‘Con amor, Simon’ se mueve desde el principio en el terreno de lo mainstream. Es una comedia romántica de instituto, como las que hemos visto mil veces, cuya única particularidad es la de la sexualidad del protagonista (algo valioso, por otra parte). Como la gran mayoría de esta clase de películas, es totalmente predecible, tiene multitud de fallos de guion, detalles inverosímiles (el mero motivo por el que se desarrolla el conflicto, lo es, así como el chantaje) y personajes poco desarrollados. Resulta frustrante ver cómo los guionistas se empeñan en construir a Simon plasmando bien sus dudas, miedos e inseguridades adolescentes, y se olvidan de otorgar la más mínima fuerza a todos los demás secundarios.
Pese a todas sus carencias, no se puede negar que funciona como un entretenimiento amable y agradable de ver. Y tampoco se puede obviar su importancia, dando visibilidad y normalizando la homosexualidad ante un público más amplio que al que llegan otras películas infinitamente superiores a esta como ‘Call Me By Your Name’ o ‘Tierra de Dios’, por mencionar dos ejemplos recientes –aunque sean muy diferentes-. Otra de las virtudes de la película de Greg Berlanti es que, aun con todo, se sitúa por encima de la mayoría de comedias de instituto, algo que se deba probablemente a que el protagonista en esta ocasión sí tiene un conflicto importante.
La música juega un papel esencial para definir bien el tono desenfadado pero comprometido que tiene el film. Entre algunas de las canciones de artistas actuales que se puede escuchar están ‘Love Me’ de The 1975, ‘Love Lies’, de Khalid y Normani, ‘Strawberries & Cigarettes’ de Troye Sivan o ‘Alfie’s Song (not So Typical Love Song)’ o ‘Rollercoaster’, de Bleachers. Y también grandes hits atemporales como ‘I Wanna Dance With Somebody’ de Whitney Huston y ‘Someday at Christmas’ de The Jackson 5.
Es cierto que ‘Con amor, Simon’, no pretende ser más de lo que es, y también es cierto que el colectivo LGTTBI+ no solo merece historias de amor profundas, sino modelos en los que los adolescentes puedan también sentirse representados, y en ese sentido no hay nada reprochable. Sin embargo, sí que da cierta rabia, que al final, tenga opciones de ir más lejos y hacer mejor las cosas y no llegue a aprovechar sus oportunidades. Es una película relevante por lo que supone, pero cinematográficamente muy poca cosa. 6.