión de cuáles son los límites o barreras futuros, hacia dónde se dirige?
Creo firmemente que se tiene que empezar a profesionalizar como género, bajo sellos independientes, majors o lo que cada uno quiera, porque si no esto quedará como una anécdota de internet del que unos pocos pudieron comer durante un periodo muy corto de tiempo. Hace falta que todo se normalice a nivel industrial para que coja otro cuerpo y podamos competir algún día, aunque sea de forma más humilde, con la industria francesa. [Hay que] Lograr que 8 de Los 40 Principales sean temas de las nuevas hornadas de música urbana con base en el trap, estén en Sony o en un pequeño sello independiente hecho por el propio artista.
Otro aspecto que me parece también el 50% de hacia dónde puede ir todo es la capacidad que tenga el público para hacerse adulto, para entender la música que viene y que ya está instaurada, conseguir que no solo sea un fenómeno para instagrammers de 16 años. Que un tío o una tía de 25 o 35 años pueda ver esto como algo de lo que disfrutar y no algo de lo que reírse.