Música

Dcode 2018: la lluvia no fue para tanto, Imagine Dragons y Jorja Smith, sí

La jornada del DCODE 2018 no tenía buena pinta con la lluvia acechando: se vaticinaban intensas precipitaciones y tormentas, especialmente durante la tarde, y ya empezó a caer una buena cuando los superventas La M.O.D.A. abrieron el festival presentando ‘Salvavida (de las Balas Perdidas)’, y dando un repaso al resto de trabajos de su discografía. Por suerte, el escenario donde tocaron los de Burgos estaba cubierto (aun así, la organización se preocupó de facilitar chubasqueros), así que los asistentes disfrutaron sin problemas de su concierto y del siguiente, el de la estadounidense Clairo: una hora del bedroom pop de la cantante de Massachusetts donde no faltaron sus canciones más conocidas, ‘Pretty Girl’, ‘4EVER’ y ‘Flaming Hot Cheetos’, o ‘Drown’, su colaboración con Cuco, todas ellas coreadas por un público que se componía sobre todo de adolescentes. El target cambió un poco en los siguientes en ocupar ese escenario, Sidonie, que además fueron los últimos en tocar antes de que se abriesen los dos escenarios grandes. A los catalanes les han funcionado bien sus últimos pasos, y prueba de ello es la interacción con el público, casi-crowdsurfing incluido, que tuvieron especialmente en temas como ‘Carreteras Infinitas’ o ‘Estáis aquí’. Fotos: Xavi Torrent, Christian Bertrand y Mónica Arévalo para Dcode.

Volver, los ganadores de la final de BCODER 2018, fueron los encargados de abrir el escenario principal, sin muchos temas aún pero dejándonos con ganas de más. El dúo formado por Luis y Miriam sorteó con humor algún que otro problema técnico (“ay, que alguien pare esto, por favor” imploró Miriam cuando la base de uno de los temas -‘Cenizas’ si mi audición no me falla- se quedó atascada) y deleitaron a los allí presentes con unas canciones que a nuestro compañero Sebas E. Alonso recordaban hace poco a London Grammar y The XX. Jorja Smith actuó también en el escenario principal, regalándonos el segundo mejor concierto de la noche. La inglesa, ataviada con un elegante vestido plateado, hizo hueco en su repertorio para ‘Blue Lights’, ‘Teenage Fantasy’ y otros temas de su debut ‘Lost & Found’, para ‘I Am’, de la BSO de ‘Black Panther’, y hasta para versionar a Frank Ocean con su tema ‘Lost’, alternando momentos intimistas centrados en la demostración vocal con otros de calmados bailes e interacción con los asistentes.

Y decimos segundo porque el primer puesto tiene dueños. O dueño. Dan Reynolds, el vocalista de Imagine Dragons, confirma cada vez más un estatus de líder de banda llenaestadios -para bien- a lo Chris Martin de Coldplay (a quien, a su vez, los medios comparaban en su ascenso a este estatus de estrella con Bono de U2). Si os parece exagerada la comparación, solo hay que verles en concierto; incluso sin ser un servidor especialmente conocedor de la banda de Nevada más allá de los hits, al terminar el show estaba claro que el festival ya tenía ganador. Los estadounidenses empezaron por todo lo alto con ‘Radioactive’ y, entre pantallas espectaculares, cañones con serpentinas y globos, efectos de focos y humos y, sobre todo, la garra de un Reynolds que lo daba todo en cada canción, hacían que no pudieses quitar la vista del escenario – y no, no es porque el cantante se pasase todo el concierto sin camiseta.

Además de una traca final demoledora con ‘Demons’, ‘Thunder’, ‘On Top Of The World’ y ‘Believer’ seguidos, otros momentos destacables del concierto fueron el recuerdo a Mac Miller, fallecido la noche anterior, los intentos de chapurrear el español de su cantante (especialmente un rihannesco “ti amo” a sus fans), la versión de ‘Every Breath You Take’, el momento de reivindicación LGBT durante ‘It’s Time’, con Dan Reynolds envuelto en las banderas arcoiris (¡y una de España!) que el público le lanzaba, y un necesario discurso sobre salud mental antes de ‘Demons’ en el que el propio cantante habló de su depresión y de lo bien que se encontraba ahora, y animó a los allí presentes a buscar ayuda si lo necesitaban, y a estar alerta con nuestros amigos ante posibles señales. La banda tuvo tiempo para tocar temas de su nuevo disco como ‘Whatever It Takes’, de los anteriores como ‘Shots’, inéditos como ‘Natural’, y hasta de permitirse un solo de batería. Con solo tres álbumes en el mercado, parece claro que el grupo tiene un estatus consagrado en una generación de forma similar al que para la anterior supone Coldplay.

Antes de los autores de ‘Evolve’ vimos en ese mismo escenario a Bastille en un show que, sin llegar a la altura de los Imagine, fue bastante solvente. La banda londinense abrió el concierto como abre su segundo disco, con ‘Good Grief’, y ofreció distintos temas tanto de este disco como de su debut, incluyendo ‘Bad Blood’, ‘Overjoyed’ y ‘Things We Lost In The Fire’, además del single junto a Marshmello ‘Happier’; y Dan Smith no paró quieto durante toda la hora, especialmente en el épico cierre con ‘Pompeii’. A la hora de Bastille se suponía que esperábamos esa gran tormenta, pero durante la noche y parte de la tarde la lluvia no hizo su temida aparición, con excepción de algunas gotas, como en Viva Suecia. Los murcianos hicieron bailar a los allí presentes con temas de sus dos discos, como ‘Bien Por Ti’, ‘A dónde ir’ y, especialmente, el tradicional cierre con ‘Hemos ganado tiempo’, que en los directos hace uso siempre de la épica de su último estribillo para levantar al público. Minutos después de que los autores de ‘Otros Principios Fundamentales’ desaparecieran del escenario, Albert Hammond Jr. hizo su entrada en el de al lado. El guitarrista de The Strokes, a quien habíamos visto con su característica chaqueta amarilla en la sala de prensa, aprovechó sobre todo para presentar su último trabajo, ‘Francis Trouble’, aunque tuvo tiempo también para alguna de las antiguas, como ‘In Transit’.

Se sabía que el récord de asistentes en cuanto a bandas españolas iba a llegar con Izal, y así fue. Los madrileños estaban a cargo de una hora y quince minutos ubicada justo entre Bastille e Imagine Dragons, y aun así seguro que más de uno estuvo más pendiente de ellos que de los otros dos grupos: la traca final, para la que dejaron ‘El Baile’, ‘La Mujer De Verde’, ‘Magia y efectos especiales’, ‘Asuntos Delicados’ y, por supuesto, el lead-single ‘El Pozo’, fue ampliamente coreada. También tocaban por la noche, aunque en el escenario cubierto, Triángulo De Amor Bizarro. Isa Cea y compañía tocaron al completo el EP ‘El Gatopardo’ (incluida la nada común en sus repertorios ‘Ciudadanos’), además de repasar su discografía, especialmente ‘Salve Discordia’. El tema técnico (no sabemos si por la acústica del escenario pequeño) jugó una mala pasada a los gallegos, y muchas veces costaba oír bien a Isa: si incluso los que nos sabemos de memoria la letra de ‘Baila Sumeria’ no entendíamos bien las palabras, los que acudiesen allí como novatos lo tendrían aún más chungo. Quitando eso, fue un concierto estupendo, como suele ser habitual en los autores de ‘Año Santo’ y, a pesar de ser el último de la jornada, la hora se pasó muy rápido.

Antes habíamos podido ver a The Vaccines en el Escenario 2, y la verdad es que el concierto de los londinenses no estuvo nada mal. Aunque ya, tras Imagine Dragons e Izal, se había marchado mucha gente, los que se quedaron disfrutaron de lo lindo con ‘Wrecking Bar’, ‘Post Break-Up Sex’ y, por supuesto, ‘If You Wanna’, además de bailar durante los primeros minutos del show a ritmo de ‘Dancing Queen’ de ABBA, elegida por Justin Young y sus compañeros para saludar a sus fans españoles. En definitiva, una estupenda jornada de conciertos, a la que dio tregua la lluvia, y donde, quitando aspectos mejorables como los altos precios de las consumiciones, también hay que dar un punto positivo a la preocupación de la organización por los asistentes ante la incertidumbre meterológica (los mencionados chubasqueros, y botellas de agua, además de la obligada fuente), y su apuesta por deshacerse de las polémicas “primeras filas VIP”.

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Publicado por
Pablo Tocino