Esta vez destacan como grandes novedades respecto a ‘Vibraciones’ una mayor limpieza en el sonido de las guitarras, con notable presencia de sintetizadores de estética ochentera –el single ‘Tiemblas’, ‘Patrones de fuerza’ o ‘Melanoma’ hacen pensar en la escuela sueca de A-Ha y herederos como The Maryonettes y Shout Out Louds–, y el regreso a unas letras que hablan sobre relaciones interpersonales en detrimento de la mayor carga político-social de aquel disco de 2015. Pero, por lo demás, todo discurre dentro de los cánones esperables en un álbum del grupo valenciano. Lo cual no es sino bueno, porque nos regalan algunas notables canciones con esa especial manera de tamizar por un filtro hispánico la ascendencia del pop clásico británico.
La excelente ‘Diez siglos bastó con Bizancio’, la muy Kinks ‘Alexanderplatz’ –con featuring de Manu Ferrón–, ‘La gota malaya’ –con la siempre encantadora voz de Marina de Klaus & Kinski como protagonista, que repite tras aquella gran ‘Quemando cromo’ del álbum anterior– o ‘Actos de pura abstracción’, siempre con textos elegantes y cuidados, eruditos pero nunca pedantes –aunque a veces poco accesibles–, se cuentan entre los mejores momentos de un álbum que, si bien no destaca sobremanera en su discografía, sí sigue alimentando un repertorio notable, con una consistencia al alcance de pocos en la escena nacional del pop de guitarras.
Calificación: 6,9/10
Lo mejor: ‘Diez siglos bastó con Bizancio’, ‘Tiemblas’, ‘La gota malaya’, ‘Alexanderplatz’
Te gustará si te gustan: Fran Nixon, La Costa Brava, Tachenko.
Escúchalo: Spotify, Bandcamp