‘You Could Have It So Much Better’ (2005) supo mantener el hype el año siguiente gracias a la fiera ‘Do You Want To’, pero cuatro años después el paso del tiempo les pasó factura en «Tonight» (2009) y otros cuatro años después con ‘Right Thoughts, Right Words, Right Action‘ (2013) quedaban menos fans esperándoles aún. Todo ello pese a que seguían editando singles bastante pintones. La edición de un álbum junto a Sparks, los 5 añazos que han vuelto a pasar desde su último disco de estudio y la marcha del carismático Nick McCarthy -la cara más reconocible de la banda tras Alex Kapranos- pone sobre la mesa que Franz Ferdinand no son exactamente el mismo grupo que conocimos hace casi 15 años.
Lo son en cierta medida, y ‘Lazy Boy’, una canción que es toda una parodia de sí misma en su repetición «holgazana» y en su reivindicación de la vaguería, podría ser un single de la banda editado en 2004 o 2005 tanto por progresión de acordes como por el tipo de guitarras setenteras. Pero el grupo ha decidido expandir su sonido hacia diferentes vías. El single principal y titular ‘Always Ascending’ vuelve a usar los cambios de ritmo que tanto han gastado desde la mismísima ‘Take Me Out’, pero esta vez esos sonidos en ascenso de fondo alzándose contra la ley de la gravedad, los sintetizadores tan Kraftwerk o los coros del nuevo miembro Julien (parece una chica, pero no lo es) logran que la canción sea tan «sedienta» como asegura. «¡Tráeme agua!», proclama en su estribillo. «¡Tráeme agua de una puta vez!», parece decir en verdad, tan vehemente.
También interesante es ‘The Academy Award’, un himno contra el mamarracherío de las redes sociales, en las que todo el mundo se suma a «representar» la felicidad vivida 10 segundos antes. Si es que ha existido. Que Alex Kapranos podría vivir de crooner a lo Tony Christie es algo que ya comprobamos en la histórica ‘Walk Away’, pero este número con tantos mensajes en uno (hay guiño a Colombo y un turbio asesinato) nos hace pensar que su voz está definitivamente desperdiciada en un grupo de rock. Qué sexy sigue sonando además en los «why don’t you come over here» de ‘Feel the Love Go’, de excelentes metales à la Bowie.
Franz Ferdinand siguen sin ser los mejores letristas, pero las historias y personajes creados van más allá de una primera ocurrencia. ‘Lois Lane’, con un punto setentero a lo Jarre, parece versar sobre una periodista que quiere «cambiar el mundo», pero en realidad habla sobre el egoísmo que supone querer cambiar el mundo… solo para ser tú feliz (“la motivación del altruísmo es el egoísmo, el deseo por el placer del premio”). ‘Finally’ habla sobre encontrar gente igual que tú con la que ser tú mismo. Y ‘Glimpse of Love’, que parece un disco despampanante, es una canción construida a partir de titulares de tabloides, todos ellos denigrando a mujeres famosas de manera sutil, pero poco sutil.
De sus ambiciones sonoras y líricas no siempre ha salido un ‘Dark of the Matinée’ y de ‘Huck and Jim’ podemos destacar las guitarras, de ‘Paper Cages’ el piano y de ‘Slow Don’t Kill Me Slow’ su cadencia de tema final… por encima de las canciones en conjunto. En 5 años Franz Ferdinand deberían haber sido capaces de presentar composiciones más sobresalientes que simpáticas y de contarnos una historia. En 2018, y con el concepto álbum de capa caída, admitimos la variedad y la riqueza de elementos, pero de ahí a comenzar un disco «mirando siempre hacia arriba» y terminarlo pidiendo «que no te maten despacito», hay un trecho.
Calificación: 7,4/10
Lo mejor: ‘Always Ascending’, ‘Feel the Love Go’, ‘The Academy Award’, ‘Glimpse of Love’
Te gustará si te gustan: David Byrne, Sparks, Talk Talk, David Bowie
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