“¿Se puede desear conocer el mundo desde un rincón perdido del universo?”, se pregunta Carrillo, que explica el origen de su videoclip. “Desde el primer momento que escuché ‘Dinamita’ me imaginé la escena inicial, visualicé a una adolescente acosada por la pubertad, las dudas y un padre autoritario y severo. La idea de una niña saliéndose de una fila de adultos recta y escapando por una puerta bañada de luz invadió mi cabeza durante meses. Tenerlo claro es algo bueno, pero también es doloroso y complicado visualizar algo durante tanto tiempo, te pone las cosas más difíciles. Por ello, cuando vi que esa imagen cobraba forma real junto a una de mis apuestas, la joven Alejandra Bittini, y el complejo decorado, no me lo podía creer. ‘Dinamita’ es una canción de amor, un canto a la libertad y el romanticismo, por ello, aunque una de las referencias claras que llevaba rondando desde hace varios vídeos era la pureza adolescente de ‘Las vírgenes suicidas’ de la joven Coppola, y mi obsesión desde la trilogía por los complejos encuadres de Tarkovsky, no debía dejar que la oscuridad que tanto me atrae, venciera a la luz que impregna toda la canción. Por ello, también tenía claro que un final feliz, aunque abierto, se imponía y nuestra protagonista debía sugerirnos a todos la idea de salir afuera, de buscar nuevos caminos y de no tener miedo a saltarnos las normas y tradiciones que nos impone cada día la sociedad en la que nos ha tocado vivir”.