Pedro Sánchez retomó el año pasado el liderazgo del Partido Socialista tras vencer en primarias a la líder andaluza Susana Sánchez, después de verse forzado a dimitir tras los descalabros socialistas en las Elecciones Generales del año 2015 y su reedición de 2016. Y ahora, de manera inesperada hace apenas un par de semanas, es el nuevo líder del gobierno español. Desde que fuera elegido secretario general del PSOE en 2014, si algo ha llamado la atención de él en nuestra web han sido sus gustos musicales.
Si el ex-lehendakari Patxi López
, uno de los varones de su partido, destacó por su interés por la música indie, Pedro Sánchez lo demostraba con más ahínco aún, presentándose en una edición del Festival de Benicássim, la de 2016, donde además se encontró con su rival política, Andrea Levy. Podemos decir, por tanto, que Pedro Sánchez es el primer presidente “fiber” (como se conoce a los asistentes al festival) de la Historia de España.Sus gustos musicales no están nada mal, la verdad: en plena campaña de 2016, hacía una playlist de Spotify para Tentaciones en la que citaba a Tame Impala, Black Keys o Kate Boy entre sus favoritos, salpicada con “guilty pleasures” como Miguel Bosé. Y antes de las citadas primarias socialistas, lanzaba otra lista de reproducción con canciones de los últimos discos de Bowie, Blur, Iggy Pop y, sobre todo, indie nacional: Lori Meyers, Izal, Supersubmarina, Los Planetas, León Benavente, Vetusta Morla, La Habitación Roja, Mucho o Second le hacen vibrar.
Algo de lo que, además, no tiene la exclusiva en su familia. Tal y como se ha hecho eco nuestro compañero Arturo Paniagua en Twitter, la nueva “primera dama” de la política española, Begoña Gómez es la que parece estar detrás del gusto musical de Sánchez: ella tiene una fantástica playlist en la que encontramos artistas y grupos como David Byrne, Ride, Eels o Courtney Barnett, y hasta cosas mucho menos obvias como Car Seat Head Rest o King Gizzard and The Lizard Wizard. ¿Entendéis la importancia de esto? ¡Esa música va a sonar en el Palacio de la Moncloa! Ahora, ya en serio, lo que hace falta es que esto se traduzca en mejores políticas educativas y culturales para el arte alternativo e independiente.