El nombre de Beto O’Rourke quizá no sería tan popular hoy si no fuera porque, cuando su nombre se postulaba como posible candidato, sus rivales emplearon una foto suya de juventud para atacarle. En ella figuraba con pelo largo recogido en una coleta y un vestido largo negro, como parte integrante del grupo de rock alternativo Foss a mediados de los 90, con la explosión grunge, y en el que militó nada menos que un joven Cedric Bixler-Zavala (At The Drive-IN, The Mars Volta) como batería. El grupo no fue mucho más allá, pero el ataque a la estética de O’Rourke desde las filas republicanas se volvió en su contra, al recordar el pasado musical del candidato. Numerosas personalidades del mundo del espectáculo han apoyado desde entonces a Beto, haciéndole enormemente popular.
Hasta el punto que hoy, después de su derrota (tras la que ha dado las gracias a sus seguidores al más puro estilo rockero: «I fucking love you, guys!», para escándalo de algunos y regocijo de muchos), estrellas de Hollywood como Olivia Wilde, Alyssa Milano, Busy Philips o Josh Gad apuestan por él como el candidato idóneo para recuperar la presidencia de Estados Unidos en las elecciones de 2020. Después de todo, y pese a la aparente renuncia de Kanye West, ¿veremos a un músico como Presidente de EEUU?