El próximo 6 de junio actuará en Madrid (Sala Joy Eslava) y el 8 en Barcelona dentro del EL Festival (Poble Espanyol), motivo que aprovechamos para charlar con ella por teléfono. Beth Ditto es una figura interesantísima; la lástima es que los escasos quince minutos que me otorgan hace que la mitad de mis preguntas se queden fuera. Si a eso le sumamos que el sonido que me llega desde el otro lado del teléfono es atroz, no ayuda precisamente a la fluidez de la conversación.
Entre ‘Joyful Noise’ (2012) y ‘Fake Sugar’ (2017), has estado cinco años sin sacar música. ¿Por qué tanto tiempo?
Por dos razones; Gossip tardaba unos cuatro años entre discos. Básicamente, porque no éramos ese tipo de banda-máquina, no éramos la típica banda, en el sentido de que no estábamos escribiendo canciones para sacar un producto. Lo veíamos como un proceso. El tiempo entre álbums significaba mucho, porque queríamos vivir diferentes experiencias, no queríamos escribir sobre las mismas cosas… Otra razón de esos cinco años entre ‘Fake Sugar’ y Joyful Noise’ es porque, una vez que decidí que iba a actuar sola, necesitaba tiempo para aprender –no tocaba ningún instrumento-, así que tuve que encontrar cada una de las personas, buscar a alguien que te produzca… Y eso me llevó mucho tiempo. Porque normalmente hacía las cosas por un compromiso, le preguntabas a la banda, debías ayudar a la gente, cada uno tenía sus opiniones… Pero esta vez era solo yo, en vez de tres personas.
¿Cómo es ser tu única jefa ahora, pues? ¿Te sientes muy diferente?
Tengo la sensación de que en Gossip todo fluía fácilmente. Aprendí mucho, escribía muchas cosas por mí misma… Éramos amigos. Siempre estábamos los mismos en el escenario, tenía a Nathan y a los otros conmigo. Éramos personas muy diferentes, pero estuvimos juntos mucho tiempo y ahora ha sido como empezar de nuevo. Cuando has estado con alguien tanto tiempo, empezar de nuevo, estar con alguien distinto, es un rompecabezas increíble. Es muy raro (risas).
Quizás ‘Fake Sugar’ no suene muy diferente a Gossip. Es aún más soul o disco, quizás. Leí que esta vez querías ser “menos X-Ray Spex y más Dolly Parton”. ¿Tenías una idea previa de cómo querías sonar?
No sabía lo que quería, pero sí sabía lo que no quería. No quería sonar demasiado electrónica. No quería ser demasiado Rock ‘n’ Roll o folk. Sabía que quería algo… pero el qué, no tenía ni idea. Pero es que, ¡incluso teniendo clara la idea, nunca sale como quieres!
Entonces es algo más improvisado de lo que parece. Sin embargo, suena muy compacto, aparte de poderoso.
Oh, ¡gracias! Mientras lo hacía, me di cuenta de lo importante que fue mi carrera en Gossip, en mi forma de escribir las canciones. La gente me decía: “oh, es ‘Movement’ sin Nathan”. Y yo contestaba “¡Claro! ¡Eso es lo que es!”.
«Me divorcié y todo lo que sucedió [en el proceso] está absolutamente documentado en el álbum»
Entiendo que el álbum trata sobre rupturas amorosas, sobre la parte dura del amor (especialmente ‘Lover’) y sobre pérdidas, de amistades y de seres queridos. ¿Resultó duro de grabar, de cantar?
Sí, es sobre amor y corazones rotos. Me divorcié y todo lo que sucedió [en el proceso] está absolutamente documentado en el álbum. Realmente es la historia de la ruptura con dos personas, con mi exmujer y con Nathan, con dos de mis mejores amigos; dos de las relaciones más fuertes que había tenido de repente cesaron. Todo se rompió durante la grabación. Mi mujer y yo acabamos de obtener el divorcio ahora, ya vamos cada una por nuestro lado. Nathan -y Gossip- había sido mi familia durante 16 años, fue la relación más larga que nunca había tenido y todo eso acabó. Así que sí, el disco trata de todo eso.
Leí que Gossip acabaron porque Nathan regresó a Arkansas y… a Dios. ¿Es realmente tan fuerte el poder de la religión en Estados Unidos?
(suspira) Sí.
«Ser religiosa hubiera sido como traicionarme a mí misma»
¿Y resulta tan alienante? Porque precisamente, vosotros habíais huido de este entorno tan religioso.
Exacto. Y yo no quería… Era demasiado. Crecer con eso fue realmente duro. Los amaba [a la gente de mi entorno], claro, pero ser religiosa hubiera sido como traicionarme a mí misma. Así que lo dejé. Fue duro que [Nathan] volviera a Dover [Arkansas], que es donde reside ahora. Además, la distancia entre Arkansas y Portland, que es donde vivo, es de miles de millas (risas). Y es muy difícil mantener el contacto con alguien que está a tantas millas de distancia.
«[Sobre el caso «La manada»] Desgraciadamente han de salir casos como estos para sacar la rabia de la gente, para recordar que no estás cómoda, que no estás segura»
Cambiando de tema, no sé si conoces el caso de «La manada» en España [Ndr: Beth retuiteó uno de los comentarios de Jessica Chastain sobre la sentencia], que generó una increíble ola de rabia y protestas. En Estados Unidos está, por un lado, el machismo de Trump pero, por otro, también potentes movimientos feministas como el #MeToo. ¿Crees que el feminismo está ganando o perdiendo la batalla ahora mismo? Quiero decir, nosotras luchamos para avanzar, pero parece que el mundo esté retrocediendo.
Si miramos atrás, el mundo siempre ha sido así de tumultuoso, igual de peligroso para las mujeres, para la gente queer, en América para la gente de color y para los inmigrantes. Lo que sucede ahora es que la información viaja muy rápido y somos testigos de cosas que en el pasado ni habríamos escuchado. Así que me tengo que decir a mí misma: “No, no estamos retrocediendo. Es solo que ahora te enteras de más casos”. Que el mundo parezca que vaya hacia atrás no es nada nuevo. Es la misma mierda de siempre y, desafortunadamente, siguen sufriéndolo diferentes mujeres. No sé en España, pero en Estados Unidos hay noticias aterradoras cada día. Cada día, desde que me levanto, pienso en ello, cuando te pones al día con las noticias. Y me cuesta mucho de asumir. Saco la fuerza de pensar no en el pasado, sino en el mañana, aunque es doloroso mirar hacia delante. Y, desgraciadamente han de salir casos como estos para sacar la rabia de la gente, para recordar que no estás cómoda, que no estás segura. Y que no podemos dejar de luchar, no podemos dejar de afrontarlo y no podemos dejar de apoyarnos unas a otras. Y da igual quién sea el presidente. Quiero decir; sí, Obama fue un presidente increíble, pero durante su mandato seguías siendo susceptible de ser atacada. Puedes pensar que entonces todo era mejor, pero tampoco el sistema funcionaba bien; la gente queer era apalizada, la gente de color asesinada por la policía. Nada de eso desapareció. No existe “un lugar mejor”. Pero puedes seguir luchando. Hay que cambiarlo. Y que estemos protestando por lo mismo de hace diez años, es otro recordatorio de que no estás a salvo y que no puedes dejar de contrataatacar.
«En mi entorno hay mucha gente cree que la raza “importa”, y esa es una idea de mierda»
Algún día todo irá mejor. El feminismo empezó en el siglo XX, así que no es algo tan antiguo. Y debemos recordar que aún seguimos en esta lucha. Debemos saber que no estamos a salvo y hemos de conseguir todo el apoyo. Y estoy contenta. ¡Estoy tan contenta porque hay tanta gente que se preocupa! Pero también triste, porque en mi entorno hay mucha gente cree que la raza “importa”, y esa es una idea de mierda. Hay mucho debate sobre los orígenes [de las personas]. Los orígenes no tienen nada que ver con el comportamiento, los orígenes de cada uno no tienen importancia, pero hay quien se lo toma como una idea sagrada. Y es algo que no es real.
Eres una de las protagonistas de la campaña de Zalando. A día de hoy aún sigue habiendo una fuerte presión sobre las mujeres para ajustarse a unos determinados cánones estéticos. ¿Qué piensas de todo eso?
Oh, es extraño… extraño… extraño… No es algo físico, es algo que ni siquiera es real. No tiene sentido vivir al dictado de estas ideas, te van a hacer daño. Es estresante.