Música

The Afghan Whigs / In Spades

Realmente Afghan Whigs tenían muy pero que muy difícil lograr que su reencarnación en esta década estuviera a la altura de la edad dorada del grupo que, aunque emergió circunstancialmente en el tótum revolútum del grunge norteamericano de los primeros 90, alcanzó su culmen creativo cuando, precisamente, la fiebre había pasado. Especialmente con tres álbumes soberbios como ‘Gentleman’, ’Black Love’ y ‘1965’, obras que, fuera de modas, fundieron maneras de soul y funk setenteros con un rock furioso y apasionado.

Esas hazañas ya eran legado suficiente para que se les recordara al disolverse con el comienzo del milenio pero, tras tocar otros palos con The Twilight Singers y The Gutter Twins, parece que Greg Dulli y sus compañeros no se resignan a dejarlo ahí. Saben que tienen algo único que nadie más sabe hacer como ellos y quieren llevarlo más lejos. Lo recuperaron con buen tino en ‘Do To The Beast’ y vuelven a hacerlo en ‘In Spades’, su nuevo disco, dedicado a su guitarrista, Dave Rosser, que sigue luchando contra un cáncer de colon. En su octavo álbum de estudio, el grupo de Cincinnatti persiste en ese estilo que, no confundamos, no recae en el mero revival del catálogo de Motown a cargo de unos blanquitos esforzados. Lo que Greg Dulli (además de producir, escribe letra y música de todas estas canciones) propone es, en realidad, una amalgama escupida desde la pasión y la entraña, no un ejercicio académico.

Así lo demuestra en temas tan bárbaros como ‘Demon In Profile’ –que puja por colarse en un hipotético y disputado Top 10 particular–, ‘Arabian Heights’, ‘The Spell’ o ‘Light as a Feather’, con ese riff brutal que emerge entre palmas. Pero no es su único registro, como demuestran la misteriosa ‘Birdland’ que sirve como inmejorable introducción o las sinuosas y acústicas ‘Toy Automatic’ u ‘Oriole’, que evidencian que The National debieron aprender un par de trucos o tres de discos como ‘Congregation’ (revisitado aquí con ‘Copernicus’).

Todo ‘In Spades’ suena, además, envuelto en un halo de oscuridad que funciona a la perfección con la retórica sobrenatural y quiromántica que emplea Dulli tanto en sus letras –asumiendo ese papel de amante torturado y torturador tan usual en él–, como en la parte estética del disco (en las ilustraciones del encarte y también en los vídeos de ‘Oriole’ y ‘Demon In Profile’). Elipsis que traen la sombra de la enfermedad de su amigo Dave, al que parece dedicarle las dolorosas y épicas (especialmente la segunda) ‘I Got Lost’ y ‘Into The Floor’, que cierran el álbum dramáticamente. Aunque se echan en falta más estribillos memorables para engancharse sin remedio a ‘In Spades’ como lo hicimos a ‘1965’, no hay duda de que estamos ante uno de los regresos de los 90 más justificados y sustanciosos.

The Afghan Whigs actúan hoy jueves, 1 de junio, en Primavera Sound 2017.

Calificación: 7,4/10
Lo mejor: ‘Demon In Profile’, ‘Arabian Heights’, ‘Oriole’, ‘Light as a Feather’
Te gustará si te gustan: The National, Soundgarden y Isaac Hayes
Escúchalo: Spotify, Youtube

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Publicado por
Raúl Guillén