Música

U2, en la gira por la que muchas superestrellas matarían

La segunda parte de la última gira de U2 ha llegado a Madrid esta semana en dos noches consecutivas tras haber pasado por Barcelona en forma de ‘Songs of Innocence’ (sin «Experience») en 2015. Se trata de un imaginativo show que aprovecha el 100% del graderío, situando una pantalla gigante de dos caras a lo largo en mitad de la pista, facilitando el visionado de todo el estadio. Una original idea que seguro ha hecho enfurecer de envidia a más de un divo y diva y que además tiene coartada conceptual.

Por las pantallas circulan todo tipo de mensajes por la unión de Europa, por la libertad de la mujer, por la libertad de opción sexual… Presenciamos un viaje que nos lleva de ciudades derruidas como Berlín en 1946 o desoladas como Madrid en 1939 hasta el mundo de Yupi de Trump de 2018. Es lo que a día de hoy todo el mundo espera de Salvador Bono y amigos; pero hay otro mensaje subyacente como se menciona en un momento en una viñeta fugaz: la recuperación de la «inocencia», tras haber conocido la «experiencia» como única forma de alcanzar la «sabiduría». Y por último, mantener siempre la esperanza. Foto: Danny North, Berlin, facilitada por Live Nation.

El planteamiento es interesante aunque los dos últimos discos de U2 no sean precisamente lo más sabio que han hecho. Pero eso es justo por lo que otros matarían: la entrega de un buen espectáculo incluso cuando estás en un mal momento creativo. El show tiene momentos tediosos como el mismo arranque con ‘The Blackout’ y ‘Lights of Home’: hasta que no suena la infalible y siempre tan efectiva en los primeros minutos del set ‘I Will Follow’, el público no se despierta de verdad. También aburre el propio single ‘You’re the Best Thing About Me’, más flojo todavía en versión acústica. Sin embargo, hay otros temas bastante nuevos muy bien integrados y cuyo valor está muy bien disimulado. Bono enfrentándose al nombre de su madre, que perdió de adolescente y casi nunca había pronunciado (‘Iris’), es todo ternura («¿no es raro que no mencionemos nunca el nombre de nuestra madre?», plantea); y ‘Get Out of Your Own Way’ es todo un caballo ganador, de lo mejor que han hecho en los últimos años. Es una preciosidad ver a Bono recorrer las calles de su infancia en las proyecciones de la pasarela, y también lo es el cierre del show, con el cantante inclinándose hacia una pequeña casita, de la que sale una esperanzadora bombilla voladora, durante ‘Song for Someone’. ¿Cursi? Por supuesto, llevamos 30 y 40 años escuchando a este grupo. Gracias.

Más aún, la recepción de algunas de las canciones de los 2000 es tan buena como la de las más antiguas. ‘Beautiful Day’, definitivamente una de sus mejores canciones, no puede tocar más la fibra sensible en ese «Touch me (…) I know that I’m not a hopeless case». También, como esta, con las luces del palacio totalmente encendidas y la gente 300% entregada, suenan ‘Vertigo’ y ‘Elevation’. Muy poco que envidiar en cuanto a acogida a canciones superiores como ‘Pride’, una ‘New Years Day’ quizá algo estridente o ‘Sunday Bloody Sunday’ con Larry Mullen Jr paseando un pequeño tambor en una adecuada versión reducida.

Pero de lo mejor, lo superior, las canciones de ‘Achtung Baby’ que no esperaba. Como harta de la gira de 30º aniversario de ‘The Joshua Tree’, la banda ha prescindido de sus canciones, llevándose por delante 3 de sus singles más populares, y se vuelca en cambio por supuesto en ‘One’, más bonita que nunca si es que eso es posible; la maravillosa ‘Acrobat’, ‘Until the End of the World’ y una ‘Even Better than the Real Thing’ tan solo afeada porque el personal de seguridad se dedicó a aplastar al público de la pista… para hacer hueco para que The Edge pudiera subir 4 canciones después a una plataforma situada en un rincón, donde iba a sonar la mencionada ‘Pride’. «¿Pero por qué nos empujáis?», les pregunté indignado. «Tiene que pasar una camilla», me mintieron. ¿Merecieron la pena los 20 minutos de empujones, mal rollo y sudor? Diría que no, pero todo el mundo se puso a grabar, así que igual sí.

Hubo mensajes para nuestro país, como al grupo gusta, que si «de Madrid al cielo», que si han pasado 13 años de su última visita a la ciudad, e incluso se improvisó una versión de la rareza ‘Spanish Eyes’ que The Edge había propuesto en el camerino. No es su mejor composición pero pudimos ver algo único. Si es que el grupo, siempre tan cuestionado por sus ademanes, no es lo suficientemente único de por sí, para muy bien. 8.

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: u2