Música

¿Es tan nefasta la “versión feminista” de ‘This Is America’ de Nicole Arbour como hace ver Internet?

Horas después de conocerse que Donald Glover, en su alias musical Childish Gambino, conseguía su primer top 1 de Billboard Hot 100 con ‘This Is America’, uno de los acontecimientos musicales de las últimas semanas, la canción es noticia por motivos mucho menos positivos. Una cómica canadiense llamada Nicole Arbour, de cierta popularidad en Youtube por sus recurrentes polémicas, subía anoche una “versión feminista” del single de Childish Gambino.

En el vídeo, Arbour traslada el espíritu de la canción –un alegato contra el incipiente racismo y violencia en Norteamérica hacia las etnias más desfavorecidas– a un contexto de la opresión de la mujer. Tras numerosos comentarios negativos (los dislikes cuadruplican los likes), la youtuber ha decidido cerrar los comentarios y añadir un texto en la descripción del vídeo, declarando su admiración por la obra de Gambino (“la obra de arte más impactante de los últimos años”) y explicando que era “arrojar luz a experiencias de la mujer como la recriminación a las madres que amamantan, las violaciones bajo efectos de estupefacientes, las etiquetas de “santa o puta”, las presiones para tener familia, el acoso laboral, el techo de cristal”, etc. Pero Internet ha dictado sentencia y su vídeo está siendo masacrado… ¿con razón?

Ciertamente, las intenciones de Arbour parecían buenas, y ni mucho menos hay en su vídeo un tono de burla hacia el original. Además, se ha preocupado por reflejar a mujeres de distintas etnias y morfologías físicas en él. Pero tomar como referencia una obra que denuncia otro problema de sensibilidad social tan importante parece una decisión totalmente nefasta, máxime siendo una mujer caucásica bajo los cánones de belleza occidental prototípicos. No sólo porque se puede interpretar, como así ha sido, como una parodia a aquella denuncia, sino porque consigue precisamente el efecto contrario: como ella misma dice en un texto al final del vídeo, “si yo fuera un tío, no estaría pensando quién me ha escrito todo esto”, acompañado de una peineta. Por más suculenta que parezca la idea de emplear el vídeo viral más exitoso de la primera mitad del año, ¿no había más vídeos que emular para su denuncia? Directamente, esta nunca debería haber sido una opción.

Quizá el problema de Arbour es que este no es su primer vídeo polémico: en 2015, dio la vuelta al mundo un vídeo llamado “Querida gente gorda” que, disfrazado de sátira, resultaba insultante e hiriente para las personas con obesidad y sobrepeso, negando que hubiera discriminación hacia ellos por sus cuerpos. Aunque ella se esforzara por hacer ver que pretendía lo contrario, responder después con un vídeo patrocinado por unos productos supuestamente adelgazantes parecía otro insulto. En su colección hay una ristra de parodias que, obviamente, persiguen llamar la atención por la vía de la provocación, como “Queridos negros”, “Queridos refugiados”, “Queridos religiosos”, “Queridos transgéneros” o 4 pasos para librarte de la depresión. Esta vez, quizá a su pesar, ha conseguido lo que quería (el vídeo se acerca al millón de visualizaciones, frente a los ciento y pico mil habituales en su canal).

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Publicado por
Raúl Guillén