Continúa realizando una comparación con otras artes: «¿Se imaginan dándole un poquito de color a un cuadro de un pintor porque combina mejor con las paredes de un museo?, ¿O pintarle un bigotillo a un retrato porque queda cojonudo? Es exactamente lo mismo. Si la canción con su velocidad original no cuadra con la línea musical del programa o con el gusto personal del programador, les sugiero que no la pongan, pero no hagan su propia versión y cometan este crimen».
Tras llamar a esta aceleración «crimen», recula: «Estoy seguro de que no hay mala intención y agradezco me hagan un hueco en su espacio, pero supongan que todo el mundo escucha su programa a una velocidad delirante como si hablara un jodido pitufo de ácido. Quizás esta versión de “La llamada” sea mejor para ustedes o para algún oyente, pero déjenme elegir a mí cómo la quiero mostrar. Felices fiestas. Leiva».
La versión ligeramente acelerada se puede oír a las 2 horas y 42 minutos de este podcast.