“Tenía ganas de reprobar la última cursilada de Sam Smith por lo injusta que me pareció su victoria en los Oscar, pero ‘Too Good at Goodbyes’ es una canción incontestable. De hecho, mejor que la canción de la que parte, que no puede ser otra que ‘Stay with Me’ (que también era una gran canción). ‘Too Good at Goodbyes’ es cero cínica en su intento de copiar la que hasta ahora había sido la canción insignia de Smith, pero sale airosa de la tentativa porque es incluso mejor, pues de hecho es más bonita, más emocionante, más sofisticada como composición y además está mejor cantada, por no hablar de que contiene un arreglo de cuerda acertadísimo en su contención. ¿Qué más se puede pedir? Puede que un artista menos “blanco” que pudiera llevar la canción vocalmente al siguiente nivel emocional, pero ya tendrá Smith tiempo para eso… Jordi Bardají
«Cuando salió ‘Too Good at Goodbyes’, una amiga se negaba a escucharla. Unos días antes, su novio había pasado de «te quiero y tengo ganas de verte» a «me estoy agobiando pero no es por ti», luego a «mejor lo dejamos»… y luego a liarse en su cara con otra. Se comprende, pues, que lo último que la chica necesitaba era a Sam Smith lamentándose de que pobrecito él, que le rompen el corazón, que vuelve conmigo por favor… pero no es esto lo que podemos encontrar en su single de regreso, y eso lo hace más interesante. En lo que podría ser un cruce entre el ‘Another Love’ de Tom Odell y las querencias Adele de Smith, el inglés se pone un escudo para no volver a pegársela y nos entrega un muy buen tema (y lo dice alguien que confiesa aburrirse con su álbum de debut
). Uno al que, como cabía esperar de él, le está yendo bastante bien en ventas. “Aunque sea a hostias, pero aprendo” parece decir desafiante en este baladón que, justo cuando más te está llegando, se acaba… lo cual puede ser una pega, pero también algo positivo: no es lo más usual que una balada se haga corta. Ah, y para quien tenga curiosidad: mi amiga ha caído. Y la tiene en modo repeat.» Pablo N Tocino«Aburrido, soso, anodino, tan pretenciosamente sutil que se queda corto, carente de sorpresas en su estructura, insoportablemente blanco… Así es el último single de Sam Smith, cuya voz aparece en un par de momentos tan exagerada y esforzada por emocionar… que a duras penas se comprende lo que está diciendo, dejándome definitivamente indiferente ante lo que era un supuesto torrente de emociones. Muchas ganas de volver a escuchar ‘Hello’, el verdadero baladón de la década. O incluso ‘Stay With Me’, que sale justo después en Spotify ahora mismo y está mil veces mejor, pese a que a su vez se inspirara demasiado en ‘Next to Me’ de Emeli Sandé». Sebas E. Alonso