Música

Las claves visuales de los vídeos de Taylor Swift, Katy Perry, Charli XCX, Lana del Rey y Oneohtrix Point Never

Continuamos con la sección Estética de videoclip analizando las imágenes de algunos de los clips musicales más destacados que hemos visto en las últimas semanas.

Look What You Made Me Do (Taylor Swift)

Como en la reciente ‘Múltiple’, donde James McAvoy se desplegaba en veintitrés personalidades distintas como forma de explicar la fragmentación de una mente enferma, Taylor Swift se divide en catorce en su nuevo vídeo. Más allá del estado de su salud mental, esta división física le sirve a la cantante que se mudó a los 14 a Nashville para dos cosas: como recurso visual para ilustrar una suerte de autobiografía en clave paródica y como pistola de dardos envenenados con la que disparar a las abultadas posaderas de Kim Kardashian o Katy Perry. Después de enterrarse a sí misma en un cementerio en el que podría salir bailando Michael Jackson, van apareciendo sucesivamente las diferentes Swifts. Cada secuencia revela un aspecto/etapa de la cantante a la vez que oculta un (viperino) significado. A través de los vestidos más icónicos de su carrera y de otros nuevos cosidos con agujas más afiladas que la lengua de una serpiente, Taylor se ríe (tibiamente) de sí misma, de sus haters (no se olvida de Kanye West y sus “discrepancias” por el premio VMA), de la industria (su conflicto con Apple) y de sus ex novios (ese I Love TS que lucen los bailarines). Las diferentes secuencias, unidas por medio de elegantes encadenados (tanto visuales como sonoros), se van amontonando poco a poco, como las Taylors de la pirámide de la última escena, hasta acabar en un epílogo con diálogos tan divertidos como venenosos: “Me encantaría que me excluyeran de esta historia”.

Swish Swish (Katy Perry)

En la pasada década hubo un subgénero que tuvo especial predicamento en Hollywood: la comedia deportiva. La mayoría de las películas estaban protagonizadas por Will Ferrell y tenían la palabra “pelotas” en su título en español: ‘Un equipo de pelotas’, ‘Cuestión de pelotas’, ‘Pasado de vueltas’, ‘Patinazo a la gloria’… En el nuevo vídeo de Katy Perry hay pelotas -la cantante aparece coronando una pirámide (sí, como Taylor Swift) de balones- y comediantes como Molly Shannon (no por casualidad habitual pareja cómica de Ferrell) o varias actrices de la serie ‘Glow’. Realizado por Dave Meyers, director de casi todos los vídeos de P!nk y autor del fallido remake ‘Carretera al infierno’ (2007), ‘Swish Swish’ funciona de varias maneras: como divertida parodia baloncestística (tras ‘Last Friday Night’, Perry vuelve a hacer gala de una nada despreciable vis cómica), desfile de cameos (deportistas y actores de series, sobre todo), taxonomía de memes célebres, tiempo muerto para lucimiento de Nicki Minaj y nuevo capítulo en la guerra fría que la cantante californiana mantiene con Taylor Swift.

Boys (Charli XCX)

En 2008, Abbas Kiarostami rodó ‘Shirin’, un largometraje en el que el desaparecido director iraní rendía homenaje a las mujeres filmando sucesivamente los rostros de 114 actrices famosas. Casi diez años después, Charli XCX ha hecho su propio ‘Shirin’. La cantante ha “rendido homenaje” a los chicos en un vídeo lleno de cameos masculinos. ‘Boys’ tiene tantos codazos cómplices que si estás un poco puesto en famoseo pop lo más seguro es que acabes con dos costillas rotas después de verlo (aquí puedes ver la lista de cameos

). El vídeo es tan sencillo como eficaz. Una sucesión de planos (la mayoría fijos y con fondos neutros), formatos (cuadrado y apaisado) y texturas, donde van apareciendo “boys, boys, boys”. Como si fuera un casting para el propio vídeo, Charli coloca a sus chicos en actitudes que van desde la ternura cuqui (bebés, perretes, peluches) al erotismo fetichista (tatuajes, herramientas, comida). La cantante nos da codazos, pero también nos hace guiños: todo el vídeo parece rodado con una media sonrisa tan contagiosa como la canción.

White Mustang (Lana del Rey)

Si hace unos días François Ozon nos sorprendía en ‘El amante doble’ sacando del armario una práctica sexual tan poco representada en la pantalla como es el pegging, Lana del Rey hace algo parecido con otra parafilia en su nuevo vídeo. ‘White Mustang’ comienza como si el drone de un paparazzi se colara por el balcón de la cantante. Lo que vemos dentro valdría miles de dólares: Lana practicando trampling con su amante vikingo. Ninguno de los dos parece pasárselo especialmente bien. Pero, teniendo en cuenta los problemas de expresividad facial de la cantante (que siempre da la impresión de sentirse bastante incómoda en sus vídeos), lo mismo están en pleno orgasmo. El vídeo sigue, y lo que vemos es una historia de desamor en un entorno futurista. A medio camino entre el Wong Kar Wai de ‘2046’ y el ‘Tomorrowland’ de Disney, Lana pasea su tristeza en un Mustang blanco por las carreteras de un Los Angeles del mañana. Por medio de una fotografía elegante y unos movimientos de cámara ceremoniosos, el vídeo intenta trasmitir una sensación de melancolía. Una aflicción que, si hacemos caso al misil que aparece al final del baile, quizá no solo sea por motivos sentimentales.

The Pure and the Damned (Oneohtrix Point Never)

Desde estas páginas no nos hemos cansado de alabar el cine de los hermanos Safdie (inédito en las carteleras españolas, pero accesible en Filmin): su extraordinario debut ‘The Pleasure of Being Robbed’, la cassavetiana ‘Go Get Some Rosemary’ y la cautivadora ‘Heaven Knows What’, sin duda una de las mejores películas de 2014. El éxito en el festival de Cannes de su último trabajo, ‘Good Time’, y el protagonismo de Robert Pattinson podrían obrar el milagro: que la película se estrene en España. De momento nos podemos conformar con su música, premiada en Cannes. La banda sonora creada por Oneohtrix Point Never incluye un tema cantado por Iggy Pop. Lo más sorprendente del vídeo que ilustra la canción es que no se han limitado a incluir el habitual montaje con escenas de la película. El clip empieza y termina con una imagen pobremente digitalizada de Iggy que parece recién salido de ‘The Walking Dead’. La inquietante animación da paso a una narración protagonizada por Pattinson. El actor, cada vez más alejado de su imagen de estrella teen, sale a la calle armado con un espada y se encuentra con un animal tan repugnante que podría poblar nuestras pesadillas durante décadas. Se dispone a matarlo, pero no lo hace. ¿Un acto de amor, como canta Iggy?

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Publicado por
Joric