Café Tacvba: “Si fuera por motivaciones económicas no estaríamos haciendo una gira europea”

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Café Tacvba: “Si fuera por motivaciones económicas no estaríamos haciendo una gira europea”

Café Tacvba, uno de los grupos de rock alternativo más importantes de México, visita España este fin de semana para presentar su último disco, ‘Jei Beibi’, así como su repertorio de clásicos, entre los que se incluyen ‘Eres’, ‘Cómo te extraño mi amor’ o ‘Quiero ver’. Las fechas de Café Tacvba en España son el sábado 28 de julio en la sala Barts de Barcelona y el 29 de julio La Riviera de Madrid. JENESAISPOP ha tenido la oportunidad de hablar con Quique Rangel, bajista y contrabajista de Café Tacvba, sobre su trayectoria mediante preguntas realizadas por artistas a los que el grupo ha influido o que lo han versionado, estos son, Marc Dorian, Vega, Gepe y Texxcoco. Así ha sido una interesante charla con Quique en la que se ha hablado del proceso de composición de Café Tacvba, la música en directo, el streaming o el valor de seguir haciendo canciones tantos años después.

En primer lugar, Marc Dorian pregunta sobre el último álbum de Café Tacvba, ‘Jei Beibi’. Dice que “mantiene sin titubeos el nivel creativo de grandes discos como ‘Re’ o ‘Cuatro caminos’”, y se pregunta: “De dónde sacan el fuego para seguir haciendo excelentes canciones?”
No diría que ninguno de estos discos es menor, pero en ‘Jei Beibi’ hay algo que se acerca mucho al entusiasmo creativo y a la diversidad de ‘Re’, que es donde ampliamos de la música tradicional mexicana a muchos otros géneros. Parte de ese entusiasmo tiene que ver con la sorpresa de transformar el trabajo de cuatro individuos compositores en un trabajo colectivo, en el que uno puede apropiarse de la idea de otro y llevarla a un lugar insospechado.

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Por otro lado, no es menor reconocernos como un grupo adulto, y las experiencias que surgen de ello están plasmadas en estas canciones: la muerte, la paternidad o la situación de nuestro entorno no son cosas menores que nos toca vivir y que desarrollan este otro universo que plasmamos en ‘Jei Beibi’.

¿Crees que estas experiencias nuevas os ha llevado a trabajar de manera diferente entre vosotros?
Estas experiencias nos ha hecho replantearnos nuestra responsabilidad como creadores o voceros de una generación. Si bien no asumimos del todo esta supuesta responsabilidad, hay cosas de las que queremos hablar, teniendo cuidado en cómo nos acercamos a ciertos temas.

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«La intención de ‘1-2-3’ era inscribir, en una canción pop, un tema que no tiene por qué ser olvidado»


Precisamente Marc Dorian te pregunta más en profundidad sobre estas experiencias, por ejemplo sobre ‘El mundo en que nací’, la canción que Meme dedica a su hijo, o ‘1-2-3’, que habla sobre los 43 desaparecidos de Iguala / Ayotzinapa.
Su interpretación de ‘El mundo en que nací’ es correcta y de hecho es una de las formas más directas que yo he oído de una canción de padre dedicada a su hijo. En el caso de ‘1-2-3’, Meme trajo la melodía y planteó hablar de esta situación en concreto. Su composición me recuerda a nuestros estudios como diseñadores, al concepto de marco teórico. Nosotros diseñamos el entorno de esta canción y la intención final era inscribir, en una canción pop, un tema que no tiene por qué ser olvidado. En la canción se plantea una opción, que es la de tratar que el amor nos lleve a un lugar diferente, pero la intención original de ‘1-2-3’ es que se siga hablando del tema para encontrar la solución.

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Cuando dices que creáis el entorno para la canción, ¿a qué te refieres?
Planeamos los pasos para generar esta canción; la armamos a conciencia, no fue fruto de la inspiración. Nunca hemos pensado en términos de hacer una canción para que suene en la radio o alguien la tome en una película. Esta es la primera vez que lo hacemos.

Antes hablabas del trabajo en grupo de Café Tacvba. Marc Dorian te pregunta si, en momentos de bloqueo, os ayudáis los unos a los otros o más bien cada uno hace la “guerra de los versos” por su lado.
[ríe] Excelente forma de definir el concepto, la guerra de los versos. Aunque sí hay colaboraciones, como fue el caso de ‘1-2-3’, gran parte del trabajo se hace a nivel individual.

«El año pasado entré en uno de esos sistemas de streaming por primera vez y me sorprendo escuchando música de la cual ya tuve alguna vez un vinilo o un CD»

En relación a la música en general, Dorian quiere saber si seguís escuchando música hoy en día…
Yo cada vez escucho menos música, y esto tiene que ver con la paternidad, en donde tengo que escuchar música que ya no decido yo, sino que decide mi hija de 3 años. Esta transformación de la forma de acceder a la música también ha afectado a mi relación con ella. El año pasado entré en uno de esos sistemas de streaming por primera vez y me sorprendo escuchando música de la cual ya tuve alguna vez un vinilo o un CD. Actualmente escucho menos música y estoy menos pendiente de las novedades.

¿Qué opinas del streaming? Es un sistema que funciona sobre todo a artistas nuevos, y también a algunos veteranos, aunque a otros no. No sé si has visto las escuchas de Café Tacvba en Spotify, pero diría que son bastante saludables para un grupo que lleva más de 25 años en activo.
Como creador y persona a la que le gusta la profundidad y la narrativa de los discos y de un concepto unitario que permea en un grupo de canciones, y los contrastes que hay entre esas canciones, lamento que eso ya no existe como yo lo conocí. Pero hay un beneficio, que es el de la inmediatez, lo cual a su vez hace que la música pierda ese nivel de profundidad. A mí cuando me gustaba un grupo era porque alguien quizá me lo había mostrado, por ejemplo entregándome un casete de ese grupo… Había todo un proceso de búsqueda, un esfuerzo, una gran satisfacción de poder escuchar una obra completa. Eso ya no lo van a vivir las nuevas generaciones, pero te diría que incluso yo ya no lo vivo.

Se da la paradoja que, ahora mismo, todos o casi todos los discos del mundo están a nuestro alcance, pero realmente no los tenemos
Y hay un vínculo con el objeto que ya no se da, lo cual sociológicamente habla muy mal de nuestra necesidad de poseer, de que tienes que ser dueño de algo. Luego en el cuestionamiento de ese sistema entra también el tema de quién recibe el dinero de la música, en el cual prefiero ni meterme…


Dorian te hace una pregunta curiosa: “Si la música de Café Tacvba se pudiera pintar, ¿qué estilo pictórico sería? 
No sé si sería un estilo pictórico, pero sí una técnica, el collage. También el estilo dadá forma parte de nuestro proceso de composición, no tan creativo sino más bien a la hora de hacer arreglos y darle forma al disco.

Si algo ha caracterizado a Café Tacvba ha sido experimentar con diversos sonidos a lo largo de vuestra carrera.
A nosotros mismos nos sorprende la coherencia que surge de algo como mezclar ritmos autóctonos mexicanos con cajas de ritmo o samplers.

«En Europa no generamos ninguna ganancia. Si fuera por motivaciones económicas, nosotros no estaríamos haciendo una gira»

Vega plantea una cuestión sobre vuestros conciertos: “Solo hace falta echar un vistazo a vuestra web para ver que vuestra agenda de conciertos está repleta. No paráis de hacer conciertos en vuestro “NIU GÜEIS TUR” (me encanta el nombre, super auténtico). Ver la agenda sorprende, y sorprende ver en qué salas tocáis en España, Bikini y Barts en Barcelona, y La Riviera en Madrid. Aforos pequeños e íntimos en comparación con los venues en los que tocáis en ciudades como Perú o Chile. ¿Cómo os enfrentáis a estos recintos más reducidos?
Somos conscientes del espacio en el que nos presentamos. Eso no transforma nuestra actitud arriba del escenario. Muchos de estos lugares donde nos presentamos son festivales donde somos cabezas de cartel, por lo que tenemos una responsabilidad diferente a un concierto de dimensiones más pequeñas. En Estados Unidos, donde tocamos en territorios con gran población latina, como Texas o el sur de California, sí hacemos recitales grandes, pero también hacemos salas pequeñas, que tienen la cualidad de ser más íntimas. Eso nos permite variar en la selección de las canciones que tocamos.

Más incisiva, Vega os plantea una cuestión económica. Pregunta cómo se sostiene un show como el vuestro en salas tan pequeñas con un coste de 33 euros la entrada.
[ríe] Lo mantenemos haciendo el sacrificio de no recibir nada nosotros. En el caso de la gira europea nosotros no estamos recibiendo ninguna ganancia; todas las personas involucradas sí, pero nosotros no. En Estados Unidos y México sí ganamos beneficios pero en Europa no, y de hecho sabemos que probablemente tendremos que invertir. Este es el motivo por el que hace 9 años que no venimos a Europa. Pero es importante tener un contacto y una presencia con el público europeo, y esperamos que en algún momento haya oportunidad de generar beneficios. Si fuera por motivaciones económicas, nosotros no estaríamos haciendo una gira como esta.

¿Qué opinas de la escena musical española en comparación con la internacional, en concreto con la americana, pregunta Vega?
No declaro incompetente para entender la escena española. Acá llegan pocas cosas de España y no hay un referente. En los 80 llegaron bandas como Radio Futura, El Último de la Fila, Mecano… pero de un tiempo a esta parte es como si la comunicación se hubiera perdido. Y cuando nosotros hemos ido a España, el público parece muy regionalizado. Hay festivales y nuevos grupos pero no entiendo cuál es la escena real. No puedo hacer una comparación.

Vega os pregunta si creéis que la cultura está valorada en España.
A mí me da la impresión que la cultura está presente en España. Apreciada o no, o si es una cultura oficialista o no, eso no lo sé, pero en España sí hay oportunidades de generar espacios para artistas emergentes. Y Barcelona es una ciudad que respira cultura, si bien es cuestionable qué tanto de esa cultura está dirigida al turista y qué es genuinamente parte de la formación de los ciudadanos.

«A nuestra discográfica le ha llegado a sorprender nuestro éxito»

Volviendo al pasado, Gepe os pregunta cuál fue la premisa del grupo al grabar el disco doble ‘Al revés/Soy yo’. “¿De que manera sienten ese disco? ¿Como una liberación o más bien una terapia de grupo?”
Se pareció más a una terapia de grupo. Nos propusimos hacer una repentina, llegar de lunes a viernes a nuestro lugar de ensayo sin ninguna idea trabajada, tomar allí algún instrumento y empezar a hacer una música parecida a la improvisación. Y empezamos a generar una base, una serie de texturas musicales, de las que empezaron a surgir canciones. Teníamos la idea de hacer letras e hicimos el experimento con un par de cantantes, pero guardamos ese proyecto hasta que se lo presentamos a nuestra disquera y nos dijo “pues está interesante, pero nos gustaría más un disco que tuviera letras y canciones”. Entonces recuperamos ‘Yo soy’, que ya habíamos empezado a componer, e hicimos otro disco instrumental aparte.

Es curioso lo que comentas de la discográfica, que os comentó que el disco estaba bien, pero que si podíais hacer otra cosa, mejor. Al final la influencia que tiene una empresa sobre el arte de un artista se puede decir que es fuerte. ¿Cómo es vuestra relación con vuestra discográfica? ¿Creéis que sacrificáis parte de vuestro arte para ellos o que realmente ellos trabajan con vosotros como si fueran parte del grupo?
A nuestra discográfica, que en ese momento era Warner -ahora estamos sin disquera- le ha llegado a sorprender nuestro éxito. Hubo momentos en que ellos no sabían qué hacer con un grupo como nosotros, pero se sorprendían al ver que ese elemento del grupo que no sabían cómo “promocionar” era lo que funcionaba. Aunque sí había personas que defendían las posturas del grupo. En cualquier caso nunca nos peleamos en mala fe, y con nuestras discográficas siempre hemos negociado presupuestos que nos han permitido hacer discos de los cuales estamos muy orgullosos.

Comentabas antes que nunca ha sido una motivación para Café Tacvaba el hecho económico. Gepe te pregunta cuál es la motivación esencial que tiene el grupo para grabar un disco.
La necesidad de recrear eso que tanto disfrutamos, que es el trabajo sobre el escenario. Hacer siempre las mismas canciones llega a cansar y hace de los conciertos una cosa mecánica. Seguir haciendo discos nace de la necesidad de querer expresar otras cosas, de hacer otro tipo de reflexiones.

Hablas de cuánto disfrutáis tocando en directo. Texxcoco os pregunta qué concierto de antes de haceros famosos recordáis con más cariño.
Hace un par de semanas pasé al lado de un auditorio en el que tocamos en 1991. Era un concierto de Café Tacvba, Maldita Vecindad y Mano Negra. En esa época grabábamos nuestro primer disco, que salió en 1992. Me trajo muy gratos recuerdos ver ese foro que ya no se utiliza para hacer conciertos, por lo menos de rock.

Dicho todo esto, Gepe pregunta finalmente, ¿vale la pena seguir haciendo música?
Definitivamente sí. Esa magia de tener un pensamiento, un sentimiento, tratar de ponerlo con letra y música, compartirlo con los compañeros y empezar a desarrollar algo que tiene oportunidad de viajar y conectar con cientos de personas, y de repente estar sobre un escenario y ver que eso se transforma en algo que la gente corea y baila y reconoce como suya… esa magia yo solamente la reconozco en la música.

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