La historia es así: esta semana la vicesecretaria del PP Andrea Levy ofrecía una entrevista en la Cadena Ser que daba mucho que hablar. Una de sus frases más llamativas fue que “los partidos de derechas también pueden ser revolucionarios”, poniendo como ejemplo la discutida reforma laboral del PP. En el mismo medio ella se definía como “revolucionaria y reivindicativa”, una postura que despertó en ella ‘La casa de Bernarda Alba’ de Federico García-Lorca.
Levy recibía numerosas críticas y comentarios por sus palabras durante las horas y días siguientes. Una de ellas venía del escritor Máximo Pradera que escribía en un tuit “Me imagino a @ALevySoler comprándose un vestido en una boutique pija de Génova y luego yendo a la Antonio Machado a por un libro que combine”. A este último respondía Nacho Vegas, no exactamente defendiendo a Levy –con la que tiene una buena amistad– sino atacando a la progresía: “Holocausto progre-machirulo con su dosis de superioridad moral. Nada nuevo bajo el sol de la hizquierda (sic)”.
Este último tuit era del agrado de mucha gente que, como leemos en las respuestas, tenían a Vegas por otro progre. Entre otras entidades encantadas, el propio Partido Popular, que retuiteaba el mensaje de Nacho. Ante esta estrambótica situación, Nacho decía “he llegado a lo más alto en Twitter y es hora de dejarlo, no tendría sentido continuar. Gracias a todxs; nos vemos en las barricadas”. ¿Lo ha dejado de verdad o solo se ha ido de puente tras actuar en Sonorama Ribera 2017? Nacho Vegas no publica disco desde que lanzara en 2014 el político-social ‘Resituación’, aunque este mismo año ha lanzado el libro de poemas y relatos ‘Reanudación de las hostilidades’.